Miguel Ángel Horton: Por más Memoria, Verdad y Justicia

Por Horacio Magnacco.

El pasado mes de julio, señalizaron Solís y Galeno en William Morris como «Esquina de la Memoria» en homenaje de Miguel Ángel Horton, secuestrado por la dictadura cívico-militar el 30 de junio de 1977.

Nos conocemos con Adrian Horton hace tiempo: reuniones, amigos en común, actividades compartidas, pero nunca nos habíamos juntado para hablar expresamente de Miguel, su hermano, desaparecido en 1977 y de la lucha que lleva adelante su familia desde su secuestro por el terrorismo de estado.

La cita es puntual en el Bar San Martín. Café mediante nos vamos hacia 1976: La familia Horton estaba encabezada por Elvira y Arturo, ama de casa y ferroviario, maquinista para ser más preciso. Ellos tuvieron cuatro hijos varones: Arturo, Miguel, Ricardo y Adrian, que llegó 16 años después. Vivían en William Morris, muy cerca de la estación del FFCC San Martín.

A sus 24 años, Miguel era ferroviario al igual que su padre, trabajaba como foguista en el San Martín. En pareja con Noemí, se fueron a vivir juntos a Caseros a fines de 1976, acompañados por los dos hijos del matrimonio anterior de ella, Emilio y Natalia.

En la madrugada del 30 de junio de 1977, para más detalle, a las 4,30 hs, golpearon la puerta de la vivienda que compartían en Caseros. Pongámonos en esos momentos: no había telefonía celular, pocos teléfonos en las viviendas y sin un método alternativo de comunicación, esos golpes se confundieron con la probable visita del «llamador» del ferrocarril, que avisaba el faltazo de algún compañero y había que salir rápidamente en su reemplazo.

Lamentablemente no fue el caso.

Un grupo armado vestido de civil se presentó como fuerzas de seguridad e ingresó a la vivienda, la dieron vuelta literalmente y se  llevaron a Miguel frente a su pareja Noemí, embarazada de unos meses.

Adrián Horton y su hijo Martín, recordando a Miguel, desaparecido el 30 de junio de 1977,

Desde entonces nada se sabe del paradero de Miguel. En la reconstrucción colectiva de lo que sucedió esa misma noche y en esa zona, con el mismo modus operandi, secuestraron a otros militantes, incluyendo a chicas y chicos jóvenes de un grupo Scout de Villa Bosch, también llevados por el camión del Ejército que estuvo en la puerta de Miguel y Noemí.

A partir de allí comienza una lucha que no decreció con el paso del tiempo.

Adrian era un chico de 7 años que desde ese momento vivió toda la transformación de su familia; el rol de Elvira, que no abandonaba su trabajo de ama de casa y la crianza de su hijo pequeño sin perder un segundo de vista la lucha como madre por la aparición de Miguel; Arturo no pudo con su tristeza y lo infructuoso de su búsqueda desesperada y poco tiempo después falleció.

El perverso sistema administrativo de los recursos humanos enviaba continuos telegramas a la familia para que Miguel se presentara a trabajar, caso contrario perdería su puesto, que sucedió poco tiempo después. Poco les importaba a Ferrocarriles Argentinos saber que su empleado había sido secuestrado por el terrorismo de Estado.

Unos meses después del secuestro nació Ariel, hijo de Miguel y Noemí, que no conoció a su padre. Hoy puede llevar su apellido, después de infinitos trámites ante el mismo Estado que se lo llevó.

Desde hace años Adrian y su familia mantienen viva la Memoria de Miguel y siguen buscándolo, en cada encuentro, en cada charla, en cada marcha.

Éste 5 de julio último le tocó un mimo al corazón. En la esquina de su casa paterna, en William Morris, la esquina de Solís y Galeno, «donde fuimos tan felices como desdichados» como decía el afiche que convocaba, se señalizó por iniciativa municipal y con la presencia del intendente de Hurlingham Damián Selci, como «esquina de la Memoria» no sólo recordando a  Miguel, sino también la búsqueda incansable de sus padres. Allí, rodeados de familia, amigos y compañeros, compartieron una mañana llena de emociones, donde no faltaron las lágrimas, pero tampoco la música y la alegría de estar juntos celebrando la Vida.

A su vez se inauguró un mural, diseñado por el grupo Paisanos Murales (@paisanosmurales) y realizado por Gaby Filete (@gabyfilete) y Lucas Guigón (@guigonluc) donde dice «Sembramos Memoria / Buscamos Verdad / Exigimos Justicia».

Les acompaño un video que realizó Denise Chirich titulado «Ensayo para la Memoria», que cuenta, entre otras, la historia de Miguel Ángel Horton:

 

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