Sergio Massa arrancó su campaña 2015 en un almuerzo con varios dirigentes jóvenes, en un country en Pinamar. Había varios intendentes, como Gabriel Katopodis (San Martín), Gustavo Bevilacqua (Bahía Blanca), Germán Di Cesare (Gral. Alvarado), Javier Mignaquy (Gral. Viamonte), Carlos Puglieli (San Andrés de Giles) y Marcela Passo (Gral. Lavalle). También estuvo el ex ARI, Adrián Perez, el senador provincial, Sebastián Galmarini y los dirigentes Martín Marinucci de Morón, Walter Queijeiro de Quilmes y Rodrigo Alvarez de Hurlingham, entre otros.
En la charla con sus seguidores, Massa insistió con conceptos que incomodan a los barones del conurbano que vienen gobernando sus distritos hace más de una década. “Ustedes son hijos de la democracia” les dijo y les pidió «construir una épica de la esperanza”, instándolos a “jubilar a la eternidad» en el poder. Massa citó al gobernador de Formosa, Gildo Insfrán y al kirchnerismo en Santa Cruz, pero la frase está atada a su proyecto de «cortar la reelección indefinida de los intendentes» a la que hizo referencia en el programa de Mirtha Legrand, cuando dijo “el problema de las reelecciones indefinidas es perder la esencia. Se tienen que bancar que yo les ponga el límite”.
En la mesa de la señora televisión, Massa afirmó: “en el frente Renovador hay gente que se tiene que ir de su cargo, como algunos intendentes, el límite es para todos, no hay coronita.”
Esta primera puesta en escena de campaña con Sergio Massa comiendo milanesas a la napolitana con jóvenes de su espacio político, no hace más que reforzar esa idea y poner en alerta a varios viejos intendentes.
Uno de ellos es Luis Acuña, socio del intendente Jesús Cariglino de Malvinas Argentinas. Acuña es intendente desde el 2001, Cariglino desde el 1995. Otro caracterizado barón del conurbano es Raúl Othacehé, intendente de Merlo desde 1993.
Estos tres intendentes suelen ser los más cuestionados por el ala más renovadora del massismo y por los asesores más cercanos de Sergio Massa.