Problemas para los vecinos que viajan en la Línea B

subte B

Por Leandro Rodríguez. ||

Miles de vecinos de Hurlingham serían afectados por el cierre prolongado de la línea B de subtes por problemas de tamaño en los nuevos coches adquiridos por Mauricio Macri.   

Las 30 formaciones madrileñas que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires compró para renovar la Línea B no podrán circular en las condiciones actuales debido a razones de altura. Sustancialmente son más altos que el actual material rodante en circulación, aproximadamente unos 38 cm. Entre las alternativas que se están estudiando para resolver dicho inconveniente, existe el cierre de la línea por un tiempo prologado para llevar a cabo obras de readecuación para los nuevos vagones. Esta decisión perjudicaría a muchos usuarios del distrito que viajan a Capital por el Ferrocarril Urquiza y que luego utilizan la Línea B.

Desde hace un tiempo que en esta línea de subtes era necesaria la incorporación de coches debido a la inauguración de dos estaciones: Echeverría y Rosas. Por este motivo, el gobierno de Mauricio Macri decidió reacondicionar esta vía de circulación con vagones que tienen 14 años de antigüedad, y que serán presentados al público el año próximo.

Las nuevas formaciones, modelo CAF 6000, son parte de las 86 que la Ciudad de Buenos Aires compró al Metro de Madrid. Cuentan con aire acondicionado -como las de la línea A que fueron adquiridas a China por el Gobierno Nacional-, calefacción, un moderno sistema de comunicaciones interno, pasillo de interconexión y cuatro puertas por lado.

Sin embargo, los flamantes dispositivos no podrán circular con normalidad ya que su altura es mayor a la permitida en las vías de esa línea subterránea.

Pero la empresa SBASE, organismo estatal competente en esta área,  baraja  tres posibles soluciones al problema. La primera fue retirarle a los CAF 6000 los equipos de aire acondicionado -los voluminosos dispositivos miden 33 cm de alto-  pero la idea fue descartada de plano por razones políticas y comunicacionales, ya que la Ciudad y la entidad que dirige Juan Piccardo están promocionando el recambio de flota por trenes con aire acondicionado.

La segunda opción, que reviste una mayor complejidad, es rebajar la vía, deprimir las secciones más críticas del túnel y reconstruir íntegramente la solera en hormigón. Esta variante precisa también reducir la altura de los andenes en varias estaciones y podría ser la opción elegida por SBASE, la cual implicaría un cierre prologando de la Línea B.

Una tercera solución, utilizar los CAF 6000 en otra línea, pero fue descartada por la incompatibilidad de gálibo. Los CAF 6000 requerirían complejas y costosas obras de ensanchamiento de túneles para operar en las demás líneas de la red. En la Línea E, con la que más se especuló, el tramo más comprometido sería el túnel nuevo entre San José y Bolívar, lo que contrasta notoriamente con el argumento oficial de SBASE de que las modificaciones en la línea B apuntan a estandarizar la infraestructura.

Según el portal enelsubte.com, la obra que ocasionaría que la línea B deba cerrarse por varios meses es para retirar el balasto, cavar y reconstruir la solera del túnel en hormigón, fijando los durmientes sobre el mismo. Mientras tanto, algunas obras comenzaron y por eso la línea brinda un servicio reducido: de lunes a viernes de 6 a 22 y los sábados de 6 a 13. Los domingos y feriados directamente no funciona.

En SBASE son optimistas y anuncian, más allá de los inconvenientes citados, que los nuevos coches entrarán en funcionamiento durante el primer trimestre del año próximo.

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