CAMBALACHE / E S. Discepolo
Homenaje al genial Discépolo (II)
Hay dos yo que hoy no se saludarían. Hay uno que en un momento votó al mono tremendo ¿te acordás no Maskadín? Allá, por el año 90, porque creyó que la alegría volvía al pueblo. Porque por más que te dije que no era peronista, esto de la gente contenta en la calle era una idea que me seducía mucho. Me encantaba la sola posibilidad de la certeza de ese sueño. Me vendieron espejitos de colores y me los compré. Quizás vos también hayas votado lo mismo que yo. En ese momento, a ese otro yo, que era yo, (pa que mentirnos), no le importó, o en realidad no tenía la capacidad de ver todo lo que se venía. Orillaba los 30 años. Una generación diezmada por milicos, un Alfonsín agarrado de las bolas y el slogan de “total, son todos iguales”. Esa, fue la primera vez que lo voté. ¿Y sabes qué?, lo volví a votar por segunda vez. Y ahí si Maskadín, la enterré hasta la médula. ¿Sabes por qué? porque fui cómplice del peor desastre que jamás hubiera imaginado. Y después tuve miedo, cuando vi a la gente comiendo de los tachos de la basura, y más miedo me dio, cuando iba al super a comprar morfi, y me quedaba en mi casa mirando la tele, hasta que amainara todo. Fui cómplice, y esto no es auto castigo, sino la verdad. Ese yo, con este yo, hoy, no se saludarían. Y esa es una diferencia que no solamente tengo con mi otro yo, sino que tengo con vos Maskadín (¿no te jode que te diga así no?) es que no vuelvo a hacerme el zota frente a lo que veo y se. Crecí, no puedo decir que vos no, si crecimos juntos!!!! . Pero no se a vos que te pasó. Por ahí viste mucha tele, o pensás que las cosas son eternas o que tu esfuerzo personal alcanza para lograr todo lo que quieras. ¿Sabés que Maskadín? Error, SOS COMPLICE. Y tu peor complicidad, es que todos los demás te importamos un bledo. Y si son pobres menos. Y si son negritos un poquito menos. Cómplice de que el títere este haya cumplido un sueño, o quizás ganó una apuesta (andá a saber) y se convirtió en presidente, aunque vos y yo, sabemos que él, no maneja nada. La política ha vuelto a ser lo que fue, un… “si total, son todos iguales”. Eso es lo que pensás Maskadín. En lo profundo de tu alma y a la noche, acostado con la patrona en la catrera lo que masculla tu bocho es eso. Qué pena me das, como me di pena yo, hace más de una década. La mitad de un país está parado en otro lugar. El tiempo es inexorable. Me dio la razón, nos dio la razón. Pero eso no importa, a mí, no me importa. Hoy, me hacés empezar esta crónica con algo que escribí hace casi un siglo, en Cambalache. La diferencia es que yo ahora se, que eso no es verdad, y para vos si. ¿Consejo?, nunca le creas del todo a una canción.
Homenaje a un grande de nuestra cultura y su talento como fuente de inspiración para reflejar esta época. Eso es lo que hace un hombre de la cultura local, docente, músico, poeta, que, por ahora, prefiere meterse en la piel de Discepolín en este “Mordisquito” del siglo XXI.