
Por Rody Rodríguez.
En 1951 a la estación de Hurlingham se la rebautizó «28 de setiembre» y algunos medios de comunicación y desde el gobierno hacían extensivo ese nombre a toda la localidad. ¿Por qué se llamó así?, ¿en qué circunstancias se decidió cambiar el nombre a una estación, a toda una ciudad que era conocida como Hurlingham desde finales del siglo XIX? ¿Qué conmemora esa fecha?
A mediados del siglo pasado, sobre todo al final del primer gobierno de Juan Domingo Perón e inicio del segundo, entre 1950 a 1953 aproximadamente, se produjo en la Argentina una gran cantidad de cambios en la denominación de calles, escuelas, hospitales, puentes, barcos, plazas, ciudades, provincias que fueron bautizadas con nombres relacionados con la simbología del partido gobernante en ese entonces.
Así por ejemplo Chaco, fue declarado Provincia el 8 de agosto de 1951 y pasó a denominarse Provincia Presidente Perón. El mismo día La Pampa también pasó a ser provincia y su nombre fue Provincia Eva Perón. Y también el 8 de agosto de ese año, por iniciativa, entre otros, del senador oriundo de Hurlingham, José Griolli, la capital bonaerense, La Plata, pasó a llamarse Ciudad Eva Perón. Y en abril de 1952, el Concejo Deliberante de San Martín estableció que la localidad conocida como «Ciudad Jardín» en El Palomar se llamara Ciudad Jardín Eva Perón.
Hurlingham no quedó al margen a esa estrategia que intentaba a través de cambios toponímicos, redefinir una identidad popular rompiendo con el pasado impuesto por gobiernos conservadores y en su mayoría antinacionales. Obviamente esa intención de construir un nuevo imaginario nacional tuvo algunos excesos, evidentes en una nomenclatura repleta de referencias a figuras, a fechas y a valores doctrinarios del peronismo.
Y así como en Palomar estaba Ciudad Jardín Eva Perón, un año después, a pocas cuadras lo que se conocía como Villa Tesei, también se renombró como Villa Eva Perón. Esa fue una decisión de las autoridades de la Municipalidad de Morón, que ya venían rebautizando calles con nombres peronistas.
Algunos ejemplos: Teodoro Fels fue CGT; a Camargo se la había bautizado como La calle Del Coronel; Lerma fue la calle Del Renunciamiento; la calle Origone fue Justicia Social y Concepción Arenal se llamó Justicialismo.
Otras calles de Tesei que fueron rebautizadas: Malarredo era Ciudad Infantil; Cetrángelo era Eva de América; Einstein era La Razón de mi vida y Padilla fue la calle de Los Descamisados.
Y hubo más: Manuela Pedraza era Mártir del Trabajo; Freud era Soberanía; Nightingale era Sufragio Femenino; Ortega y Gasset fue Tercera Posición y La Trinidad fue Derechos de la Ancianidad.
Muchas fechas del calendario justicialista fueron recordadas en calles: Pedro Díaz fue 22 de Agosto (fecha del renunciamiento de Evita); Julián de Charras se llamó 24 de Febrero (día de la primera victoria electoral de Perón); la calle Chuquisaca era 4 de junio (cuando Perón asumió su primer gobierno); Mario Bravo fue 7 de Mayo (nacimiento de Eva Perón) y la fecha más icónica de la historia del peronismo, el 17 de Octubre quedó reservada para la avenida Julio A. Roca, que antes había sido Las Heras. Los ministros también tuvieron su reconocimiento. En las calles de Hurlingham estaban los nombres de Bocalandro, Bramuglia, Lucero, Ivani-ssevich, entre otros.
Otras calles llevaron los nombres de Evita Inmortal, Plan Quinquenal, Abanderada de los Humildes, Independencia Económica, El Líder y varias más.

LOCALIDAD DE 28 DE SETIEMBRE (EX HURLINGHAM)
Lo que se recuerda poco es que a la localidad de Hurlingham también se le había cambiado el nombre. A fines de 1951 se la llamaba por el nombre de 28 de Septiembre.
En rigor a lo que se le había cambiado el nombre era a la estación Hurlingham de trenes. El Ministerio de Transporte de la Nación dispuso el 7 de diciembre de 1951 el cambio de nombre de Hurlingham por el de 28 de septiembre y así quedó documentado en el «Manual de Estaciones, empalmes e intercambios» con la firma del Gerente General del Ferrocarril Nacional General San Martín, Isidoro González.
A partir de la nueva denominación de la estación ferroviaria, se trató de imponer el cambio de nombre a toda la localidad. Intento fallido porque la comunidad (no solo la británica) tenía muy arraigado el nombre de Hurlingham.
POR QUE 28 DE SEPTIEMBRE
Las autoridades nacionales buscaron que el 28 de septiembre quede en la memoria colectiva por ser el día en que el gobierno y su pueblo impidieron un golpe de Estado.
En efecto, ese viernes 28 de setiembre de 1951 se intentó llevar adelante una rebelión con el objetivo de derrocar al gobierno constitucional de Juan Domingo Perón,
El líder de esa rebelión fue el general de división Benjamín Menéndez, tío de Luciano Benjamín Menéndez que fue general, condenado a perpetua por crímenes de lesa humanidad en el 2009 y también tío del general Mario Benjamín Menéndez que fue gobernador de Malvinas durante la guerra del Atlántico Sur en 1982.
Cuenta el periodista Alberto Amato en una nota en Infobae del 2001, que «la planificación fue bastante deficiente y la ejecución desastrosa». Dice que Menéndez le daba extrema importancia «al secreto y, en especial, al factor sorpresa» pero se extralimitó en lo de guardar el secreto, porque ni sus propios oficiales sabían cuál era la fecha del alzamiento, y «muchos de ellos viajaron ese fin de semana al interior, sin saber que el golpe era inminente»
A las cinco de la mañana del 28 de setiembre, Menéndez entró «con aires triunfales por la puerta 8 de Campo de Mayo, que poco antes había sido copado por el entonces capitán Alejandro Agustín Lanusse al mando de unos efectivos de la Escuela de Caballería que, con unos 30 tanques, se dispusieron marchar hasta El Palomar. Allí se concentrarían las fuerzas terrestres frente al Colegio Militar, para luego sumar al destacamento mecanizado de La Tablada, previa toma de la base aérea de Morón y entonces sí, emprender la marcha revolucionaria hacía la Ciudad de Buenos Aires ingresando por la Av. Rivadavia».
Pero pasaron cosas. Amato cuenta que de los treinta tanques que encabezarían la columna hacia la Capital, sólo pudieron ponerse en marcha siete, porque no previeron que esos tanques necesitarían combustible para llegar hasta la Casa Rosada. Y no lo tenían. Encima antes de llegar a la puerta de salida, cinco de esos siete tanques sufrieron desperfectos mecánicos y fueron abandonados. El golpe contra Perón salió a la calle enflaquecido, con dos tanques Sherman y tres unidades blindadas, más doscientos efectivos montados a caballo.
Perón ya estaba anoticiado de la amenaza golpista, decretó el estado de guerra interno, mientras la CGT dispuso un paro general por 24 horas, con movilización a la Plaza de Mayo, punto central de la concentración.
La crónica de Alberto Amato prosigue contando que «después de una hora de marcha, la raleada columna golpista llegó a El Palomar, donde esperaba el apoyo de las tropas del Colegio Militar. Menéndez se topó con esas tropas, sí, pero todas le apuntaban con sus armas. Conferenció con el director del Colegio, general Héctor Ladvocat que lo frenó con un seco: -No más revoluciones, general».
En tanto Perón desde los balcones de la Rosada se dirigió a la multitud congregada en la Plaza de Mayo, y entre otras cosas dijo: «Afortunadamente está este pueblo de pechos fuertes para oponerlos a la traición. Compañeros sabemos bien que estos criminales no actuaban por su cuenta; sabemos bien que detrás de ellos están las fuerzas oscuras del capitalismo y del imperialismo».
Aplacado el intento, el presidente le comunicó a Eva Perón lo ocurrido, quien decidió hablar desde su lecho de enferma al pueblo argentino: «Lo mejor de este pueblo tiene que ser defendido así como hoy (…) por los trabajadores, que han sabido convertirse en escudo y trinchera de Perón, por las mujeres que han dado en esta jornada histórica una lección de fortaleza y de fervor por la causa de Perón»
El General desplazó a sus ministros de Marina y Aeronáutica, y el Ejército inició una depuración de oficiales en casi todos los institutos de la fuerza: oficiales y cursantes fueron expulsados, dados de baja, pasados a retiro y, en algunos casos, condenados a prisión.
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas condenó al general Menéndez a quince años de reclusión, al resto de los oficiales golpistas le tocaron penas de entre los cuatro y los seis años.
El 11 de noviembre de ese año se llevaron a cabo las elecciones presidenciales, donde las mujeres pudieron votar por primera vez. Ese día la formula Perón – Hortensio Quijano ganó por el 63,51 % de los votos, venciendo al binomio de la UCR Ricardo Balbín – Arturo Frondizi, que sólo logró el 32,33%.
La estación de Hurlingham se siguió llamando 28 de septiembre algunos años más. Hasta 1955, cuando esta vez sí, el Golpe de Estado contra Perón, pudo concretarse.
Aportes documentales de MARCELO FIORI QUERCETTI y MARCELO ANDRADE (del Centro de Estudios Históricos Ferroviarios) por los aportes documentales.





