Por Raúl Coria.
Los vecinos de Hurlingham también se sumaron al masivo reclamo contra el tarifazo, que se realizó en gran parte del país.
Unas quinientas personas se congregaron en la esquina de Av. Roca y Jauretche a protestar en una noche muy fría y lluviosa. Los vecinos llegaron a Rubén Darío desde distintos puntos del distrito y llevaron adelante una más que ruidosa manifestación.
En Hurlingham son numerosas las familias que están sufriendo los exorbitantes aumentos en las boletas de luz y de gas.
Muchos vecinos se sumaron a la protesta portando pancartas contra el tarifazo, contra el presidente Mauricio Macri y contra su Secretario de Energíael cada vez más cuestionado Aranguren.
Para Sofía, una vecina de Villa Tesei “esto ya no da para más, soy jubilada y si pago los servicios no como, una cosa o la otra, no se puede creer”. Lo mismo decía Juan Carlos de Hurlingham que estaba acompañado por Claudia, su mujer, ambos profesionales pero que como cualquier vecino se les hace imposible pagar los costos de las boletas que les acaban de llegar, ya que de pagar 345 pesos de luz ahora deberían pagar 2.600. Según Juan Carlos “no se entiende que quiere hacer este gobierno, espero que ahora con la gente en la calle reflexione y dé marcha atrás con estos tremendos precios en las boletas”.
Quienes no se quisieron perder la posibilidad de manifestarse en contra de los tarifazos también fueron los concejales de Hurlingham, quienes en plena sesión, a las 20:04 el concejal Humberto Bertinat, del bloque Justicialista José Ignacio Rucci, pidió la palabra y luego de pedir disculpas “por si alguien se molestaba” dijo que se adhería al reclamo contra el tarifazo y empezó a pegar con ambas manos al escritorio para beneplácito de todos los presentes, concejales, periodistas acreditados y un gran número de vecinos que se encontraban presentes en la sesión. El único que no fue de la partida fue el concejal del PRO Alfredo Carrasco, quien en ese momento optó por concentrarse con su teléfono celular y esperó estoicamente a que se terminara la batucada improvisada para después seguir la sesión en forma normal. 