Una nueva historia para Hurlingham, nace una fiesta popular en la ciudad, la «Feria del Alfajor Artesanal». La primera edición se desarrolló en el soleado fin de semana del 5 y 6 de julio en el Paseo de los Eucaliptos con emprendedores, conversatorios, torneo de ajedrez, música en vivo y sorteos para compartir con la comunidad. Por supuesto, los alfajores locales «Hecho en Hurlingham», «Abu Cefe», «Técnica Alfajores», «Delicias Mafalda», «Alfajores Morris» y «Amas alfajores» fueron las estrellas de las jornadas.
por Laro Bialobrzeski.
En la ciudad conocida en sus inicios como Cañada de Ruiz y que sabe de mitos y leyendas había algo que faltaba. Había un sentir popular que parecía olvidado pero que se percibía como el sentido de pertenencia con el que todo vecino característico infla el pecho.
Así como Mercedes tiene la fiesta del salame quintero, Escobar la de la flor, Villarino la fiesta del ajo y la cebolla o 9 de Julio la del matambre… en la ciudad de Hurlingham nace «El festival del alfajor artesanal».
Un evento sin precedentes que nació de una idea que tuvieron una pareja de vecinos de Villa Tesei, que caminan juntos hace un tiempo largo y son fans del arte; del arte de pensar, él hace fotos y radio y piensa siempre en cómo transitar esta vida sin molestar al otro y sin vivir en ese pequeño universo personal tan de moda en este siglo. Su nombre es Pablo Pallero y su compañera es Cecilia Nowak, una mujer de sonrisa amplia y generosidad desbordante; los dos hicieron la Ruta de Sumo en Hurlingham, un rock tour que recorre la ciudad contando la historia de Luca Prodan. En una de esas caminatas nace en Pablo -nuestro protagonista- la idea de hacer alfajores. Pablo no es un improvisado, es un artesano pastelero y en plena ruta de Sumo nació la idea de que nuestro municipio, uno de los más pequeños del reino de la Conurbania. sea una de las paradas en la ruta del alfajor.
El proyecto empezó a tomar forma, el corazón de Pablo le explotó de felicidad al darse cuenta que tenía algo increíble entre manos. ¿Qué nombre se le pone? ¿Cómo demostrás tu impronta? Fácil… cuando mezclas amor y una buena idea todo fluye naturalmente. Así nació «Hecho en Hurlingham» como para que no queden dudas de que esta historia nace y se desarrolla en la mejor ciudad del mundo.
Y fueron ellos, los creadores de «Hecho en Hurlingham» los que tomaron la iniciativa de llevar adelante esta fiesta popular en la ciudad.
Al mover las energías de esta idea se produjo el acompañamiento de gente, vecinos, amigos que comparten esa pasión, ya sea como fabricantes o degustadores.
La movida sumó a seis marcas de alfajores artesanales elaborados en la ciudad: los ya mencionados «Hecho en Hurlingham», «Abu Cefe» de Julieta Irazusta, «Técnica-Alfajores» de Pablo Viudez, «Alfajores Morris» de Jesús Scandroli, «Delicias Mafalda» de Constanza Colángelo y «Amas Alfajores» de Vanesa Leguizamón… grandes exponentes todos de la fabricación de la golosina nacional por excelencia.
Así sumando voluntades se armó la «1° Fiesta del Alfajor Artesanal de Hurlingham»; un evento nacido desde la idea de Pablo Pallero con el apoyo incondicional de los demás productores a los que sumaron otros emprendimientos como «Hago mi Vino», productores locales de vinos, grapa y otras bebidas espirituosas quienes están desembarcando en la ciudad y prometen enseñar a hacer vino a la comunidad hurlinguense. También estuvieron presentes «Azahares» miel Premium de abejas.
La Fiesta del Alfajor Artesanal se celebró el 5 y 6 de julio en el Paseo de los Eucaliptos, detrás de la estación de Hurlingham sobre la calle Riccheri. Dos jornadas a plenos sol en las que el paseo se llenó de vecinas y vecinos probando alfajores, charlando y sacando fotos; escuchando bandas musicales como los Better Sweet en el cierre del sábado y Los Caídos en la tardecita del domingo y como para que no queden dudas del sentido de pertenencia, antes de la música hubo una charla de los organizadores de La Ruta de Sumo.
Hubo dos sommeliers de alfajores, porque así como los hay de vino y comidas también están los catadores alfajoreros. Ellos probaron cada alfajor y dieron su veredicto provocando el interés de los asistentes curiosos de escuchar lo que decían los expertos sobre nuestros alfajores. El sábado también se armaron sillas y mesas para un torneo de ajedrez que invitaba a quien quisiera participar y fueron muchos los que se sumaron durante toda la tarde.
Una vez más la ciudad creadora de hitos e historias increíbles escribía una página más que interesante. La Fiesta del Alfajor Artesanal en Hurlingham es una gran idea, celébrenos las grandes ideas como se celebra la vida misma. Hechos como estos marcan la idiosincrasia de los pueblos y hacen únicas a las ciudades. Única como Hurlingham, una ciudad que supo ver descansar a Don José de San Martín, (allí donde está el Polideportivo Municipal), en el camino a la batalla de San Lorenzo. Una ciudad que vio cómo un rayo romano cayó para cambiar la historia de la música rock hecha en estas pampas para siempre.
Créanlo. Lo que ocurre en Hurlingham no sucede nunca en ningún otro lugar. Eso nos hace únicos.