Por José Luis Soria. Tras la sesión del viernes 19 de agosto, en la que se discutió la Ordenanza Fiscal e Impositiva, el concejal de Cambiemos, Alfredo Carrasco, justificó el porqué de su ausencia en el recinto, dejando en claro lo que podría ser una ruptura en el bloque macrista. Carrasco expresó «Desde nuestro lugar como concejales de Cambiemos y parte del Equipo de Lucas Delfino, no estamos dispuestos a aprobar una modificación de impuestos que perjudica notoriamente a nosotros, los vecinos. No queremos ser cómplices del aumento que plantea el Intendente para nuestro municipio, por eso decidimos estar ausentes en la sesión. Nuestro lugar es estar del lado del vecino.» Los otros de concejales de Cambiemos, Pablo Sívori y Marianela López, no solo fueron a la sesión sino que además aprobaron la ordenanza Fiscal e Impositiva. Lo que Carrasco dejó en claro con su declaración, es que ni Sívori ni López están al lado de los vecinos. Y para rematarla, en el comunicado de prensa resaltan que «pese a la disconformidad y negativa de algunos concejales como Carrasco, en la sesión del Concejo se aprobó con el voto afirmativo de la totalidad del bloque oficialista la nueva ordenanza fiscal e impositiva y, junto con esto, el otorgamiento de facultades extraordinarias para la toma de decisiones de forma unilateral por parte del Intendente Zabaleta» y nada dice sobre los otros concejales de Cambiemos que acompañaron el proyecto oficial con su voto positivo.
Las diferencias evidenciadas en el bloque de concejales de Hurlingham son un reflejo de lo que ocurre a niveles superiores entre el gobierno nacional y provincial. Es que los celos de funcionarios de la Casa Rosada hacia la gobernadora María Eugenia Vidal, (por la mejor imagen que esta tiene en contraposición al descenso en la consideración pública de Mauricio Macri) empiezan a generar una relación más que áspera.