Delfor Díaz, un ejemplo de vocación de servicio

Foto 1. Inaugación del busto de Delfor Diaz
El 28 de agosto se cumplen 30 años del fallecimiento de Delfor Díaz “el médico del pueblo” admirado y reconocido por su hombría de bien, sencillez y generosidad.

Delfor Díaz nació el 6 de agosto de 1901, instaló su consultorio en Hurlingham en 1927, convirtiéndose desde en ese mismo momento en una de las personas más queridas y requeridas. Fue durante 40 años médico de las fábricas Good Year y Stauffer, fue director de los hospitales de Hurlingham y de Morón.

Hay una innumerable cantidad de anécdotas que valoran su altruismo y su bondad. Siempre ayudando a los que menos tenían. En el libro “Reseña histórica del Partido de Morón” del año 1946, su autor Gabino Bravo lo recuerda como “un hombre de ciencia anheloso de la verdad y el médico altruista que cumple su misión con el más rígido y apocalíptico sentido de la responsabilidad profesional”.

Delfor Díaz murió el 28 de agosto de 1985. Un año después, la Municipalidad de Morón rebautizó en su homenaje la calle Cavour que desde ese entonces lleva su nombre.

Hace14 años, el 11 de agosto del 2001, se inauguró un busto en su homenaje, al cumplirse 100 años de su nacimiento. La colocación de ese busto en la Plaza Ravenscroft había sido una iniciativa del ya desaparecido empresario local, Ángel Biagio Morreale, (que donó el busto), junto con los directores del periódico El Ciudadano, Rody Rodríguez (actual director de El Diario de Hurlingham) y del periódico El Progreso, Isaac Pluda.

Encabezaron ese acto, el intendente de ese entonces, Juan José Álvarez, que estuvo acompañado por el hijo del homenajeado, Tomy Díaz; Juan Carlos Girotti y Juan Carlos Recagno, amigos de Delfor.

Delfor Díaz

Biagio Morreale, muy emocionado, lo calificó como “un hombre de bien, médico de los pobres”. El popular Biagio recordó que: Delfor Díaz fue un hombre que no tuvo límites a la hora de ayudar a sus vecinos, cuando lo llamaban para curar a un enfermo que estaba en las zonas más alejadas de Hurlingham, cuando todo era campo, él era capaz de desinflar las ruedas de su auto para poder andar por el barro y si ese enfermo no tenía dinero, no solo no le cobraba, sino que además, le regalaba los remedios”.

Biagio dijo también que “no podía haber otro lugar para colocar el busto de Delfor que no sea la Plaza Ravenscroft, porque él hizo posible que esta plaza existiera, fue Delfor Díaz el que recomendó a la Sra. Gertrudis de Ravenscroft que donara ese predio para que allí haya una gran plaza en el centro de Hurlingham”. Biagio donó ese busto en el 2001, “como una mínima demostración de gratitud hacia la obra de Delfor Díaz”.

En ese acto de inauguración del busto al “Médico del Pueblo”, Juan Carlos Recagno también recordó que Díaz “dejaba cualquier cosa con tal de atender a sus pacientes” y Juanjo Álvarez destacó a los médicos que “como Delfor Díaz, hacen cosas por su pueblo sin esperar mayor retribución” y lo valoró como “un ejemplo para todos.

A 30 años de su muerte, sería un buen homenaje al menos mantener en buen estado ese busto ubicado en la Plaza Ravenscroft, inaugurado en el 2001

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