Denuncian a una empresa y al exintendente Acuña por la construcción de un barrio que se hunde

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Son 296 viviendas inauguradas en 2008. El barrio se construyó sobre una tosquera rellena de escombros. Un año después la mitad quedó con serio riesgo de derrumbe. El escandaloso rol de Mariano Baud, hijo del constructor denunciado, hoy asesor del Instituto Provincial de Vivienda, que supervisa las obras que hace su papá.

Una denuncia firmada por el secretario de Obras Públicas Gustavo Linares, y patrocinada por el titular del Juzgado de Faltas N° 2, Xavier López, fue presentada en la justicia para que se investiguen «hechos que podrían resultar penalmente reprochables» en la construcción, desarrollada entre 2006 y 2011, de 296 viviendas en el Barrio Mitre. La presentación se refiere a las condiciones del suelo sobre el que fue edificado el barrio Nuevo Mitre que en su gran mayoría hoy sufren graves deterioros en su estructura. Los denunciados son el ex intendente municipal, Luis Emilio Acuña y la empresa constructora del ingeniero Raúl Baud S.R.L.

Días atrás, el periodista Federico Trofelli reseñó en el diario Tiempo Argentino que «en 2008, la entonces presidenta Cristina Fernández inauguró 296 casas en el marco de un Plan Federal de Viviendas. Menos de un año más tarde, la mitad de las unidades se habían literalmente hundido. Es que gran parte de la obra se realizó sobre una tosquera rellena de escombros, y los suelos, aún hoy, no terminaron de asentarse». En el mismo informe se detalle que «un estudio técnico encargado por el intendente, Juan Zabaleta, dada ‘la ruina que presentan las construcciones y la infraestructura del barrio’, arrojó resultados irreversibles: ‘La causa indiscutible de los daños producidos y con riesgo cierto de producirse en el futuro, corresponde a los vicios de suelo».

La demanda iniciada por el Municipio cuenta con un antecedente individual. Se trata de un expediente que se presentó en 2014 en el Juzgado Federal 1 de San Martín. En ese entonces, la vecina Pabla Modesta Villagra reclamó la adaptación de su domicilio a la discapacidad de su marido Gustavo Oscar Morales, que padece esclerosis múltiple progresiva. El argumento usado por la familia fue que, cuando adquirieron dicha unidad habitacional, lo hicieron dentro del listado de personas que precisaban adaptación funcional de la vivienda pero que, según sus propios dichos, «tomó la vivienda igual a riesgo conocido de que si no la tomábamos podíamos quedarnos afuera, porque se hizo entrega de las casas de manera vergonzosa». (Ver recuadro).

Esta anomalía y su tratamiento llevó a la posterior y urgente recorrida del barrio por las autoridades municipales locales actuales, quienes tomaron conocimiento del «lamentable estado de situación» en que se encuentran las viviendas. Muchas de ellas corren «riesgo cierto» de derrumbe porque se hallan edificadas sobre la misma platea (cimientos comunes) de construcción. Del pormenorizado estudio de la problemática surge lo que podría resultar constitutivo de un obrar típico en términos penales.

La ruina producida en las viviendas se debió al posible soslayamiento y fraude en los estudios de suelo, es decir, ya era de conocimiento de las altas autoridades del municipio, más concretamente del ex intendente Luis Acuña. La denuncia adjunta una nota de aceptación «de una circunstancia de suelo determinada sobre una superficie térrea a la cual el mismo fiduciario se compromete a acondicionar», lo que estipulan las autoridades locales «es una clara prueba de conocimiento de esas condiciones del suelo y sus deficiencias, dando como resultado el grave estado de situación».

Las consecuencias de no haber tenido en cuenta la base para la construcción están a la vista: rajaduras en los frentes; los pilares de los medidores de servicios torcidos; asfaltos partidos y montados entre sí; paredes y techos partidos. En varias esquinas y bocacalles, el agua estancada forma lagunas. Esto ocurre incluso sin que llueva. La explicación es sencilla: las tuberías

subterráneas se fueron rompiendo por el movimiento de los suelos y el agua fluye hacia la superficie. Lo mismo pasó con los caños de las cloacas, aunque esta acuciante situación habría sido saneada. En diferentes oportunidades la empresa intentó expiar culpas. Primero adujo que los propios vecinos arrojaban sólidos por las cañerías y por eso se rompían. Luego argumentó que los problemas se debían a la construcción de medianeras realizadas de manera clandestina por los frentistas.

En la demanda, presentada en la Fiscalía 1 de Morón, a cargo de Sebastián Basso, los firmantes explicitan: «No sólo el señor Acuña y los técnicos que contrató resultarían responsables sino que la firma Ingeniero Raúl Baud S.R.L no sólo cotejó tales estudios de suelo sino que los avaló mediante la participación de su profesional designado, la arquitecta Berta Susana López, por tanto la connivencia y participación de esa empresa sería igual de reprochable penalmente».

BAUD, PADRE E HIJO

Hace unas semanas, Pabla Villagra firmó un acuerdo con el administrador general del Instituto de Viviendas, Evert Van Tooren, para que la provincia se haga cargo de las reformas de su vivienda dañada. Quien dio el visto bueno fue Mariano Baud, asesor de ese organismo e hijo de Raúl Baud, titular de la empresa que lleva su nombre, responsable de la construcción de las viviendas del Barrio Nuevo Mitre. Mariano fue además gerente comercial de la empresa paterna, y ahora, desde su lugar en la gestión de María Eugenia Vidal, es el que dio el visto bueno para que el gobierno bonaerense cubra los costos de las reformas en la vivienda de Pabla Villagra, estimados en unos 300 mil pesos. El periodista Federico Trofelli subraya que Mariano Baud «decide si la provincia paga o no millonarias cifras para refaccionar las obras mal construidas por la empresa de su padre».

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