Por Rody Rodríguez ||
“Estás desorientado y no sabés, qué bondi hay que tomar, para seguir.
Y en triste desencuentro con la fe, querés cruzar el mar, y no podés”.
Divina poesía del tango “Desencuentro”, escrito por el gran Cátulo Castillo, allá por el 62. Se escucha este tango de Cátulo y Troilo, mientras las noticias hablan de la desorientación del intendente Luis Acuña, sin saber que “bondi” hay que tomar para seguir en carrera para las próximas elecciones.
Acuña es unos de los últimos intendentes que acompaña a un destartalado Sergio Massa, en un Frente Renovador del que todos se quieren ir, incluso hasta Sergio Massa.
“Y el hombre que ayudaste te hizo mal, dale que va”, escribió Cátulo.
Acuña contribuyó en gran medida a la instalación de Sergio Massa como candidato a presidente, pero ahora Massa termina siendo un salvavidas de plomo. Aunque lo mismo Massa piensa de Acuña.
El intendente prometió fidelidad al Frente Renovador, porque fue uno de sus fundadores y él dijo “no puedo matar a mi hijo”. Pero Acuña se quiere ir. Ve con dolor como sus viejos laderos, Jesús Cariglino y Humberto Zúccaro ya abandonaron la canoa tigrense; uno se fue al PRO, el otro volvió al Frente para la Victoria. Acuña también recibió alguna invitación para mudarse a otros espacios, Alejandro Granados trata de tender puentes hacia el sciolismo, pero el puente está lleno de dinamita. Hubo alguna charla con Jorge Macri para recalar en el PRO, pero Mauricio -el Macri “que decide”-, no le interesa en lo más mínimo contar con los servicios de Acuña, sobre todo luego de ver los datos de una encuesta, que ubica al candidato macrista Lucas Delfino en el segundo lugar, detrás de Juan Zabaleta.
A propósito de Zabaleta, el crecimiento del concejal kirchnerista le quita el sueño al alcalde.
En el 2011 la palabra clave de la campaña acuñista fue “Hechos”. Eso decían todos sus carteles. Una estrategia de campaña posible gracias a las obras que Acuña pudo concretar en sus tiempos de romance con el Frente para la Victoria. Hoy los hechos vienen de la mano de Zabaleta, que semana tras semana encabeza inauguraciones de viviendas, escuelas, dependencias oficiales, obras en entidades intermedias, una universidad y un hospital. Frente a eso, Acuña lleva adelante una campaña agresiva, insultando a sus adversarios, irritándose por que hacen política, fruto del nerviosismo que genera la soledad y la falta de un consejo sensato a la hora de tomar decisiones.
Los empleados municipales suelen ser víctimas de ese malhumor, que es sobreactuado por sus colaboradores más cercanos, convirtiéndose en mal trato.
El acarreo compulsivo de empleados para el acto de despedida que Massa hizo en Vélez, fue un ejemplo. Todos bajaron de los micros con sus pulseritas que decían “los Vero Boys”, que los identificaban como parte de un grupo liderado por la secretaria del intendente, Verónica Pérez. La respuesta no tardó en llegar. Varias paredes de Tesei aparecieron con pintadas con insultos hacia la funcionaria de mayor confianza de Acuña.
Luego llegó la utilización de varios empleados como extras, como claque, para aplaudir a Massa y a Francisco de Narváez en una pobretona recorrida por Morris. Y finalmente, la exigencia a varios empleados para que firmen una solicitada repudiando una carta que Zabaleta le envió a los municipales, por haber “avasallado su intimidad”.
“Cómo accedió a esos datos” es la pregunta central de esa solicitada que habla de derechos, de libertad, de democracia dañada, por haber recibido una carta obviamente con fines proselitistas, enviada por Zabaleta a una lista de municipales facilitada por el propio gremio, como lo hacen con mutuales, comercios, etc.
Es otra muestra de nerviosismo por no encontrar el “bondi”. La otra es derramar desde el primer piso de la sede municipal rumores absurdos, como “Randazzo le pidió a Luis que enfrente a Juanchi en las PASO”; son versiones que salen de la Privada del intendente que tratan de contener a los “propios” que quedan, aquellos a los que les gusta llamar a su jefe “Luis ‘Paliza’ Acuña”, apoyando la convocatoria bravucona del intendente a la oposición: “Antes venían de a uno, ahora los espero a todos juntos”, bramó Paliza Acuña en un acto en Morón.
En estos días, con este clima, debe definirse el destino del intendente. Si finalmente buscará una nueva reelección u otro cargo, y en qué espacio político terminará amontonando a su gente. Mientras tanto, la poesía de Cátulo sigue retumbando en el aire:
“Sangrás por dentro, todo es cuento, todo es fin.
Por eso en tu total fracaso de vivir, ni el tiro del final te va a salir».