Hace 5 años se aprobaba en el Congreso Nacional la creación de la universidad

La Universidad nació en medio de críticas feroces: la universidad sin alumnos, la universidad fantasma, un capricho kirchnerista… hoy cinco años después, miles de alumnos pueden desmentir esas falsas acusaciones. La reseña de esas jornadas históricas.

El miércoles 19 de noviembre de 2014 la Cámara de Diputados de la Nación convirtió en Ley el proyecto de creación de la Universidad de Hurlingham. Hubo algunas abstenciones (muchos del radicalismo), varios ausentes (casi todos del Frente Renovador) y un puñado de diputados que votaron en contra (casi todos del PRO). Los que no quisieron votar o votaron de manera negativa, reclamaron que la iniciativa vuelva a comisión. En las discusiones informales algunos radicales afirmaron que se trataba de «un proyecto hecho a las apuradas», que solo persigue un «interés partidario y electoralista» por parte de un sector del peronismo. Esos radicales desconocían, obviamente, que la idea de crear una Universidad en el distrito provino justamente de un radical y que lejos de ser un proyecto hecho a las apuradas, era una iniciativa que tenía más de 15 años de idas y venidas.

A poco de que Hurlingham lograra su autonomía municipal, algunos referentes sociales y políticos del flamante distrito comenzaron a soñar con la posibilidad de crear una Universidad, pero eran tantas las necesidades del municipio recién nacido que la idea de abrir una Casa de Altos estudios se postergó. Recién el 8 de mayo de 2001, ingresó en la mesa de entradas del Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza para declarar de «interés social y municipal» la creación de la Universidad Nacional de Hurlingham. El impulsor del proyecto fue el radical Víctor Stefanoni y llevaba las firmas del presidente del Concejo Deliberante, Luis Acuña; del concejal frepasista José Luis Nanoia, de la radical Gloria Elías y de los concejales del PJ, Esther Barrionuevo, José Palacios y Alfredo Vilaboa. El viernes 11 de mayo de 2001 se aprobó por unanimidad. Poco después se estableció como sede fundacional el Instituto Mariano Moreno y quedó conformada la Comisión Organizadora Pro Universidad Nacional de Hurlingham, que tuvo como presidente ejecutivo a Norberto Genaro Larroca; los vocales fueron Roberto Pascualino, Elsa Suárez Kimura; Gloria Imwinkelried y Enrique Omar López. Rosa Lixon fue elegida como representante de la comunidad educativa y designaron como presidente honorario al intendente Juan José Álvarez. Para ese entonces ya existían otras universidades en el Conurbano creadas a fines de los 80 y principios de los 90, como La Matanza y Quilmes (1989), San Martín (1992), General Sarmiento (1993); Lanús y Tres de Febrero (1995). Luego esa tendencia se detuvo. Obviamente era absurdo pensar que durante un gobierno como el de la Alianza, que decidió reducir el presupuesto en educación y achicar sueldos de docentes, fuera capaz de crear una Universidad. Pese a todo Stefanoni no perdía las esperanzas, incluso cuando se le dijo que era, por lo menos, inoportuno impulsar ese proyecto en esos tiempos, Stefanoni respondió que «siempre se puede soñar en grande, aun en los peores momentos y que esos sueños hay que explicitarlos y trabajarlos para que se concreten».

Las cosas cambiaron con la llegada del kirchnerismo. Sólo en el 2009 se crearon las Universidades de Avellaneda, Moreno, Merlo, Florencio Varela y José C. Paz. Este nuevo impulso hizo recrear las esperanzas de quienes soñaron con una Universidad local. Así exactamente 11 años después de aquel proyecto aprobado en el Concejo Deliberante, el 12 de mayo de 2012, Enrique López, Stefanoni y Alberto Portillo, reimpulsaron la comisión con la colaboración de la Casa de la Cultura de Hurlingham. La última comisión la integraban además de los citados, Diego Bur, Juan Castellanos, Erika Escudero, Patricia Fernández, Daniel Ferreiro, Claudio Larriviere, José Luis Parada y Alberto Quinteros.

En junio de 2013, Víctor Stefanoni llevó el proyecto de la Universidad al candidato a concejal del Frente para la Victoria Juan Zabaleta, para que este pudiera darle impulso desde el Senado de la Nación. «No me importa quien se lleva el rédito político -dijo Stefanoni-, me importa que la Universidad se haga realidad. Dentro de 100 años la universidad va a ser de sus estudiantes y de la comunidad, nadie se va a poner a discutir de quien es la iniciativa» y agregó: «Afortunadamente los políticos pasan y las universidades quedan».

El encuentro entre Stefanoni y Zabaleta, -que no se conocían- fue a través de Rody Rodríguez, en los estudios de FM Blog, durante el programa Radio Al Día. Zabaleta tomó la posta y en setiembre del 2013 el proyecto se presentó en el Senado de la Nación con la firma de los senadores Aníbal Fernández, Miguel Ángel Pichetto y María Laura Leguizamón. Con esa presentación, realizada en el salón Arturo Illia de la Cámara Alta, Juan Zabaleta junto a Víctor Stefanoni, -que fue acompañado por Leandro Illia, el hijo del ex presidente radical- daban un empuje inmenso hacia la concreción del proyecto. En ese acto, Zabaleta expresó «nos planteamos dedicarnos a la política con mayúsculas porque los sueños que uno tiene hay que transformarlos en realidad».

No fue un camino fácil, los entonces opositores de Zabaleta en Hurlingham, ninguneaban la iniciativa que años antes habían respaldado y ahora decían: «son proyectos de publicidad electoral».

El 13 de noviembre llegó la aprobación por unanimidad en el Senado y así obtuvo la media sanción. A partir de esa aprobación, una serie de especulaciones pretendieron demostrar que la iniciativa quedaría cajoneada por divergencias internas dentro del Frente para la Victoria. Se sumó también a la campaña contra la Universidad, el diario Clarín, que publicó algunas notas -incluso un editorial- descalificando el proyecto. Finalmente el 19 de noviembre la Cámara de Diputados de la Nación con 136 votos favorables aprobó la creación de la Universidad Nacional de Hurlingham.

La vicepresidenta de la Comisión de Educación de la cámara baja, Stella Maris Leverberg explicó los fundamentos de la creación de esta nueva casa de estudios, al argumentar que esta Universidad significará mayor desarrollo para los 180.000 habitantes de Hurlingham, quienes desde ahora tendrán acceso a los estudios universitarios. A su vez, el diputado del FPV Martín Gill, recalcó la decisión del Gobierno Nacional de darle «impulso a la Educación y como parte de esta política acercar y generar ofertas y posibilidades educativas en distintos distritos y puntos del país para acercar la Universidad a los chicos». Desde el radicalismo, el diputado Mario Barletta pidió que la iniciativa vuelva a comisión. «No se puede crecer al mero impulso de un pedido» dijo. Los planteos de los legisladores que se oponían al proyecto, se basaron en una opinión del Consejo Interuniversitario Nacional que recomendó «solicitar mayor información y una ampliación del proyecto de factibilidad…». Los integrantes del bloque del Frente para la Victoria, respondieron que el proyecto había sido «profundamente discutido». Recordaron también que la iniciativa ya contaba con la aprobación unánime del Senado, calificando de «muy sólidos» los «fundamentos del proyecto.

Finalmente, el presidente de la Cámara baja, Julián Domínguez llamó a votar a los 192 diputados presentes, de los cuales 134 votaron por la afirmativa y 16 por la negativa, registrándose 41 abstenciones. Juan Zabaleta, impulsor del proyecto, destacó: «Estamos orgullosos de que nuestros diputados hayan hecho ley este viejo anhelo de todas las vecinas y vecinos de Hurlingham, quienes desde ahora podrán tener una universidad para el desarrollo, para la inclusión y para la integración de todos los sectores económicos y sociales del distrito y de la región».

LA HORA DE LOS VOTOS

Ese 19 de noviembre hubo 16 diputados  (todos del PRO) que se opusieron a que Hurlingham tenga universidad. Entre ellos, votaron por la negativa la ex funcionaria de Hurlingham y todavía ministra Patricia Bullrich y los famosos Miguel del Sel y Carlos Mc Allister

La mayoría del radicalismo se abstuvo, lo mismo hicieron los diputados del Frente de Izquierda Néstor Pitrola y Nicolás del Caño y la jefa del GEN, Margarita Stolbizer. La única representación parlamentaria que tenía Hurlingham en la Cámara de Diputados era Azucena Ehcosor, (esposa del entonces intendente Luis Acuña), que como la mayoría de sus compañeros del massismo, estuvo ausente, evitando así tomar una postura clara con respecto a un hecho trascendental para su distrito.

Además de los votos favorables de los diputados del Frente para la Victoria, la  creación de la Universidad contó con la aprobación de algunos radicales como Ricardo Alfonsín, un par de legisladores del Frente Renovador, legisladores de Nuevo Encuentro como Carlos Heller y otros como Facundo Moyano o Alcira Argumedo.

Hoy, cinco años después, con más de 20 carreras y con un próximo período que puede llegar a contar con 20 mil alumnos, no hay dudas que su creación -junto con la ley de autonomía municipal-, fue la noticia más importante en la historia de Hurlingham.

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