Despidos en una distribuidora de Hurlingham desató un conflicto en jugos Baggio

La empresa distribuidora Di Francesco de Hurlingham despidió a 20 empleados. El Sindicato de Camioneros apuntó directamente contra la firma RPB productora de los jugos Baggio y le bloquearon sus plantas en Gualeguaychú, Concordia, Mendoza y Boulogne.

La empresa Di Francesco, distribuidora y servicios SRL, ubicada en Rosa Castillo 2322 de Hurlingham despidió a casi todo su personal. De 24 choferes con los que contaba, echó a 20 y solo se quedó con cuatro empleados que manejan sus cuatro camiones.
La medida desató una inmediata respuesta del Sindicato de Camioneros, que el miércoles 16 de agosto mantuvo bloqueada la planta de la firma RPB, empresa productora entre otros productos de los jugos Baggio en el Parque Industrial de Gualeguaychú. El gremio de Pablo Moyano tomó una medida similar adoptó en la planta productora de Concordia, las bodegas de Mendoza y el Centro Logístico de Boulogne, lo que obligó a RPB a suspender la producción por tres días.
¿Qué tiene que ver Baggio con los despidos en Di Francesco?
El gremio dijo que la distribuidora de Hurlingham había dejado en la calle a los empleados “de un día para el otro” y, al no haber tenido respuestas de la firma, sería Baggio quien debería hacerse cargo por ser “responsable solidario”. Por lo que demandaron a la firma de Gualeguaychú que se haga cargo de la totalidad o parte de las indemnizaciones. Tras el conflicto intervino el Ministerio de Trabajo. Baggio reinició la producción pero los 20 trabajadores de Di Francesco siguen en la calle.
Alfredo Di Francesco, dueño de la distribuidora, contó la situación: “La empresa no cerró, quedamos con menos gente, con cuatro camiones trabajando y cuatro choferes. Eran 24 y quedaron cuatro”, y explicó que “hace 12 años el Sindicato de Camioneros vino y nos obligó a contratar un chofer más por camión (antes de eso, los trabajadores estaban afiliados al sindicato de Comercio). Teníamos 12 camiones y dos choferes por cada uno. Cuando ellos llegaron tuvimos que incorporar más gente y la verdad es que la situación económica se volvió cada vez más insostenible”, contó Di Francesco. También dijo que “los despedidos con causa fueron cuatro” y que a partir de esa medida, en forma solidaria, se sumaron 16 empleados, que se negaron a ingresar a trabajar. A los que se le sumaron otras seis administrativas posteriormente.
“La costumbre de ellos es venir y cortar, o hacemos lo que nos dicen o nos impiden trabajar. Ese es el modus operandi de ellos, con la fuerza. Nos cruzan los camiones en la puerta ahí sí que no sale nadie”, agregó Di Francesco, quien dijo, además, que a los primeros cuatro despedidos –en el marco de la negociación– se les ofreció la reincorporación, pero “ya no quisieron volver, porque desde el sindicato ya les habían hecho los números (que luego reclamarían a la empresa)”.
La distribuidora Di Francesco funciona en Hurlingham desde 1969. Comenzó como una iniciativa familiar –en parte, sique manteniendo ese perfil, ya que trabajan los hijos y otros parientes del fundador–, que con el paso del tiempo fue creciendo, tanto en volumen de ventas como en logística, infraestructura y cantidad de empleados.

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