Por Augusto Erbin / @augustoerbin ||
El Frente Cambiemos ha tenido una doble cara con respecto al presupuesto. Por un lado la gobernadora María Eugenia Vidal ha manifestado la necesidad de aprobación del presupuesto para que «poder gobernar», mientras que por otro lado son varios los casos en los que el PRO como oposición traba la aprobación del presupuesto a intendentes peronistas.
La incongruencia ejercida en la acción por parte del oficialismo en la gobernación se choca con la actitud de varios bloques de concejales distritales que hacen lo contrario. «Haz lo que yo digo pero no lo que hago» esgrime la popular frase.
Casos como los de Escobar se hacen eco y se replican al margen de que casi ningún medio de comunicación lo ha difundido. Allí los concejales de Cambiemos que responden a Leandro Costa (candidato a intendente de Cambiemos) no le dieron quórum en el Concejo Deliberante y el intendente del FpV, Ariel Sujarchuk, se quedó sin presupuesto .
En Merlo Cambiemos le ha tendido varias trabas al nuevo intendente Gustavo Menéndez, una de ellas fue la alianza que hizo el «frente del cambio» con Raúl Othacehé. Los ediles que aún responden al ex barón del conurbano metieron presión para quedarse con la Presidencia del Concejo Deliberante tras un acuerdo con Cambiemos y el Frente Renovador.
En Ezeiza, donde Cambiemos tiene tres concejales, el espacio que representa a Vidal y a Macri votó en contra del oficialismo liderado por Alejandro Granados y se opusieron enérgicamente al presupuesto municipal 2016.
Sin embargo, Sujarchuk, Menéndez y Granados, como la totalidad de los intendentes peronistas de la provincia de Buenos Aires, defendieron la idea de que el gobierno de Vidal, tenga su presupuesto.