Trascendieron los detalles del delito que cometió en 2001 el asesino de Nadia Arrieta


Néstor Maximiliano Montiel, detenido por el crimen de Nadia Arrieta, fue condenado en 2004 a 18 años de prisión. Esta información había trascendido antes de que fuera detenido cuando sus huellas fueron cotejadas en el AFIS y se conoció la información que era un convicto que había cometido un hecho en el 2001. Lo que puso saberse ahora, luego de su detención fueron los detalles de ese delito por el que fue condenado. El horror de lo que cometió debería haber anticipado que si recobraba la libertad iba a volver a delinquir.
Los datos de Montiel surgen del fallo del Tribunal Oral en lo Criminal 2 de Morón, por el que el 15 de marzo de 2004 Montiel (38) fue condenado por «robo agravado por el uso de arma, privación ilegal de la libertad agravada por violencia, abuso sexual agravado por el uso de arma, homicidio calificado por alevosía reiterado, en grado de tentativa, todos en concurso real entre sí».
En el fallo, los jueces Susana Beatriz Ragonese, Osvaldo Fabián Cedarri y Aníbal Víctor Termite, precisan que todo ocurrió el 4 de octubre de 2001, entre las 22.15 y la medianoche, en una casa del partido bonaerense de Hurlingham, cuya dirección se reserva para preservar a las víctimas.
Los magistrados señalan que Montiel, que tenía 21 años, se hallaba de visita en ese hogar donde lo consideraban «un sobrino más», ya que su padre biológico era medio hermano de la madre de familia y cuñado del padre.
Según reconoció Montiel en su indagatoria, luego de haber ido al baño a aspirar cocaína, tomó un cuchillo que llevaba consigo -lo mismo que sucedió en el caso Arrieta-, y se lo colocó en la garganta a la chica de 15 años e intimidó a sus padres y al hermano para que le entregaran dinero.
Siempre según el fallo, Montiel obligó al hijo a inmovilizar con «cinta de embalaje» -de la misma forma fue amordazada y maniatada Arrieta-, a sus padres y la adolescente tuvo que hacer lo mismo con su hermano, para finalmente él mismo maniatar a la chica con la misma cinta.
«Siempre intimidándolos con el cuchillo, los obligó a ir a distintas habitaciones de la casa, adonde los aisló, tras lo cual se apoderó ilegítimamente de la suma de 1.800 dólares que la familia guardaba como fruto de su ahorro, como así también de alrededor de por lo menos 25 pesos que tenían consigo dos de las víctimas», agrega la sentencia.
El TOC 2 relata que en el cuarto de la adolescente «cuando la misma estaba reducida y atada del modo antes aludido, valiéndose del cuchillo en cuestión, le quitó parte de su ropa», abusó de ella manoseándola y se masturbó.
Los jueces señalan que «con el claro propósito de quitarle la vida para lograr su impunidad, la hizo colocar boca abajo, le cubrió la cabeza con una almohada y le aplicó varias puñaladas en la región cervical, a ambos lados del cuello y en la región supraesternal, hasta que creyéndola muerta la abandonó y salió del cuarto».
Según lo acreditado en el juicio, Montiel hizo lo mismo con el hijo a quien «teniéndolo atado y a su merced, también le aplicó, arteramente, varias puñaladas en el hemitórax derecho».
La madre de los nombrados «en un intento por impedir que Montiel lesionara a su hijo, y estando aún atada de pies y manos, se abalanzó sobre él, siendo que éste, con el mismo propósito anteriormente anunciado, le asestó múltiples puñaladas en distintas partes del cuerpo, pese a lo cual logró salir de la casa para solicitar ayuda».
El último en ser atacado fue el hombre a quien, con el cuchillo de pesca que había llevado, Montiel lo apuñaló «produciéndole diversas lesiones en la cabeza, en la cara, oreja y mano, e inmediatamente se dio a la fuga con el botín».
En el juicio, el hombre describió el ataque como una «lluvia de cuchillazos» y contó que al apuñalarlo en el cráneo, Montiel rompió la punta del cuchillo que le quedó clavada en la cabeza.
La madre recordó que el ataque empezó cuando miraban el programa «Videomatch» y ella cocinaba y que al apuñalarla en el rostro, Montiel le rompió «varios dientes».
Ambas víctimas le contaron al tribunal que por el ataque, sus dos hijos estuvieron un año en silla de ruedas y que la chica casi queda cuadripléjica.
La hija señaló que Montiel la puso en la cama, le cortó la bombacha y la remera con el cuchillo, dio detalles del abuso y recordó que cuando la colocó boca abajo, la apuñaló en el cuello y creyó que estaba muerta.
Además, dijo que cuando su padre fue a auxiliarla, le dijo: «Te quiero mucho pero me quiero morir».
Al haber sobrevivido las víctimas, Montiel fue denunciado y detenido a los pocos días.
Por esta causa Montiel, detenido ayer por el femicidio de Arrieta, estuvo preso desde 2001 a 2014, cuando la Sala I de la Cámara de Apelaciones de Morón le otorgó la libertad condicional, pese a que la jueza de Ejecución Penal se oponía.
Arrieta (31) fue encontrada asesinada el jueves al mediodía en su negocio de venta de regalos llamado «NyB», en avenida Pedro Díaz 596, casi esquina Gluck, de Villa Tesei, partido de Hurlingham.
Estuvo prófugo desde el sábado por la noche hasta que ayer fue detenido en la localidad bonaerense de Sarandí cuando iba a encontrarse con su pareja.
Montiel, detenido por el crimen de Nadia Arrieta, será alojado en la Alcaidía Departamental de San Martín, tras una orden de una jueza de garantías para que el Servicio Penitenciario Bonaerense le otorgue un lugar en una cárcel.
El detenido estaba esta tarde alojado en la comisaría 2da. de Hurlingham, por lo que la jueza de Garantías 6 de Morón, Luisa Casabayo, ordenó con carácter de «urgente» un cupo para el acusado.

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