Por PABLO DEL VALLE. Jefe de Gabinete del Municipio de Hurlingham.
Hurlingham es una ciudad cargada de historia. Muchas de sus entidades surgieron a fines del siglo XIX; algunas desaparecieron y muchas, actualmente, siguen funcionando. El Club Cosmopolita es una de ellas.
Nació el 30 de diciembre de 1897 como «La Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos», no donde hoy está ubicada, sino en el emblemático local del Molino harinero de Bancalari. Son muchos los recuerdos que guarda en su historia, sus instalaciones sirvieron como aulas de la primera escuela estatal secundaria de la ciudad, allí funcionaron las primeras instalaciones sanitarias, allí también funcionó nuestro primer cine y en sus instalaciones, comenzaron a sesionar los que soñaban con la autonomía de Hurlingham. Hasta que en la década de 1990 se formó el Centro de Jubilados y Pensionados, e incluso llegó a ser sede de la Federación de Centros de Jubilados.
Sin embargo, en los últimos años, todo ese esplendor fue decayendo. Hace unos meses, recibimos el pedido de los vecinos de la zona, para que vayamos a intervenir el club debido a que se encontraba en estado de abandono y no cumplía con las normas de higiene. Fuimos a verificar, comprobamos estas denuncias, y decidimos cerrarlo temporalmente por prevención.
Desde la gestión de Juan Zabaleta valoramos enormemente nuestras instituciones porque son el alma de cada barrio. Nuestros abuelos se juntan a divertirse, los chicos a practicar deportes y las familias a comer un asado. Nuestros clubes tienen vida propia.
Por eso, queremos recuperar el Cosmopolita, la primera institución creada por vecinos de Hurlingham. Es una enorme oportunidad de empezar a construir el futuro desde el orgullo de lo que fuimos capaces de ser. Eso queremos: una ciudad de la que los vecinos sientan orgullo.
En estos días, firmamos un pre acuerdo con María Ana, presidenta del Centro de Jubilados, para que el Municipio se haga cargo de las instalaciones pasen a ser parte del Municipio y en 30 días vamos a terminar los trámites para avanzar en el proyecto que permitirá que los vecinos disfruten del Cosmopolita y los abuelos tengan un Centro como se merecen.
Una vez que se cumplan los plazos establecidos, vamos a comenzar a trabajar para devolverle al club el brillo que una vez supo tener; para que las generaciones del presente y del futuro puedan disfrutarlo tanto, como hace años lo hicieron nuestros padres y abuelos.