Investigan en Hurlingham los beneficios de la vitamina D en la lucha contra el Covid

 

El desarrollo de la investigación está a cargo de Paulo Maffía, investigador de la UNAHUR -que financia el proyecto- y participan investigadores del INTA en Hurlingham. Maffia afirma que «la vitamina D ya es efectiva para disminuir el impacto de otras enfermedades infecciosas». «Sí o sí necesitamos tomar algo de sol», recomienda.

Con la propagación de la pandemia del coronavirus, equipos científicos de muchas partes del mundo analizan el impacto de la vitamina D para probar su administración terapéutica en cuadros graves del virus.

Son muchos los trabajos que sugieren que las personas con deficiencia de vitamina D podrían tener mayor mortalidad y riesgo de infectarse por virus.

Paulo César Maffía, investigador del CONICET, de la Universidad de Quilmes y desde hace un tiempo de la Universidad Nacional de Hurlingham, es uno de los argentinos que está trabajando en este tema desde hace más de 10 años y que ahora adquiere notoriedad a causa de la pandemia: «Se vio que niveles adecuados de vitamina D también promueven la expresión de unos péptidos llamadas catelicidinas», señala Paulo Maffía. El experto añade: «Son componentes importantes de la inmunidad innata que se expresan en células del sistema inmune, pero también en células epiteliales y pulmonares».

Desde hace unos años se ha presentado que estos agentes antimicrobianos aumentan su expresión en presencia de vitamina D. Y  a la inversa, no se expresan cuando esta falta.

Paula Maffía, biotecnólogo de 44 años de edad, afirmó que la vitamina D «ya es efectiva para disminuir el impacto de otras enfermedades infecciosas», recordando que la exposición al sol es fundamental para su generación en el organismo.

En una entrevista realizada por la radio FM Plaza 92.1 de Pilar, lugar donde reside, Maffía contó que junto a su equipo estudiaron desde los últimos años que «por lo menos un tipo de catelicidina tenía la capacidad de sobreexpresarse, es decir, de aumentar los niveles en el cuerpo, cuando había altos niveles de vitamina D. Eso me parecía anecdótico, hasta ahora».

Maffía contó que «hace unos 3 años en ensayos clínicos en Suecia y Bangladesh (país con tasas altas de tuberculosis) vieron que pacientes con déficit de vitamina D tenían muy bajos los niveles de estos péptidos, por lo tanto un pronóstico mucho peor. Probaron administrando dosis altas de vitamina D y la cantidad de péptidos aumentó, viendo así que la bacteria bajaba o se moría. Es decir, que el cuerpo reaccionaba favorablemente y hace 2 años lo vi en el virus de la influenza, que causa la gripe: las concentraciones altas de vitamina D también aumentaba a estos péptidos, mejorando los cuadros de gripe».

Ahora, ante la aparición del Covid-19, se trata de comprobar si los péptidos producidos por la presencia de vitamina D podrían también frenar a este tipo de coronavirus.

«Yo pensaba en cómo sintetizar el péptido para administrárselo a la gente. Pero tenía que ser rápido, eso tiene que pasar por ensayos clínicos y tardar años… Es más inmediata la administración de vitamina D».

La Universidad Nacional de Hurlingham está financiando el proyecto, en el que también participan investigadores del INTA en Hurlingham para ver si estos péptidos tienen actividad frente a coronavirus bovino y canino».

Científicos señalan que la enfermedad del coronavirus una parte del daño no depende del virus, sino de la respuesta inmunológica, y la vitamina D tiene efectos inmunomoduladores. La hipótesis del estudio es que en altas dosis podría prevenir el deterioro vinculado con la enfermedad

La vitamina D se encuentra en algunos alimentos, también puede llegar a través de suplementos, pero sin embargo una de sus principales fuentes de generación es la luz solar.

En este sentido, Maffía opina que, tomando recaudos tales como no exponerse en los horarios más peligrosos para la piel, «sí o sí necesitamos tomar algo de sol».

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