Instituciones

Por Gustavo M: Russo.

Sería muy triste que a 40 años de democracia el pueblo incline su voto, a favor de un candidato que tire por la borda todo aquel transitar, que comenzó el 10 de diciembre de 1983 con la presidencia de Raúl Ricardo Alfonsín. Si bien, el pueblo no se equivoca y es el verdadero soberano del sistema democrático, él mismo,  debe verdaderamente determinarlo cuando no se encuentra  obnubilado en la falta de su memoria activa. Los condicionamientos proporcionados por los axiomas indemostrables pero que construyen, desde los medios para fortalecer  la teoría neoliberal, lo llevan por caminos de la irracionalidad y del odio a lo público, pudiéndole generar el  insistir por opciones violentas, que terminan jugando en contra de sus propios intereses e instituciones que lo amparan.

No existe mesías en la política y es mejor desconfiar de aquellos que así se presenten. Nadie tiene una bala de plata para arreglar  la complejidad sistémica de lo social y de lo económico.  Sí alguien que pretende el poder y así se presenta, es porque algo oculta.  No es momento de llevar en la espalda a un escorpión, que con su pinchazo originará una muerte segura. Debemos ser precavidos, no es momento para improvisar.

En este domingo 22 de octubre, hay lugar para una sola opción, que no expone prejuicios y propone acciones claras y concretas a problemas verdaderos. El frente de Unión por la Patria con Sergio Massa  a la cabeza de Presidente, Wado de Pedro como Senador, Axel Kicillof como Gobernador y Damián Selci  como intendente de  Hurlingham,  así como Lucas Ghi en Morón y Juan Debandi en Tres de Febrero, se presentan como hombres de gestión que buscan incesantemente hacerse oír, ante un panorama que desde la oposición, busca la detonación y la decepción de todo el ser nacional, a quien se le trata de elevar una repugnancia por la política y de esa manera, conseguir un electorado resistente a los cambios genuinos.

El elector debe considerar que la inflación, tan preocupante es producto de la falta de reservas en el Banco Central, a causa de políticas implementadas desde 2016 por el gobierno de Juntos por el cambio, quien agarró un país desendeudado, con dólar controlado, que oficialmente se ofertaba con topes a $ 9 pesos y que en agosto de 2019 el Ingeniero Mauricio Macri lo elevó caprichosamente a $ 60 pesos, terminando su mandato en un estado de cesación de pagos con los acreedores internacionales -traídos por él- más una deuda impagable con el Fondo Monetario Internacional por u$s 55,000 millones de dólares, de otras deudas con privados a 100 años – tal como la de Rivadavia con la Baring Brother de 1824- por un monto que ascendería a un total en dólares de 100.000 millones. A lo que se le debe sumar también, el aumento de la desocupación de dos dígitos,  el cierre de 25.000 Pymes que exportaban, la caída del Producto bruto interno, el aumento de las exportaciones en detrimento de la industria nacional, el agravante de la violencia institucional por parte de fuerzas de seguridad, la desaparición y muerte de Santiago Maldonado, el homicidio por parte de gendarmería  de Nahuel, el avasallamiento de los derechos humanos contra los pueblos originarios, personas en situación de calle y retiro de partidas asignadas a las políticas de género y violencia doméstica, el bochornoso hecho y complicidad del hundimiento del submarino Ara San Juan con la consiguiente persecución de los familiares de las víctimas, entre tantas otras persecuciones a quienes piensan distinto, como la detención ilegal de Milagro Sala, quien reunía fueros parlamentarios al momento de ser encarcelada de por vida y sin un juicio previo. Conjuntamente con toda la corrupción que pueden callar gracias a la connivencia con el grupo Clarín y La Nación. Caso de Pepín Rodriguez Simón prófugo macrista desde hace 3 años. Como se ve, “no es un problema de La Cámpora”, como nos quiere señalar la avioneta dominguera del habitante Lucas Delfino. Es decir: el aliciente a tanto mal es Sergio Massa  o de lo contrario tendremos el mismísimo infierno al cual nos hicieron llegar haciéndonos creer, que había una luz al final del túnel. ¿Se recuerda?

Simplemente concluyo diciendo, que la única forma de continuar con un futuro predecible es votando la lista completa de Unión por la Patria en todos los distritos del país. Es la única que presenta ciertas  respuestas al panorama actual. Que ha tenido que soportar la pandemia macrista, ya detallada sucintamente, también priorizó la pandemia del Coronavirus, la nefasta guerra de Ucrania y la de Palestina actual, con un sequía inconcebible con la cual se perdieron, a ojo de buen cubero, u$s 21.000 millones de dólares por falta de exportación. Manteniendo como se pudo, sin esos notables ingresos, un Estado en funciones al cual se lo fortaleció con acciones públicas a pesar de los golpes de mercados y cambiarios que azotaban desde esa oposición, nada constructiva y absolutamente perversa, al igual que de sus socios acreedores de Black Rock, entre tantos.  Estamos frente a una disyuntiva aguda no es momento para tibios. O es la casta política o es la costra neoliberal de opera desde la oposición hace 80 años, la que siempre apoyó los privilegios de los golpes de Estado y vivió de esos negociados que ofreció José Martinez de Hoz. Muy condicionantes de la democracia y de las instituciones de la política argentina, despreciando con mediocridad manifiesta, fruto de la mirada elitista cultural dominante sobre; la soberanía política, la independencia económica y la justicia social.

Por último, los errores en el gobierno de Alberto Fernández son virtudes, si se lo compara con la perspectiva a venir de la praxis que manifiesta Javier Milei o Patricia Bullrich. La endeble izquierda socialista de Myriam Bergman, habla por sí sola. La herramienta de transformación social – la política- solo se encuentra en una sola de las opciones y es en la de Unión por la Patria. Llevemos nuestros sueños al justo lugar.