Luca Prodán, símbolo de la contracultura rockera local

El 17 de mayo se cumplieron 67 años del nacimiento del músico ítalo-escocés, fallecido a los 34 años. La historiadora Mariela Rametta repasa la corta e intensa de quien produjo un quiebre en el rock argentino. La foto es de José Fabbro, de la presentación en sociedad de SUMO en el Pub Caroline’s Café, en Ciudad Jardín de El Palomar, el 4 de febrero de 1982.

Por Mariela Rametta*

La historia de la banda SUMO se inscribe en los últimos años de vida de su fundador Luca Prodan, un mito del rock nacional, cuyo rostro es un ícono estampado en remeras y paredes. La magnitud de su figura lo demuestran los rockeros, músicos y los adolescentes actuales: todos repiten la historia de un italiano loco que estudió en Inglaterra, pasó por Córdoba, vivió Hurlingham y que murió por la ginebra… La vida de Luca es uno de los ejes de la identidad de los rockeros del oeste, que han resignificado con los años su historia en leyenda. Luca Prodan es en sí mismo un símbolo de la contracultura rockera local y, claro está, el sonido que logró Sumo es la mayor influencia para la producción musical de nuestras tierras.

Luca nació un 17 de mayo de 1953 en Roma, en el seno de una familia acomodada cuyo sostén económico era el negocio de antigüedades especializado en arte chino. El excéntrico padre, Mario Prodan, conectado con la aristocracia europea, les brindó a sus cuatro hijos una educación anglosajona acorde a su ambiente. A los 9 años Luca fue enviado al distinguido Gordonstoun School en Escocia, donde concurrían los hijos de la reina Isabel. Allí conoció a quien sería su entrañable amigo y futuro manager: Timmy MacKern, hijo de ingleses nacido en Argentina, otro extranjero discriminado.

El niño Prodan era un líder rebelde, magnético y sumamente inteligente, se convirtió en el primero de su clase y logró una beca en la Universidad de Cambridge. Estaba en la banda del colegio y, según su hermano Andrea, el tema Crua Chan es un tributo a aquella época y a su mamá escocesa. Pero Luca jamás se adaptó y escapó de la elitista institución hacia Italia.

En 1973 Luca con 19 años era un desertor del servicio militar italiano y se fugó, esta vez, de Italia a Londres. Con melena hippie escuchaba The Beatles, Hendrix, The Doors, The Rolling Stones… Los pródigos años ‘70 lo encontraron trabajando en la disquería más importante del sello Virgin. Allí Luca vivió de primera mano la transición de la psicodelia al rock progresivo y el embate del punk y postpunk. La famosa «valija» de Luca se fue cargando con discos de Sex Pistols, The Clash, Talking Heads y Velvet Underground, más tarde Joy Division, Van der Graaf Generator y Bob Marley. En estos años Prodan formó su banda New Clear Heads, pero el proyecto terminó nublado por el consumo de heroína.

Tras el suicidio de su hermana Claudia en 1979, Luca sufrió un coma por sus adicciones. Per-dido entre el alcohol y la heroína, encontró un horizonte de salvación en una carta de su amigo Timmy: una foto de paraíso familiar en el aislado fin del mundo… En 1981 Prodan viajó a la Argentina y llegó al viejo Partido de Morón, traía consigo aquella valija de vanguardia inglesa, una caja de Pandora de sonido desconocido en el oeste.

Se instaló en la casa de la familia Mackern, en la calle Canning Número 1020 (hoy Crucero Gral. Belgrano) esquina Güemes, en el coqueto barrio inglés de la localidad de Hurlingham.

Durante su desintoxicación conoció a dos vecinos: Germán Daffunchio, cuñado de Timmy, y su amigo Alejandro Sokol, que serían guitarrista y bajista de Sumo. Viajaron a Traslasierra, en Córdoba, donde gestaron la banda. Decidido, Luca viajó a Londres, vendió su departamento, compró equipos y se trajo a la baterista Stephanie Nuttal. Empezaron los ensayos en el sótano de los Mackern. Se presentaron por primera vez en febrero de 1982 en el Pub Caroline‘s Café, frente a la estación de El Palomar.

Luca protagonizaba los shows como un frontman irreverente, transpiraba vanguardia y locura, sorprendiendo a músicos y periodistas. Prodan era una rareza: era pelado en una época donde las melenas punteaban el rock, y cantaba en inglés -prohibido durante la Guerra de Malvinas- con acento italiano, mientras se acostumbraba al criollo. Para los medios se transformaba en un tipo desafiante que se reía del maquillaje y vestimenta del rock pop, vestido con un estilo despojado que se impuso como el look rock del oeste… Era un precursor y un provocador, retomaba la filosofía del «sexo, drogas y rock&roll» y enarbolaba la bandera de la autenticidad.

Llegaron los discos, el éxito, el under porteño, los nuevos compañeros: Superman Troilo, Diego Arnedo, Ricardo Mollo -todos vecinos del partido de Morón- y Pettinatto… Desde Morón llevaban reggae, ska, punk, postpunk y electrónica a los recitales del «Centro».

Los fans iban a buscarlo por las calles de Hurlingham y El Palomar. Hacían guardias porque sabían que con humildad, Luca hablaba con todos y de todo, dan-do muestra de su amplia cultura. Nuestra mítica tierra rockera tiene cientos de testimonios que aseguran haberlo visto en alguna estación de la línea del tren San Martín o del Sarmiento….

Colectivamente nació la leyenda de LUCA, que se transformó también en el modelo del ídolo del rock que reivindican los rockeros del oeste: el «beatifull looser» o «antihéroe del rock», sin estrellismos, crítico de la frivolidad y los valores burgueses, cercano y parecido a sus seguidores, un tipo del barrio… Su temprana muerte en 1987 no hizo más que reasegurar el mito.

 

Link Crua Chan https://www.youtube.com/watch?v=BtCvEConSds

Link Heroína https://www.youtube.com/watch?v=z-ffo18esAI

(Su Hermana se suicida con heroína y Luca se escapa de esa adicción lo que lo trae al Partido de Morón)

Si querés conocer más, descargá el libro El Agite. Una historia de rock en el Oeste de Mariela Rametta. https://historiamoron.files.wordpress.com/2018/07/el-agite-2018.pdf

 

*Investigadora del Instituto Histórico y Archivo de la Municipalidad de Morón.

 

 

 

 

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here