«Yo acá no vengo a tomar posesión, yo vine a servir, porque la diócesis no es mía, sino que es de Jesús. Ustedes no son míos, son de Jesús», manifestó en sus primeras palabras como pastor.
El nuevo obispo de Morón, monseñor Alejandro Benna, inició el sábado 9 de agosto su ministerio como pastor de esa diócesis, en la misa celebrada en la catedral Inmaculada Concepción del Buen Viaje.
El inicio de la celebración fue encabezada por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, quien luego entregó el báculo a monseñor Benna. Concelebró también el obispo emérito, monseñor Jorge Vázquez, junto con una veintena de prelados entre arzobispos y obispos de diversas diócesis, junto con todo el presbisterio.
Participaron autoridades municipales, entre los que se encontraba los intendentes de Morón, Hurlingham e Ituzaingó. También estuvieron presentes religiosas y religiosos, representantes de instituciones educativas y fieles de diversas comunidades que acompañaron el inicio de esta nueva etapa para la diócesis.
«QUE NUNCA DEJES DE SER PEREGRINO CON EL CORAZÓN»
Previo a la lectura del decreto de designación, monseñor García Cuerva le dirigió unas palabras al nuevo obispo y evocó que ambos han sido obispos en la Patagonia, donde las distancias obligan al permanente traslado. «Ahí nos hemos transformado en peregrinos, yendo de un lugar a otro. Animados en este Año Jubilar a ser peregrinos de esperanza, me animo a decirte que con los pies ya sabes caminar, sabes moverte de un lugar a otro, viniendo de la Patagonia», le expresó.
El arzobispo porteño pidió al nuevo obispo de Morón «que nunca dejes de ser peregrino con el corazón. Me gusta decir que tenemos que advertirnos y cuidarnos de la pachorra del alma, y del quietismo espiritual. Nunca dejes que el corazón se quede quieto. Que seas un pastor feliz. Mientras vos seas feliz, harás feliz a tu pueblo».
«NO VENGO A TOMAR POSESIÓN, VENGO A SERVIR Y A LAVAR LOS PIES»
En sus primeras palabras ya como obispo diocesano, monseñor Benna manifestó: «Lo primero que quiero es agradecer la presencia de todos y darles las gracias por el camino que han venido haciendo, el sínodo que han celebrado, y quiero poder acompañarlos para poder, esto que el Espíritu inspiró en todos, llevarlo adelante».
Y continuó: «Quiero agradecer al obispo Jorge por cómo me recibió y todo lo que ha hecho en la diócesis en todos estos años. También quiero agradecer a los consagrados, con los cuales nos reunimos para poder ver cómo avanzar e implementar las conclusiones del sínodo».
El prelado aseguró que, poco a poco, «empezaremos a patear la diócesis, estar con ustedes, como decía el papa Francisco, la cercanía. Tener esa mirada de fe. Yo acá no vengo a tomar posesión, yo vine a servir, porque la diócesis no es mía, sino que es de Jesús. Ustedes no son míos, son de Jesús». «Eso me ayudó en Alto Valle y espero que me ayude acá, a mirar mucho a Jesús y ver cómo Él apacentó a sus ovejas, con ese cariño, esa ternura y mansedumbre. Yo vengo a lavar los pies», enfatizó.
Destacó que «es hermoso el camino del sínodo que hicieron y yo sueño poder ayudarlos para que los sueños y las propuestas que hicieron podamos llevarlas adelante». Recordó además que «Jesús mira la realidad desde los ojos de Dios y nosotros le pedimos a Dios mirar la realidad desde Jesús, ese es el don de la fe; y por eso la esperanza que nos anima a ser peregrinos de esperanza, es porque el Señor nos sostiene».
Monseñor Benna pidió que las palabras «comunión, misión y participación nos queden bien grabadas, porque somos bautizados y esta tarea no es del obispo, es de todos, anunciar a Jesús. La alegría de habernos encontrado con Jesús».
Finalmente, animó a que «seamos capaces -junto con todos los que buscan el bien común, con las autoridades que acá nos acompañan y con todos los que buscan el bien de nuestro pueblo en estos tiempos tan difíciles- de llevar esta Buena Noticia con inmensa alegría y esperanza. He venido a acompañar a este Dios que tiene tantos años. A acompañar el camino de la fe, la esperanza y la caridad». (AICA)