La historia detrás del brutal castigo de una madre a su hijo de dos años

Por Gabriela Chamorro.

Carina Sanguine, la mujer que trabajaba cuidando al pequeño, filmó las agresiones, se las llevó al padre y las subió a las redes sociales. La madre, que había alquilado una quinta en Hurlingham, quedó detenida, sin la tenencia del menor e imputada por tentativa de homicidio.

Un niño debería estar con su madre. Ella lo protegería, lo amaría y haría lo imposible para que él sea feliz. Cuando no pudiera estar con él buscaría alguien que lo cuide como ella, que lo atienda amorosamente y lo contenga hasta que el vuelva a brazos de su mamá.

Así debería ser. Pero a veces las historias se ponen de cabeza. Como le pasó a Franco. Quien debería cuidarlo, amarlo y protegerlo le hacía vivir un infierno. Y esa mujer, contratada para cuidarlo fue quien terminó salvándolo de una muerte segura.

“Homicidio agravado por el vínculo en grado de tentativa” es el delito que pesa sobre Gabriela González, la mujer que se hizo tristemente conocida el fin de semana pasado al viralizarse el video que la mujer que trabajaba en su casa se encargó de subir a las redes sociales y que la muestra en una escalada de violencia atroz contra su pequeño hijo.

Seguramente muchas de las mujeres que hicieron click en el video tuvieron que dejar de verlo. Duele el llanto desconsolado de Franco, duelen los golpes, las amenazas, la terrible vulnerabilidad ante el castigo descomunal que recibe.

En la grabación se ve cómo lo golpea, zamarrea y le grita para llevarlo a bañarse. «Te voy a matar y voy a terminar presa. Te voy a arrancar la cabeza, hijo de puta», le dice desencajada. Y continúa: «Vení que te voy a ahogar en la bañera. Subí malparido. Subí, hijo de puta que te voy a asesinar».

Carina Sanguine, la niñera había sido testigo muchas veces de los golpes y le decía a la madre que era muy chiquito, que lo podía lastimar o desnucar, cuando lo levantaba del cuello. Sin embargo la madre la frenaba y le decía que a sus hijos los había educado de la misma manera

La furia descontrolada de ese día 7 de abril tuvo un “motivo” para Gabriela: Franco le rompió el celular. En medio del ataque de nervios y luego de la paliza en la planta baja lo subió a empujones por la escalera diciéndole que lo iba a ahogar. Al rescate fue Karina quien corrió a llevarlo con su papá con la grabación de todo lo que había sucedido.

No era la primera vez que Gabriela golpeaba, se sabe que sus otros dos hijos de 15 y 18 años que ya no viven con ella sufrieron los mismos episodios y decidieron irse de la casa.

Y detrás de Franco golpeado, con magullones, con las huellas del miedo, de la humillación de la falta de amor toda una historia que va apareciendo en los medios de la mala relación de sus padres y cómo impacta en la vida de un nene de dos años.

Gabriela estaba separada en muy malos términos del papá de Franco, Claudio. Él vivía cerca, pero podía verlo poco a su hijo porque Gabriela se negaba. De hecho hace tres semanas discutieron porque Claudio quería tenerlo fin de semana por medio y verlo tres veces por semana, ella se negó lo denunció y le puso una perimetral para que no se acercara al chiquito.“Me puso esta denuncia solamente para retrasar todo lo demás. Para que no pueda hacer nada. De venganza, de odio, no sé por qué lo hizo»- aseguró el padre en los medios.

Para la niñera, esta denuncia es falsa. «Le voy a sacar hasta las ganas de comer y al nene no lo va a ver», dice que le había dicho la mujer. Además, Sanguine cuenta lo que le comentaba sobre su hijo: «Es una mierda como el papá». Por esto, ella cree que el maltrato se trata de una venganza contra el padre. De modo que decidió enviar primero el video al padre antes que a la Justicia: «Para que él pueda probar, como dice, que la violenta era ella».

Claudio se presentó en la Comisaría de la Mujer y la Familia de Hurlingham y radicó la denuncia, que fue derivada a la Unidad Fiscal de Investigación Nº 5 de Morón, a cargo de Claudio Oviedo.

Por el momento Franco se mudó a la casa de su papá. El fiscal Oviedo informó que se encuentra en buen estado de salud y que si bien hay que investigar la denuncia que la madre le interpuso a su padre por presunta violencia familiar tal vez sea una creación de la imputada ya que no parece que el violento sea el padre. Héctor Rouillet, secretario de Desarrollo Social de la Municipalidad de Hurlingham confirmó asimismo que al llevar al chiquito con su padre el niño «corrió a abrazarlo y se puso contento».

La misma sensación experimentó el papá que afirmó «Es la primera vez que lo tengo, que viene conmigo. Verlo que está bien, que disfruta, que corre, que juega, eso me llena el alma».

Ojalá se esté a tiempo y la historia sea distinta para él y no repita la situación que tuvieron que vivir sus hermanos.  Confiemos que el padre, la Justicia y los organismos de control del Estado le den a Franco la posibilidad de vivir una infancia segura y feliz como cualquier otro chico.

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