La Universidad y los comentarios tendenciosos

stefanoni, juanchi y eslaiman

Por Víctor Stefanoni ||

En vísperas de la aprobación, en la Cámara de Diputados de la Nación, del proyecto de creación de la Universidad Nacional de Hurlingham, quedando de esta manera convertido en ley, algunos medios nacionales realizaron algunos lamentables comentarios.

Uno de ellos, por ejemplo: “…Ahora el Congreso avanza en la creación de seis universidades más, y cinco (entre ellas la de Hurlingham) ya están cuestionadas por el Consejo Interuniversitario “…el país necesita más universidades… pero también necesita un proyecto universitario claro, que ordene las prioridades en función de las necesidades de la sociedad y no de intereses políticos cada vez más turbios”.

El 11 de mayo de 2001 el Honorable Concejo Deliberante de Hurlingham aprobó, por unanimidad de sus 20 miembros, la Ordenanza No 1952/01 declarando de “interés social y municipal el proyecto de creación de la Universidad Nacional de Hurlingham”.

Fui el autor de esa de Ordenanza, en mi carácter de Presidente del Bloque de la “Alianza para el Trabajo, la Justicia y la Educación” (UCR/Frepaso) y durante doce años tratamos de mantener vigente la iniciativa dentro de la comunidad de Hurlingham, desde la Comisión Vecinal Pro Creación de la Universidad Nacional de Hurlingham.

Aprovecho esta ocasión para agradecer a la Casa de la Cultura de Hurlingham la colaboración brindada a esta iniciativa durante muchos años. También elevamos el proyecto a ambas Cámaras del Congreso de la Nación, donde estuvo a la espera durante muchos años, hasta que, luego de las elecciones del año pasado, el Concejal Juan Zabaleta la reactivó en el Senado de la Nación. Antes, el Senado de la Provincia de Buenos Aires, en el 2012, por iniciativa de la Senadora (M.C) Esther Barrionuevo, emitió una declaración de apoyo a la creación de la UNH.

Soy economista, empresario y radical puro, sin aditamentos, y estoy afiliado a la UCR desde el año 1952. Jamás en mi vida serví, ni serviré, a “intereses turbios…”.

La iniciativa de creación de una universidad nacional, siempre estuvo acompañada por una decisión política. Así fue también la creación de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), en 1821. Fue una jugada política de Bernardino Rivadavia para el armado de su proyecto unitario. Con la Aduana de Buenos Aires ya contaba con los recursos y ahora necesitaba contar con sostén intelectual y una usina ideológica frente a la formidable influencia de la Universidad de Córdoba, fundada por los jesuitas en 1613.

Este mecanismo lo hemos visto muchas veces: o participa la política o no tenemos universidades.

Es un dilema de hierro. Pero, siempre, afortunadamente, los políticos pasan pero las Universidades quedan…

También se ha dicho que “la oferta académica de la Universidad Nacional de Hurlingham es repetitiva…”.

Podemos afirmar que en la creación de la UNH nunca se pensó en ofertar más contadores o abogados, con todo el respeto que nos merecen estas dignas profesiones.

Ya, desde 1988, más precisamente el 30 de noviembre de ese año, en una nota aparecida en el periódico local Cuarta Voz (edición No 40), habíamos comenzado a esbozar las ideas que hoy se corporizan con esta creación universitaria: el desarrollo de la agroindustria y la biotecnología con la concurrencia indispensable de un sistema de trasportes con una ingeniería y una economía de alto rango científico. La vecindad del INTA proporcionó mayor viabilidad a la idea madre.

Decíamos en 1988: “…en el pasado mes de octubre tuvimos oportunidad de participar en algunas deliberaciones y acceder a las conclusiones de la XI Reunión Plenaria del Comité Mixto Empresario Argentino-Japonés y con dolor, escuchamos decir al economista japonés, Hirohisa Kohama: “…es una desgracia que la Argentina tenga tantos recursos y por ello no se hacen los esfuerzos necesarios para desarrollarlos…”, y “…que el Japón es muy pobre en recursos, infinitamente pobre…”.

El Profesor Kohama fue Director Ejecutivo del Plan Okita. Este fue un valioso estudio sobre el Desarrollo Económico de la Argentina, que realizó la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA). Esta entidad envió a la Argentina una misión de estudio presidida por Saburo Okita, que trabajó entre los años 1985 y 1986. El Dr. Okita era Asesor Especial del Internacional Development Center of Japan y fue Ministro de Relaciones Exteriores de ese país.

En enero de 1987 se entregó el Plan Okita al gobierno del Dr. Raúl Alfonsín. Este plan, con la eficiente colaboración del Dr. Bernardo Grinspun y de otros conspicuos correligionarios quedó convenientemente archivado…

Hoy, muchas propuestas del Plan Okita tienen plena vigencia… en eso estamos.

Resumiendo: la Universidad Nacional de Hurlingham ocupada en la agroindustria, la biotecnología y en disciplinas complementarias y asociadas, como ingeniería de los trasportes y economía de los trasportes, contribuirá a un mayor desarrollo económico y social de la República Argentina.

 

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here