Comisión por la Memoria: “No estamos solos”

Comisión por la Memoria de Hurlingham

Por Augusto Erbin ||

Odila Casella de De Pedro y Miriam Cervantes integran la Comisión por la Memoria, Verdad y Justicia de Hurlingham. No fue fácil para los integrantes de esta comisión trabajar en un distrito como Hurlingham, en el que las autoridades municipales mostraron un notorio desinterés en materia de Derechos Humanos.

Pese al preocupante desinterés por los Derechos Humanos por parte de la gestión de Luis Acuña, en los últimos tiempos, los apoyos a la tarea de la Comisión por la Memoria, Verdad y Justicia de Hurlingham se fueron multiplicando y las actividades se hicieron cada vez más notorias, como ejemplo la conmemoración por el Día de la Memoria, el pasado sábado 21 en Jauretche y Richieri, con una intensa participación de vecinos y familias.

“Todo esto nos llena de orgullo”, dice Odila, “porque más allá del trabajo que hacemos nosotros, es sentir que no estamos solos y que cada vez más gente se interioriza y quiere saber”, explica la integrante de la Comisión por la Memoria.

La realidad es que toda participación de la gente y acercamiento de vecinos ayuda. Porque desde la Comisión entienden que el desarrollo de actividades en el distrito ayuda a conocer los puntos de vistas del vecino que colabora contándoles cosas que les permite hilvanar historias sucedidas en aquellos años de plomo. En definitiva, la sociedad es también la que colabora en el trabajo de la búsqueda de la verdad y la justicia.

Hurlingham como distrito sufrió mucho la época de la dictadura militar del ´76. Es que el distrito, que en aquella época formaba parte del partido de Morón, estaba ubicado en un lugar tristemente estratégico: al lado del Colegio Militar y la Iª Brigada Aérea del Palomar, al lado de Campo de Mayo (con 4 centros clandestinos de detención: El Campito, La Casita, Prisión militar de encausados y el Hospital Militar), al lado de la VIIª Brigada Aérea de Morón, y del centro clandestino de la Mansión Seré conocido como «Atila».

“La mayoría de los compañeros que fueron secuestrados en Hurlingham pasaban por estos centros clandestinos”, afirma Odila.

El recorrido de los secuestros por estos ámbitos era moneda común ya que Hurlingham se transformó en un centro geográfico neurálgico para el desarrollo de los grupos de tareas llevada adelante por la represión ilegal de las Fuerzas Armadas. El recorrido que hacían los grupos de tareas trasladando a los secuestrados desde Capital tenía su paso obligado por la zona.

La Comisión por la Memoria, Verdad y Justicia de Hurlingham viene trabajando sobre la ampliación de la difusión de las víctimas de la represión ilegal, mostrando sus fotos, dónde estaban cuando fueron detenidos y contando algo de sus vidas. Lamentablemente la época no permite contar con mucho material fotográfico y a veces la información recolectada es escasa, sin embargo sirve para mantener la memoria viva en el distrito.

Pero el rol de los medios de comunicación en la difusión de ese material continúa siendo fundamental. En ese sentido, El Diario de Hurlingham, como vehículo de difusión, colabora con la Comisión y realiza desde hace tiempo un recordatorio de los detenidos desaparecidos del distrito en épocas de la dictadura.

Aún faltan alrededor de 20 fotos de detenidos desaparecidos de la zona y la Comisión actualmente utiliza todos los medios, entre los cuales están las redes sociales como Facebook, para contactarse con la comunidad local solicitando información y datos de compañeros desaparecidos. Odila cuenta que estas nuevas vías de comunicación sirven “la vez pasada la hija de un compañero desaparecido nos dijo que buscando cosas de su papá encontró una foto de él y nos contactó a nuestro Facebook que podamos tener ese material”.

El registro de la lista de detenidos desaparecidos de Hurlingham que tiene la Comisión es de 126 hasta el momento, cifra que se va actualizando permanentemente gracias a la colaboración de la comunidad: semanas atrás una vecina se acercó a la Comisión brindando el dato de un muchacho que vivía cerca de su casa y cuyo nombre se incorporó a la lista. Si bien aún no hay suficiente información, se transformó en el comienzo para indagar y buscar datos y tratar de contactar a su familia. “El año pasado la lista estaba en 95”, explica Odila, dando cuenta de la ampliación del listado y el trabajo desarrollado. “Esta reconstrucción de las vidas de nuestros compañeros es todo lo que estuvimos trabajando a lo largo de todo este último año y es lo que queremos estar plasmando en un libro o en un material para los colegios” cuenta.

Los miembros de la Comisión por la Memoria van detectando casos que deben revisar si lo tenían registrado en forma permanente: “Esto es una caja de sorpresas, hay mucho más de lo que nos imaginamos, incluso con nietos que debemos apoyar a que se acerquen a Abuelas para recobrar su identidad”, afirma Miriam Cervantes.

 

Odila

Mirian Cervantes y Odila Casella

Odila es una referente de los Derechos Humanos en Hurlingham, ya que también había participado hace más de 20 años en “Vecinos de Hurlingham por los DDHH”. Empezó su militancia a los 16 años en la Juventud Peronista (JP) junto a su marido, Eduardo Antonio de Pedro, con quien se casó y se mudó a Hurlingham en el ´75. Fue secuestrada junto a su marido un 29 de junio de 1977. Ella fue liberada posteriormente, pero no su marido. Militó luego en Familiares de Desaparecidos y de Detenidos por Razones Políticas, en la Asociación Seré, por la Justicia y la Memoria.

 

Wainfeld

Mario Wailfeld con la Comisión de la Memoria

«Una columna lleva delante una bandera con desaparecidos de Hurlingham. Muchos argentinos pueden desconocer que se trata de una localidad de la provincia de Buenos Aires, no de las más pobladas. Un par de manifestantes invita al cronista a sacarse una foto con ellos y la bandera. Se les pregunta cuántos fueron, ahí en Hurlingham. Al principio sabían de noventa, con el tiempo fueron investigando y revelando que hay más de cien. Siguen buscando, dialogando con los vecinos, motivándolos a sacudir el miedo o el silencio. Tuvieron respuestas, van por más.» Fragmento de la nota de Mario Wainfeld en Página/12 del 25 de marzo.

 

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