Mi perro dinamita…

Por Gustavo M. Russo.

Asistimos a un cuadro muy singular en esta etapa electoral. Resulta que a pesar de la gran confusión que viene padeciendo la masa electoral a nivel general, no podemos descuidar las particularidades de dos candidatos opositores que desean y por ende, se entraron a pegar fuerte para obtener el sillón de Justo José de Urquiza.

Por un lado, tenemos un candidato que posee como ninguno el “Oráculo de Conan”. Aquel que le brinda respuestas a su deidad. Igual que en la antigüedad grecorromana, el líder de la anticasta política consulta como intermediario  a su perro Conan, cómo se debería aplicar la moto sierra en su presunta y futura presidencia de tinte mesiánico. Tener presente que Conan, no es un perro que mueve el rabo con docilidad, parafraseando al Indio Solari. A pesar, que hasta ahora debemos reconocer que tuvo, gracias a eso, mejores efectos en la campaña que el mismísimo Apolo con el de Delfos, respecto a los desafíos de la vida en sociedad. Admito que personalmente en el lugar del león, no dejaría de hacerle consultas sobre las circunstancias naturales a enfrentar.

Por el otro costado, tenemos una entusiasta del orden que necesita, para llevar adelante sus propuestas de paz social, dinamitar para exterminar todo lo que pueda ser kirchnerismo. Como, si erradicándolo absolutamente de la faz de la tierra, se genere automáticamente un reacomodamiento planetario que permita con magia bajar la inflación, el endeudamiento y la pobreza a la que ella desde hace 22 años contribuyó a sostener ininterrumpidamente en los gobiernos de los cuales participó. Lo dije.

Como vemos, la situación es compleja y me voy a permitir dejar un análisis futurológico al respecto.

Mientras Javier Milei, comienza a resistir los embates de quienes lo construyeron mediáticamente -hablamos de Clarín y La Nación- llama a poner un punto y aparte, barajar y dar de nuevo- moviéndose sigilosamente por un corredor electoral hastiado de las chicanas de una política que no supo corregir a tiempo el rumbo económico, con lo cual le permite cómodamente ampliar sus chances. Un sector al que no le importa, por el momento, sus dichos alocados sobre dolarización, mano dura y negación vertida por los esbirros de la última dictadura cívico militar.

-Pero me veo en la obligación de utilizar esta columna – inhabitual a mi estilo- por necesidad de intervenir con audacia a un planteo lógico que puede llegar a suceder en la arena política-.

Un análisis de que existen dos modelo en juego. El de las grandes corporaciones, que buscan un rol  Estatal más volcado hacia el mercado, que ellos cada vez más concentran y otro modelo, que implica un rol del Estado orientado a la intervención, a la ampliación de los derechos de accesibilidad de las personas, al control fiscal y distributivo, con mayores exportaciones de sus Pymes y consecuente con el desarrollo productivo de mayores ingresos, sin olvidar el compromiso del endeudamiento impuesto por el macrismo con el Fondo Monetario, en violación a los derechos humanos, que son la base de estos últimos 40 años de democracia. En síntesis: Negacionismo vs Memoria, Verdad y Justicia.

Cada vez me convence más la idea de que alguien sobra para estas elecciones del 22 de octubre. Y creo saber que es la mujer que pregona el orden. Pero contradiciendo a los filósofos positivistas es un orden sin progreso y por ende destinado a fracasar porque no le sirve a nadie así estipulado. Es probable, por los síntomas que comienzan a hacerse ver en su frente,  que no solo quede fuera de un ballotage sino que llegue incluso a no presentarse a los comicios de octubre. Sí, puedo asegurar que a pesar de tener que sostener una lista con diputados y senadores nacionales, puede decidir no participar. Obviamente, que de ser así, no será gratis, supongo. El costo tiene un buen precio. Su caída en la imagen comienza a reflejarse en  todo el sentido conceptual de la frase.

Ser candidato del cambio es la tarea política para los tres que tuvieron la mayor cantidad de votos. Y la Piba, parece no estar a la altura de las circunstancias del contexto. ¿Se va comprendiendo?

Internamente sus correligionarios, que no desconocen sus orígenes entreguistas porque padecen sus intervenciones televisivas vacías de contenido, su actitud discursiva a diario, nula en propuestas, chata y reiterativa a un pasado que ya no convoca ni los persuaden. Son ellos mismos quienes recurrirán a interpelarla en ese sentido. Además, un dato categórico que no puede pasar por desapercibido, es que ya no corre con el caballo del comisario como lo hizo en la carrera anterior contra Larreta. Ese caballo es del máximo exponente y colaborador financiero de su espacio, el dueño y magnate ingeniero, Mauricio Macri, de muy buena relación con Milei, quien le resta protagonismo y pone cuidadosamente su mirada en el economista de Avanza Libertad.

Convengamos, en que la cada vez menos líder de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich Luro Pueyrredón alias Carolina Serrano o Cali según su vieja militancia setentista en la agrupación Montoneros, deberá darse de baja. Su figura no mueve el amperímetro electoral y le cuesta imponerse ante la presencia de una nueva figura que instaló de entrada, provenir de afuera de la política. Igual se sabe, que pertenece a otro tipo de casta peor, la económica.

No me queda dudas, que el candidato del linaje Neoliberal, Javier Milei, será quien dispute por un techo de votos más alto, el camino electoral hacia la Casa Rosada por ese lugar vacante de Bullrich. En frente tendrá a un candidato que del oficialismo ungió con premisas innovadoras, Sergio Massa, que va a ir ascendiendo notablemente al paso de los días venideros por las medidas que viene trabajando.

Ambos se escogieron para dar la batalla final el 22 de octubre, los dos son los más escuchados por la ciudadanía y los dos apoyaron el primer gran cambio sobre la reforma impositiva. No es poco, ser coherentes en estos tiempos de fricción social, a pesar de lo que cada uno representa.

Quedarán afuera aquellos que solo viven del fuego mediático y del discurso provocador. Y los independientes radicales orgánicos, que fueron durante ocho años dejados de lados, ninguneados por el Pro macrista y utilizados para poner sus instalaciones electorales a disposición de ellos, que luego de haber permitido arrear sus banderas podrán ser quienes puedan convenir implícita o tácitamente con Sergio Massa, con Leandro Santoro y Axel Kicillof en los diferentes territorios, para refundar esta nueva etapa que la democracia aspira a tener.

No me caben dudas, que el próximo presidente de la república será el actual Ministro de Economía de la Nación, concerniente a un milagro de la divina providencia. Amén.

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