Miguel Sosa y José Bedini, emprendedores gastronómicos

nota-9

Por Raúl Coria.

Muchas veces se dice que Hurlingham tiene un estilo, pero no siempre esa característica urbana se respeta en el centro de la ciudad. Sin embargo hay emprendedores que tienen la cualidad de innovar al tiempo que afianzan la esencia de la ciudad. Uno de esos emprendedores, y materia gastronómica es Miguel Sosa, responsable de La Casona del Retiro, uno de los restaurantes que más creció en el distrito, y reconocido fuera de él. La buena atención, los exquisitos platos en un lugar tradicional y pintoresco resulta ser una receta infalible.

Con la intención de ampliar sus horizontes gastronómicos Miguel se asoció a José Bedini, otro emprendedor que apuesta al buen gusto, a la calidad de sus productos y a la cordialidad en su atención, así lo demuestra en su renovado Amelie Bistró, Café y tienda de Comidas, ubicado en O´Higgins 950.

Sosa y Bedini armamos una sociedad llamada Polo Gastronómico Buenos Aires, que entre otras cosas se hizo cargo del predio deportivo que comparten el Club Retiro y el Instituto Cultura Roca (Deutsche Schule) más los diferentes espacios gastronómicos que tiene el Hurling Club.

Para Miguel «La Casona siempre se está innovando y renovando permanentemente, con diferentes cartas de vinos, nuevos platos, y eventos muy atractivos. Por ejemplo, Expovino, que comenzó en el 2015. Allí arranca una relación comercial con José Bedini, con quien armé una sociedad de donde surgieron varias cosas. Por ejemplo tomamos la concesión del campo de deportes del Colegio Roca y del Club Retiro, y allí estamos haciendo una oferta gastronómica muy interesante. El predio para los que no lo conocen es un campo de deportes amplio donde se puede hacer un picnic, ya que cuenta con parrillas y es realmente muy lindo para ir a pasear en familia, y nosotros pusimos un bufet donde hay cafetería, tenés minutas, platos de pastas y otras especialidades. Nosotros cubrimos todas las actividades deportivas tanto del Club Retiro como del Colegio Roca. Hay que aclarar que está abierto para todas aquellas personas que tiene relación con estas dos entidades. En este lugar estamos desde febrero y la verdad es que tuvimos un año muy lindo, con muchos eventos».

Por otro lado desde septiembre también tomaron la concesión del Hurling Club, un lugar que «tiene una historia muy grande acá en Hurlingham y fue un honor que hayan pensado en nosotros para poder gestionarlo. Después de ajustar algunas cositas estamos acá trabajando muy bien, con gente de la comunidad irlandesa que como todos tienen sus particularidades y sus demandas a las que cuales tuvimos que adaptarnos y acostumbrarnos a sus gustos y a este tipo de público. Cada lugar, cada restaurante tiene su público con su idiosincrasia, y la verdad que fue muy bueno el desafío de ver el movimiento del club que muy grande. En el Hurling tenemos el típico bar irlandés, que para mí es el más lindo de toda la zona, con una muy buena barra, grande toda en madera, todo cerrado con un vitró, con los escudos de las familias fundadoras del club. Tenemos un restaurante que se usa como salón de eventos, que es grandísimo, moderno porque tiene climatización central, buena iluminación, la verdad que muy agradable, un bufet, para los terceros tiempos, más una parrilla entre las canchas de hockey y de rugby donde se ponen mesas al aire libre y que genera un entorno muy lindo. O sea, cuando un socio va al club un fin de semana tiene muchas opciones para elegir, esto es, una amplia oferta gastronómica para poder degustar».

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here