El caballo robado en Hurlingham que apareció muerto, puso en relieve la impunidad de la que goza el cuatrerismo

Por Alejandra Ortiz

Un caballo que había sido rescatado del maltrato animal por una vecina de Hurlingham, fue robado y encontrado con serias heridas producto de haber sido apaleado salvajemente, golpiza que le terminó ocasionando la muerte. Detrás se esconde un turbio negocio que mueve millones de dólares y llega a varios puntos de todo el mundo.

La historia de «Gato», un caballo overo negro es conmovedora y trágica.

En setiembre de 2018, en una peregrinación gaucha a Luján, a la altura de Morón, el grupo Rescatistas Unidos Zona Oeste vieron a ese overo al que le costaba caminar, muy flaco, lastimado y débil, después de estar muchos años, día y noche, tirando de un carro de una familia de cartoneros. El caballo, al que llamaban «Gallito» fue retenido en un puesto de control, recuperado y entregado en adopción a Susana, una vecina de Hurlingham que lo rebautizó como «Gato».

Con Susana el animal recuperó peso, cambió su pelaje y mejoró su estado de salud, en el barrio empezó a ser un personaje muy popular. Pero el bienestar de «Gato» terminó el 17 de mayo.

Esa mañana «Gato» desapareció. Una cámara dejó registrado como dos personas lo robaron de un terreno alambrado de Hurlingham, donde iba a comer. En la filmación no pudo identificarse a los ladrones. Se realizó la denuncia policial y el proteccionismo animal se movilizó para encontrarlo.

Claudia Favano, fundadora de Rescatistas Unidos Zona Oeste fue una de las que viralizó el caso.

Una criadora de caballos, extranjera radicada en Buenos Aires, ofreció una recompensa de 100 mil pesos para quien develara su paradero.

Isabel de Estrada de la Fundación Zorba, dedicada a la protección animal, advertía que el tiempo era un factor vital para poder encontrar a «Gato» sano y salvo y arriesgó la hipótesis de que podía ser trasladado a un matadero clandestino.

Al día siguiente el overo apareció. Un nene lo encontró tirado al costado de un arroyo a pocas cuadras del Acceso Oeste, en el partido de General Rodríguez, estaba herido y con una pierna quebrada.

«La difusión que hicimos seguramente hizo que no lo pudieran vender. Entonces habrán pensado que lo devolvían, pero todo roto. Es un mensaje mafioso», aseveró Claudia Favano. El padre del nene que encontró al caballo dio aviso a la Patrulla Rural y se contactó con la dueña para avisarle donde estaba, aunque rechazó la recompensa.

«Gato» fue llevado al Centro de Rescate y Rehabilitación Equino (CRRE) para ser intervenido, pero a las pocas horas murió.

El caso de «Gato» es tan solo uno, pero se ha convertido en un emblema. Tanto, que las proteccionistas de animales impulsarán que el 27 de mayo, día en el que el overo apareció quebrado en General Rodríguez después de ser robado, sea declarado Día de la Lucha contra el Cuatrerismo.

«Su historia es la de cientos de caballos en nuestro país. Las pocas organizaciones que funcionan, intentando detener esta realidad, hacen todo lo que pueden. Pero, a pesar de ello, la gran mayoría morirá en un río o una zanja agonizando, o llegará al probable destino para el que fue robado: el matadero. En su defecto, será faenado por el camino» afirmó Isabel de Estrada.

La representante de la Fundación Zorba explicó que «la Argentina exporta el 60 por ciento de la carne de caballo del mundo y no cría caballos para carne. ¿De dónde provienen entonces esos caballos? Del robo, de las crías, de las carreras, del polo, de todos los caballos descartados de nuestro país cuando no sirven más». De Estrada indicó que en la Argentina «hay cuatro frigoríficos habilitados» para faenar carne equina, aunque denunció que es muy común que se falsifique documentación sobre los animales. «En Europa es carne gourmet. La mayoría de los caballos que se roban van a parar a los frigoríficos, algo que también sucede con los caballos de deportes, como el polo o turf, que van al mata-dero después de su vida útil».

Al equino le habían cortado la crin, que tiene también un uso comercial poco regulado: se utiliza para hacer variados productos, que van desde joyas hasta instrumentos musicales y colchones de lujo en Europa.

«Es un secreto a voces el robo de caballos en Bella Vista, Tres de Febrero, San Martín, Hurlingham. Son partidos en donde no hay control y son un paso de caballos robados», denunció Favano. «En nuestro país solo tenemos noticias de este flagelo cuando un caballo cae exhausto en medio de la calle y la gente reclama por justicia», agregó.

En el partido de Morón existe desde 1986 una ordenanza de prohibición de circular en carro; en Hurlingham apenas se convirtió en Municipio en 1996, el entonces intendente Juan José Álvarez prohibió la tracción a sangre. Sin embargo los carros siguen circulando sin mayores impedimentos.

En algunos distritos se intentó un recambio para los recuperadores urbanos (por ejemplo se les otorgaron ciclomotores a cambio de entregar los animales), pero se está muy lejos aún de eliminar ese tipo de explotación animal y el destino de «Gato» es solo un ejemplo de casos que se repiten a diario.

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