
Se cumplen 10 años del fallecimiento del sacerdote Berislao Ostojic, conocido por muchos como el Padre Bero, perteneciente al instituto de los Misioneros Franciscanos Croatas y director durante varias décadas del Instituto Stepinac de Hurlingham. Responsabilidad que compartió con su hermano, el padre Jordán Ostojic,
Berislao nació en Austria, en la localidad de Andorf, el 21 de diciembre de 1946. Hijos de los croatas Ludovico Ostojic y Matilde Odak, que habían llegado hasta allí huyendo del régimen del mariscal Tito en Yugoslavia. Fray Berislao se ordenó sacerdote en Módena (Italia) el 19 de mayo de 1971. Ya en 1961, sacerdotes franciscanos croatas habían fundado en Hurlingham el Instituto Cardenal Stepinac, en homenaje a Aloysius Stepinac. Por 41 años Berislao Ostojic fue director del Primario de ese Instituto, además se desempeñó como Delegado Provincial de los Franciscanos Croatas; guardián de los conventos de Hurlingham, Río Cuarto y Salta.
Jorge Bergoglio siendo arzobispo de Buenos Aires, eligió al Padre Bero como su confesor. «No sé por qué me eligió» dijo Bero y agregó: «no se lo pregunté nunca. Soy como todo sacerdote, depositario de un don que no me pertenece». Cuando Bergoglio fue consagrado Papa, Berislao le dijo a uno de sus hermanos que desconfiaba de muchos de los que «cantan loas al nuevo Papa», y recomendaba evitar «la telaraña de entusiasmos ingenuos», ya que «la experiencia nos enseña que, con frecuencia, quienes hoy exaltan, mañana, por razones ideológicas, de buenas a primeras se ubican en la vereda opuesta».
El Padre Bero resaltaba la facilidad de diálogo del Papa Francisco: «La capacidad de escuchar es una de sus virtudes. Ésta es la primera condición para poder dialogar. El que no es capaz de escuchar no puede establecer un diálogo con nadie, sino que amontona monólogos». Bero falleció el sábado 15 de agosto de 2015.
Publicado en EL CLÁSICO edición de agosto de 2025.