Un nuevo reconocimiento a la autora de Hurlingham. Esta vez no es un premio, se trata de uno de sus cuentos llevado a la pantalla grande.
El 26 de enero se estrenó en los cines «La valija de Benavidez» con un elenco encabezado nada más y nada menos que Norma Aleandro y Jorge Marrale. La película está basada en un cuento de la escritora hurlinguense, (hoy radicada en Alemania), la multipremiada Samanta Schweblin.
Dirigida por Laura Casabe y con guión de Lisandro Bera, la propia Laura Casebé sobre el libro de Schewblin la película reúne actores con larga trayectoria como Guillermo Pfening, Paula Brasca, Rodrigo Lico Llorente, Alejandro Parrilla, Diego Echegoyen, Oliver Kolker y los nombrados Alejandro y Marrale. Cuenta además con la fotografía de Mariano Suárez y la música de Gillespi.
Benavidez es un profesor de plástica, casado con una joven promesa de la pintura. Una noche discuten y el carga su valija y sale a buscar asilo a la casa de su psiquiatra, también coleccionista de arte. Al día siguiente descubre el secreto que oculta ese lugar: una residencia de artistas que participan de un tratamiento diseñado para ampliar su espectro creativo.
Benavidez querrá volver a su hogar pero ya no le será posible, el Doctor tiene otros planes para él. Atrapado en la casa, lo someterán al tratamiento y en el intento de escapar, recorrerá distintas habitaciones y en ellas la historia de su vida, la relación con su padre y su esposa, para encontrarse al final del camino con una revelación que cambia su destino.
En una entrevista a la BBC Mundo, Samanta Schweblin contó que cuando tenía 12 años dejó de hablar. No porque tuviera ningún problema psicomotor o en sus cuerdas vocales, sino porque la superaba la enorme diferencia entre lo que ella quería decir y lo que entendía la gente.
«A mí me frustraba mucho el lenguaje. Me fastidiaba la distancia que había entre lo que yo quería hacer, transmitir, y que finalmente llegaba al otro». La directora del colegio le dijo a su madre que si después del verano no volvía con un certificado de la psicoanalista de que Samanta era normal, no pasaba a la secundaria. «Mi psicoterapeuta, que es una genia total y a la que le voy a agradecer toda la vida, le mandó una carta que decía que yo era una persona muy normal, pero que tenía un completo desinterés por el mundo que me rodeaba». «La literatura me dio la oportunidad de poder manipular el lenguaje con una pinza casi científica, aunque tome días, meses, años para decir exactamente lo que quiero decir».
Hoy considerada una de las autoras más promisorias del país acumula prestigiosos premios internacionales que ha ganado por su trabajo, fundamentalmente, por sus cuentos.
Su primer libro de cuentos, El núcleo del disturbio (Destino, 2002), fue premiado por el Fondo Nacional de las Artes y en el Concurso Haroldo Conti. Su segundo libro, Pájaros en la boca (Almadía, 2009), fue galardonado con el premio Casa de las Américas, traducido a 13 idiomas y publicado en 22 países. Además, obtuvo una beca DAAD en Alemania. Schweblin decidió radicarse en Berlín. Allá comenzó a dictar talleres literarios para latinoamericanos que han resultado una experiencia muy valorada por ella.
En cuanto a la película, ya antes de su estreno en el circuito comercial, logró importantes reconocimientos, por ejemplo: Mejor Película del Festival de Cine de Cuenca, Ecuador; Mejor Banda de Sonido Original en el Festival de Cine Fantástico de La Coruña; Mención especial a largometraje en Mórbido Film Fest 2016, México.
Además el guión de fue seleccionado para participar en la Clínica de Guión del III Bolivia Lab, del Mercado Internacional del Festival de Guadalajara y de la sección Blood Window dentro del Mercado internacional de Ventana Sur. En esta última sección, el Work in Progress del film recibió dos premios: Premio GIANT: Secuencia de títulos iniciales y Premio Sofía Films: Corrección de color y supervisión de efectos visuales.