El próximo miércoles 11 de diciembre a las 18 horas, Juan Horacio Zabaleta jurará nuevamente como intendente de Hurlingham. Falta confirmar el lugar, aunque en principio se evalúa hacerlo en la puerta de la sede municipal, como hizo hace cuatro años. Ese mismo día a la mañana asumirá el gobernador Axel Kicillof y un día antes, lo hará Alberto Fernández con fiesta popular en Plaza de Mayo.
Este segundo mandato, alcanzado luego de su categórica victoria en las elecciones pasadas, le permitirá a Zabaleta gobernar el distrito en un contexto diferente al que lo viene haciendo desde el 2015. Que el gobierno provincial y el nacional sean de su mismo signo político ya es un cambio notable, pero a favor de Juanchi Zabaleta, hay que sumar la relación privilegiada que el intendente tiene con el presidente Alberto Fernández, una relación que resulta evidente por acciones concretas: Hurlingham fue el distrito del conurbano elegido por Fernández para arrancar su campaña electoral y Zabaleta, junto al intendente de San Martín Gabriel Katopodis, fueron los únicos intendentes invitados para acompañar al presidente electo a una gira fuera del país; pero lo más importante, Zabaleta fue elegido como abanderado de la lucha contra el hambre en la Argentina. Todo esto hizo imaginar que su futuro estaba en el gabinete nacional, pero fue el propio intendente el que se encargó de subrayar su deseo de cumplir el mandato por el que fue elegido.
El tiempo que viene es muy diferente. Zabaleta cree y siente que los municipios dejarán de ser trincheras que soporten los desquicios económicos de los gobiernos de Provincia y Nación. Estar en sintonía con Alberto Fernández y Axel Kicillof genera en el intendente reelecto la esperanza de gestionar el municipio de un modo diferente.
Estos últimos cuatro años Zabaleta gobernó Hurlingham para aguantar, la expectativa es ahora gobernar para crecer.