Máximo Kirchner encabezó el lanzamiento de la campaña de La Cámpora en Hurlingham


Por Julieta Baglia.

Sin candidatos ni funcionarios provinciales, Máximo Kirchner lanzó la campaña de Fuerza Patria rodeado por el aparato de La Cámpora, viejas figuras del kirchnerismo y sin propuestas para los vecinos.

Máximo Kirchner encabezó la semana pasada en Hurlingham el acto de lanzamiento de Fuerza Patria. Pero más que el lanzamiento de un proyecto político, resultó una puesta en escena de lo más rancio del discurso camporista: clientelismo, sectarismo y una liturgia de poder sin contenido concreto. En otras palabras, un anticipo del modelo que busca reafirmarse bajo la gestión de Damián Selci.

Del acto no participó ningún funcionario provincial ni candidato bonaerense, por lo que el escenario estuvo ocupado solo por Máximo, Selci, la candidata Florencia Lampreabe y el aparato local de La Cámpora. Quizás la mayor sorpresa fue la presencia del exsecretario de Comercio Guillermo Moreno, que tras olvidar sus distancias insalvables con La Cámpora ofreció unas pocas palabras enigmáticas con las que dijo que “el mundo estará mirando el próximo gobierno peronista y la responsabilidad es de todos nosotros”.

Aunque sus palabras buscaban reforzar su peso simbólico, no pudieron ocultar la compañía incómoda de Luana Volnovich y Martín Rodríguez, la pareja denunciada por haber viajado al Caribe durante la pandemia de Covid, cuando Volnovich era directora ejecutiva del PAMI y Rodríguez era el subdirector ejecutivo del mismo organismo.

A la hora de los discursos, Máximo Kirchner no dudó en defender a su madre y calificar al gobierno nacional como “cruel, inhumano, agresivo y despectivo con su propio pueblo”. Por su lado, Florencia Lampreabe, primera candidata a concejal, también afirmó que “Cristina está injustamente presa y el pueblo de Buenos Aires no la puede votar pero cada vez la extraña más”.

Electoralmente, quedó claro que todos los candidatos a concejales presentes llevaron el sello de La Cámpora, ya que no se logró ningún acuerdo local con el Movimiento Derecho al Futuro, excluyendo así todo tipo de pluralidad ideológica.

Por ese motivo, una de las consignas privilegiadas del acto fue “Cristina libre”, una bandera ideológica camporista que poco tiene que ver con la urgencia real, pues no es ninguna novedad que los vecinos de William Morris y Villa Tesei sufren una ola de inseguridad con pocos signos de detenerse.

En lugar de propuestas para resolver los severos problemas de inseguridad, servicios y espacio urbano de Hurlingham, el acto solo dejó en evidencia que La Cámpora apuesta a consolidar su dominio municipal concentrando roles y discursos en un núcleo sin vínculo con las necesidades de la comunidad.

Impermeable a una política real para sus vecinos, el municipio también pagó colectivos para transportar a la mayor parte del público del acto, a pesar de que esos recursos económicos podrían utilizarse en las muchas postas de control policial que permanecen vacías en barrios como William Morris y Villa Tesei, donde el único impedimento para los arrebatadores son los pozos en las veredas y los baches en las calles.

 

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