Por Víctor Stefanoni || (Vicepresidente de la UCR Hurlingham)
Transportes 100%, Agua hasta 500%, Nafta 30%, Luz hasta 700%, Gas hasta 800%… Presión impositiva paralizante.
En varias provincias, y en algunos otros lugares del país, se presentaron recursos de amparo judiciales hechos firmes contra esta marea abusiva de aumentos, inflacionaria, inconsulta y desequilibrante.
Observatorio de la Deuda Social de la UCA: a marzo último la pobreza entre el 29 y el 33 % de la población, con 1.400.000 de «nuevos pobres», muchos despedidos entre ellos.
Pequeños comerciantes, microempresas, emprendimientos familiares, trabajadores eventuales, PYMES, etc., todos arrojados al mar embravecido de la miseria, la parálisis y la desprotección a causa de los aumentos, arbitrarios y discrecionales de las tarifas de los servicios públicos.
Y como telón de fondo: la inflación discriminatoria y salvaje, fogoneada por la avidez insaciable de los monopolios extranjeros, principalmente de alimentos y locales enquistados en sectores claves de la economía nacional.
Caminando por la otrora pujante y movediza Av. Jauretche, de Hurlingham converso con algunos comerciantes conocidos y el comentario es casi unánime: visitas a «cara de perro» de la AFIP (control de facturas, controladora fiscal, ventas en efectivo, etc.), ARBA, brutal control de los ingresos Brutos (3,5%), Ministerio de Trabajo, Sindicato de Comercio, Impuesto Municipal a los Carteles, Seguridad de Higiene ni hablar.
Ventas con Tarjeta de Crédito: 17% de descuento y de Débito 5%, 21% IVA. Caída en las ventas: un 70% aproximadamente. «Seguridad» promedio: un asalto por día.
A todo esto, el Municipio se debate tratando de salir del descalabro económico, financiero y funcional heredados de las sucesivas y reiteradas «administraciones» del ex Intendente Señor Luis Acuña.
Señor Intendente: si a los vecinos comerciantes e industriales les va bien, también le irá bien al Municipio. Si los vecinos trabajadores tienen trabajo y les va bien, también le irá bien al Municipio.
Hay que hablar con todos para equilibrar las cargas y que todos juntos salgamos adelante.
Mientras tanto, que se hagan cargo los CEOS nacionales y sus socios provinciales, que pretenden que todo vaya bien cuando ellos hacen casi todo mal.
Que dejen de jugar a las tasas y al dólar, esa es una «ruleta rusa» de la economía, que no dilapiden más recursos con los irresponsables contaminadores de las aguas, que apoyen a los clubes de barrio y a las esforzadas entidades de bien público. Que bajen los impuestos, la luz, el gas y el agua, las tasas bancarias prohibitivas para la mayoría de los hogares argentinos y para cualquier proyecto productivo PYME.
Que dejen de hacer negocios con el Estado argentino. Por un tiempito, nomás… Que Calcaterra, Nicky Caputo y cía. dejen de poner caruchas de «yo no fui…».
Que despidan al importado, charolado artificial, de Durán Barba, «asesor», últimamente devenido en filósofo cuando escuchamos su novísimo devaneo: «La verdad no existe…», y se dediquen a emprolijar sus cuentas extramuros…
Que para gobernar no alcanza sólo la fuerza, es imprescindible la fuerza moral…y esta se demuestra con conductas, públicas y privadas, ejemplares.
Que no olviden a los jubilados. Esos míseros $500.- «sólo por una vez…», es una cargada. Que el «segundo semestre» no se haga de goma.
Que, si pueden, pongan en marcha al país lo antes posible.