Tres ladrones muertos en dos hechos policiales

muerto en palomar
Con pocas horas de diferencias, Hurlingham fue escenario de dos hechos en los que murieron tres malvivientes. Uno murió cuando tras forcejeo una bala le perforó el estómago, otro murió en un tiroteo y el otro se suicidó cuando se vio cercado por la policía.

El primero de los episodios se registró en la tarde del domingo 19. A eso de las 3 de la tarde, tres individuos interceptaron al dueño de un Ford Focus en Hurlingham y se dieron a la fuga. Efectivos de la policía bonaerense salieron a la búsqueda de los tres hombres,

Uno de los asaltantes quiso esconderse en una casa deshabitada ubicada sobre la calle Villarroel. Ubicado por la policía, rodearon la propiedad, y al verse cercado se quitó la vida de un balazo en la cabeza.

La persecución a los otros dos ladrones siguió por las calles de Hurlingham, ya en el límite con El Palomar. Fue en esa zona que el tercero de los delincuentes fue apresado. El tercer ladrón pudo eludir a balazos el cerco policial. En Villa Tesei amenazó al dueño de un automóvil Chevrolet Monza color gris con el que llegó a Ciudad Jardín, allí tres móviles del Comando de Patrullas lo alcanzaron y se generó otro tiroteo, tras el que cayó abatido el malhechor. El hecho se produjo en Aviador Germán Wernicke esquina Aviador Franco.

El segundo caso se produjo en Conscripto Bernardi al 1000. Allí un ladrón adolescente, de 16 años, murió de un balazo en el estómago tras dispararse el arma que empuñaba luego de forcejear con un hombre que intentó evitar el asalto de su casa.

El pibe murió baleado en el estómago tras dispararse el arma que empuñaba, luego de forcejear con un hombre de 65, a quien pretendió asaltar en la puerta de su vivienda. El joven ladrón estaba acompañado por otros tres cómplices que lograron fugarse. Todo ocurrió el jueves 16 a las 21.10, cuando Miguel Cáceres, de 65 años, su hijo Leandro, de 32, y el bebé de este último arribaron en un Chevrolet Corsa a su vivienda, en Bernardi al 1000. De repente aparecieron tres sujetos armados que bajaron de un Ford Kinetic gris, amenazaron a Miguel y Leandro Cáceres y les exigieron la entrega del coche. Pero el hombre mayor se resistió al robo, forcejeando con uno de los ladrones. En ese forcejeo se disparó el arma y la bala impactó en el estómago del ladrón. Herido subió al Chevrolet de los Cáceres conducido por otro miembro de la banda. Los otros dos se escaparon en el Ford en el que vinieron. Pero un par de cuadras después, la banda abandonó el Corsa con el cadáver del maleante que había quedado herido.

Fuentes judiciales informaron que el ladrón muerto era Julián Payet, de 16 años. El occiso yacía en el asiento delantero derecho del automóvil sustraído.

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