Por José Luis Soria.
Para junio debía estar resuelto el grave problema de los malos olores que emanan de la fábrica de gelatinas Rousselot. Solución que ya había sido prometida para noviembre del 2015. Ahora los empresarios prometen que estará resuelto en agosto.
Una vez más la fábrica de gelatinas Rousselot Argentina SA prometió terminar con los malos olores que ocasiona hace muchos años y que castigan a los vecinos de Villa Tesei.
Ahora los representantes de la empresa se comprometieron a que en agosto estarán culminadas las obras que ya habían prometido culminar en junio, y antes habían dicho que estarían concluidas en noviembre de 2015. Lo hicieron en una reunión en la fábrica a la que asistieron vecinos afectados, el jefe de gabinete municipal, Pablo del Valle, y el concejal socialista Lautaro Aragón.
Parece un juego interminable de «paciencias». Paciencia de los vecinos que creen una y otra vez en la palabra de la empresa. Paciencia de la empresa que resiste los reclamos, y explica una y otra vez los detalles de las obras que la firma realiza, mientras pone fecha límite para su culminación que también va corriendo una y otra vez.
Son muchos los años ya que esa fábrica se convirtió en emblema de la contaminación ambiental. Rousselot Argentina SA está ubicada en Vergara 2352 y se dedica a la fabricación de gelatina extraída de cueros bovinos, que se procesan en piletones a cielo abierto, que provocan los malos olores. Es ese tufo insoportable el que le dio una característica penosa a una amplia zona de Villa Tesei. Son miles los vecinos afectados. Hay un perjuicio sanitario, hay un daño a la calidad de vida y hay un perjuicio económico, ya que las propiedades de la zona se desvalorizaron notoriamente en las últimas dos décadas, ya que nadie quiere vivir en medio de un olor pestilente.
En los últimos tiempos el accionar vecinal y sus quejas se hicieron más constantes, y la nueva gestión de Juan Zabaleta se hizo eco de esos reclamos. Otros dirigentes políticos, como Lautaro Aragón, también se pusieron al lado de los vecinos. Esa actitud hizo que la empresa por lo menos mostrara mayor preocupación en resolver el grave problema.
El gerente de planta, Daniel Ponte, es el vocero que en numerosas ocasiones explicó los alcances de las obras a realizar y el que, en varias ocasiones, fijó plazos para una solución definitiva que hasta ahora nunca se cumplieron.
Sin embargo los vecinos confían (ver recuadro).
Antes de esta reunión realizada el pasado 23 de junio, en la que nuevamente Ponte explicó que se está trabajando en la cubierta del espesador de lodos, en el cerramiento del área de desengrase, etc, etc hubo otros encuentros en los que se hablaron de las mismas obras pero con otros plazos. Por ejemplo el 20 de agosto de 2015, la fábrica se comprometió que para el 1° de noviembre de ese año, todo estaría resuelto. Lo hizo a través de una carta abierta a los vecinos que llevaba la firma de Daniel Ponte y Thierry Morael, gerente general de la firma Rousselot Argentina.
El compromiso no se pudo cumplir, y en enero de este año, hubo una nueva reunión, esta vez con Zabaleta, y se firmó otra acta donde la empresa se comprometía a concluir con los malos olores a través de obras que se terminarían el 30 de junio.
Ahora Ponte reconoció la demora pero dijo que ya compraron todo el material para hacer el lavador de gases, y están terminando de fabricar la cubierta para un piletón donde trabajan los lodos, y que todo estaría terminado para este mes o principios de agosto.
Pablo del Valle, que fue uno de los asistentes a la última reunión comentó: «Fuimos a monitorear el avance de obras con vecinos y personal del Municipio de Hurlingham. Nos reunimos con el Ingeniero Ponte, que nos comentó el desarrollo de las obras y nos contó que hay un pequeño atraso, de cerca de un mes, pero se está avanzando. Quedamos en volver en agosto, fecha en que deberían estar concluidas y terminar con el olor que tan mal hace a los vecinos de Tesei».
Por su parte, el concejal Aragón comentó que «los responsables de las instalaciones reconocieron estar un mes demorados, pero se comprometieron nuevamente a terminar con las obras comprometidas en enero de este año. A principios de agosto debería estar funcionando el lavador de gases y estar cubierto el piletón donde se tratan los residuos líquidos generados en el proceso de cocción». El concejal socialista destacó el trabajo de los vecinos: «Es una alegría ver como cuando los vecinos se juntan, se organizan, se comprometen y se ocupan de su barrio, las cosas pueden mejorar. En este caso, logramos que los privados inviertan lo que corresponde para reducir el daño ambiental».
LOS VECINOS CONFÍAN
Oscar Cragno, (foto) vecino de la fábrica Rousselot, es uno de los vecinos que más esfuerzo hizo para que la empresa solucione la emanación de malos olores. Hizo su primer denuncia en marzo de 1997. Se convirtió en un experto en el tema y fue uno de los que concurrió a la última reunión en la fábrica. En diálogo con El Ciudadano, Cragno se manifestó optimista con respecto al futuro y cree en las razones expuestas por la empresa cuando justificó la nueva demora.
«Las cosas se presentan bastante bien, las inversiones las han hecho, falta instalar el lavador de gas que ya está acá, pero lo que pasa es que como tuvieron varios días de lluvia todavía los soportes no están fraguados, y eso teóricamente para el 15 de julio estaría instalado. El cobertor de los piletones también está, lo que pasa le están haciendo unos refuerzos porque calcularon mal el área de cobertura. Cragno contó que el gerente de planta, Daniel Ponte, mostró todos estos detalles de las obras que harían que, aproximadamente el 15 de julio, resuelvan el tema del mal olor «prácticamente en un 80 %».
Explicó que la fábrica Rousselot está proyectando «compactar la grasa en panes y llevarla a los depósitos donde la tiran. Según ellos esto sirve de abono. El tema de los ruidos que era para el tratamiento de las grasas eso ya se solucionó» y concluyó: «pusieron unos paneles acústicos que realmente los ruidos desaparecieron».