El cura Julio César Grassi, de 67 años, ya pasó 10 años en la cárcel y está en condiciones de gozar de libertad condicional los 5 años que le restan de pena. El abogado querellante, Juan Pablo Gallego, se opone a esta solicitud.
El 30 de mayo de 2028 el cura Julio Grassi cumplirá su condena. Ya lleva preso 10 años, las dos terceras partes de su condena, por eso su abogado pedirá el beneficio de gozar de libertad condicional, si bien es un recurso que ya no se otorga a las personas condenadas por delitos contra la integridad sexual, la modificación al Código Penal no aplica en el caso de Grassi dado que fue condenado antes del 2017.
El abogado querellante, Juan Pablo Gallego, representante del Comité de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño en Argentina (Casacin), si bien no fue notificado oficialmente de la solicitud anticipó que se opondrá firmemente.
La solicitud de libertad condicional provino del abogado defensor del sacerdote ante el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Morón.
Gallego argumenta que la liberación de Grassi antes de cumplir su condena completa sería un golpe para las víctimas y una afrenta a la justicia que respaldó la verdad de los afectados. Además, considera que este caso fue un hito en la lucha contra la pedofilia en la Iglesia.
La condena inicial de Grassi, que debía durar hasta agosto de 2026, pero en junio de 2022, fue extendida por dos años en junio a errores en el cálculo de la pena y la inaplicabilidad del beneficio «dos por uno». La Cámara de Apelaciones de Morón ordenó que la condena termine el 30 de mayo de 2028.
El sacerdote, de 67 años, fue condenado en 2009 a 15 años de prisión por abuso sexual agravado por su condición de sacerdote y encargado de la educación y la guarda de menores en dos hechos ocurridos en 1996 en la Fundación Felices los Niños de Hurlingham. En la cárcel estudio derecho y durante la pandemia se recibió de abogado.