
En junio de 1997 el obispo de Morón Justo Oscar Laguna fue entrevistado por Enrique Mujica y Gustavo Mayares para el periódico El Ciudadano. Pese a estar enrolado en la corriente moderada de la iglesia católica fue considerado un obispo progresista. En la nota Laguna habló de su rol en los medios, dio una mirada muy crítica sobre el gobierno de entonces, encabezado por Carlos Menem. Tampoco faltó la opinión sobre el cura Julio César Grassi, bastante antes de desatarse el escándalo que lo llevó a la cárcel por abuso sexual. Laguna fue obispo de Morón durante 25 años, su residencia estaba ubicada sobre la Av. Pedro Díaz en Villa Tesei. Falleció el 3 de noviembre de 2011.
-Le transmito una queja de algunos fieles de su diócesis: sostienen que usted está más cerca de las luces de la televisión que de ellos.
-Mentira. Mentira total. Sólo tengo una audición una vez a la semana en el noticiero de canal 9, pero claro, hace 15 o 20 años que soy entrevistado en radio y televisión y me invitan a muchos programas a los que les digo que no; me cuido muchísimo de ir a la televisión, así y todo se que cuando hablo tengo más repercusión que otros, mis palabras tienen gravitación, hablo cinco minutos y tienen resonancia. Y cuando decido ir a los medios es porque se que cumplo una función, porque la gente me pide que vaya. Yo voy por una calle céntrica de Buenos Aires y la gente me pide que no afloje, que siga con mi palabra que, yo creo, es una palabra pacificadora. De todos modos insisto que de las invitaciones que tengo más de la mitad no las acepto.
-Aun así sigue estando en medio de la escena pública como un referente obligado de la iglesia.
-Yo no tengo ganas de ser un referente obligatorio o necesario. Eso genera peligros como el que crean que «Laguna es la iglesia» y soy un obispo más de la iglesia, que es el conjunto de todos los fieles y el conjunto de toda la jerarquía. Se que soy un referente aunque mi vocación no son los medios, mi vocación es ser pastor, pero tengo claro que tengo condiciones, no soy idiota para no darme cuenta, de todos modos se debe reconocer que la Iglesia, durante la pasada dictadura y en la primera etapa de la democracia, tenía voces aisladas como las de Jaime De Nevares, Jorge Novak o Laguna. Hoy es al revés: apenas habla Laguna porque hablan todos; como los obispos Rey, Sueldo, Valentini, Carnielo. Todos estos obispos dan testimonio de las dificultades del norte y sur del país, además de una inmensa mayoría de los obispos, que de manera silenciosa, poco notoria, trabajan contra la pobreza y mucho.
El problema quizás es de otros nombres, poquitos, muy pocos, que aparecen con una gran cercanía al poder y yo quiero, y aspiro, a una iglesia totalmente libre y autónoma, y cuando hablo de libertad no hablo de pelearme con el gobierno, sino de decir lo que se debe decir, cuando se debe decir, sin ataduras ni miedos.
-Hablando de hombres con cercanía al poder y a los medios ¿Qué opina del accionar de Julio Cesar Grassi?
-Es vecino mío en Hurlingham, aunque él sí vive en la televisión. No hay día que no vaya a un programa. Respecto a su obra, él hace de acuerdo a lo que le da el Gobierno Nacional; así lo dice un gran cartel (frente al predio) y justo en un momento en que este mismo gobierno cierra hospitales y ni siquiera hay vendas. La obra en si misma es buena, pero (a Grassi) le falta tiempo porque con la audición que tiene por la noche en una radio y la presencia en varios programas, hace que no tenga tiempo.

-¿Qué le critica la gente cuando lo para por la calle?
-¿Crítica desfavorable? Solamente los menemistas. En general el trato es muy bueno. El mayor riesgo es que uno pierda la intimidad. Yo no puedo caminar por la calle, no puedo ir al cine como iba antes porque el boletero me conoce y me da vergüenza que me regale las entradas.
-Las críticas de los menemistas son las que nacen del propio gobierno. Hace unos días el presidente Carlos Menem dijo que usted «es ignorante y obsesivo».
-Ya antes un ministro de economía (Domingo Cavallo) dijo que yo era un hombre de una ignorancia supina. No diría que es precisamente lo que me caracteriza, pero bueno. Todo eso me lo como. Son así. Pero no me quiero meter más con Menem ni con sus ministros, porque recibo insultos y aplazos. Todos sabemos quién es soberbio y quién no quiere ver la realidad, y creen que cerrando los ojos la realidad no está; pero está ahí, en frente nuestro. Hay que tener los ojos bien abiertos y obrar en consecuencia, y todos tenemos que participar porque esta situación es grave. Esto no es la macro-economía que nos muestra el Gobierno -que es más o menos cierta- y que nos recita diciendo que los números dan, pero no llega a la gente. Es claro que hay una pequeña porción de la población que se hace cada vez más rica, mientras la gente sigue sumergida y otra está totalmente excluida. Frente a eso el gobierno muestra no tener sensibilidad social, por lo menos la que debería tener un gobierno que tiene origen en un movimiento que si la tuvo.
Claro que creo que, no solo en la Argentina, si no en el mundo el sistema económico que está en boga tiende a la exclusión, si no, no sale, el modelo no funciona pero el costo social es muy grande. La desocupación aumenta y origina otros males, la delincuencia, las depresiones, la pobreza.
Un cura mío me dijo que estoy monotemático con los pobres. Creo que lo monotemático no es que yo hable sino que los pobres sigan estando ahí, sin que se ocupen de ellos demasiada gente, ni demasiado bien. La pobreza esta ahí, a la vista de todos.
En la quinta donde está el seminario, que es donde yo vivo, en Pedro Díaz, tengo gas, cuando vine no tenía ni eso. Yo camino una hora todas las mañanas y el barrio que circunda el seminario es muy pobre. Uno se impresiona de la pobreza, las calles de barro, las construcciones precarias… y me impresiona ver los rostros tristes de la gente.
-¿La exclusión que existe hoy, es una dinámica del capitalismo o sólo es una circunstancia momentánea?
-El Papa (Juan Pablo II) dice que el socialismo tuvo razón de ser, porque tuvo la virtud de aminorar los efectos trágicos del capitalismo; pero ha hecho pecados muy graves como la falta de libertad. La idea fue decir que ese mundo era un equilibrio, pero cayó. Lo que sí no va a caer es la utopía de un mundo más fraternal y un socialismo democrático tiende a despejar toda la locura de ese liberalismo, cuya tendencia no es determinante a que excluya, porque si no es imposible ver un capitalismo como el alemán, que tiene un montón de justicia social a pesar de su 12% de desocupación. Lo que sí me pone contento es el triunfo del laborismo en Inglaterra y el triunfo de la izquierda en Francia.
-En la inauguración de Plaza Oeste-Jumbo, usted deseó que en ese local no ocurriesen cosas como la sobreexplotación; el presidente de esa compañía afirmó que sus palabras eran mentira porque nada de eso ocurría.
-¿Usted lo escuchó?
-Sí.
-Me llama la atención, porque me acompañó hasta la puerta y me dijo que estaba de acuerdo con lo que hablé. Recuerdo que durante la bendición afirmé que era paradójico que la apertura de los hipermercados generaba fuentes de trabajo, pero cerraban pequeños y medianos comercios en los alrededores. Lo que molestó fue lo que dije sobre las chicas, que les pagan 400 pesos y las hacen trabajar muchísimo.
-¿Cómo es su relación con la intendencia de Hurlingham?
-Nula. No hay diálogo, aunque me vi con el intendente Juanjo Álvarez dos o tres veces. Sé por comentarios que está haciendo una gestión prolija, pero nada más. En general no tengo mucho trato con los intendentes. Tampoco lo tuve con (Norberto) García Silva, que se que era un hombre de gran transparencia, pero habré estado algunas veces y acá, nunca en la intendencia.
-Se sentía más cómodo en el gobierno de Raúl Alfonsín?
-Es una pregunta capciosa. No importa con quien me sienta mejor. Por supuesto que yo tenía un diálogo más fluido pero decía las mismas cosas que digo hoy, quizás con más sonrisa, pero Alfonsín es testigo de las cosas que yo he dicho sobre la pobreza y que le molestaban mucho. Con la diferencia que se las comía y no me contestaba a todo lo que digo, como este presidente.
-¿Participaría en política electoral?
-Nunca, pero te aviso que me lo han ofrecido. Me imagino que me lo ofrecieron sin convicción por que me conocen. Yo sinceramente me siento padre de los peronistas, de los menemistas (que no son la misma cosa), de los radicales… tengo más facilidad para hablar con hombres como el Chacho Álvarez o Fredi Storani, también la tengo con Antonio Cafiero, con Eduardo Amadeo, la tuve con los chicos de Franja Morada, aunque su discurso es un poco decimonónico… yo creo que lo importante es que uno pueda dialogar con todos, sinceramente. Lo que yo no quiero es que ciertos diálogos que lo pegan a uno con el que dialoga.
-¿Qué opina de que la iglesia siga recibiendo cuestionamientos por sus conductas durante la dictadura?
-Cuando uno vuelve atrás descubre que no todo estuvo bien hecho, que no hicimos todo lo que podíamos hacer y es una lástima porque quizás con más fuerza, con más energía, con más presencia de la iglesia, a lo mejor se hubieran podido salvar más vidas y terminar el tema de los desaparecidos antes; yo no lo puedo saber. Es muy difícil en la historia volver atrás y hacerla de nuevo. La historia es un río que fluye. Pero lo importante es que la iglesia no fue ni cómplice ni represora. Pudo no haber sido todo lo valiente por no haber tenido una confrontación más fuerte con el gobierno militar y nos hace bien hacer nuestra propia crítica.
No hay que temer a la verdad. La verdad no abre heridas, al contrario las cierra. Los argentinos a veces tenemos alma de avestruz. Necesitamos mirar nuestra historia, mirar lo que está mal hecho y debemos arrepentirnos porque todos tenemos la culpa por lo que está mal hecho, no la misma culpa, no en el mismo grado, claro.
El obispado de Morón, creado en 1957, abarca los partidos de Morón, Hurlingham e Ituzaingó. Justo Oscar Laguna fue obispo en esa diósecis entre 1980 y 2004. Fue el segundo obispo, su antecesor fue Miguel Raspanti desde 1957 a1979. A Laguna lo sucedió Luis Guillermo Eichhorn durante 2005 al 2017. El cuarto obispo de Morón fue Jorge Vázquez desde 2017 hasta este año en el que fue consagrado Alejandro Benna.
Entrevista realizada por Enrique Octavio Mujica y Gustavo H. Mayares con fotos de Raúl Coria. Publicada originalmente en el periódico El Ciudadano el 6 de junio de 1997. Reproducido en EL CLASICO de julio 2025.