Por Rody Rodríguez.
El ex intendente de Hurlingham integra la agrupación «Peronismo Republicano» dentro de la alianza Juntos por el Cambio, liderado por Miguel Pichetto. Se trata de un espacio peronista creado para que pierda el peronismo en las elecciones que vienen.
En las elecciones pasadas el ex intendente de Hurlingham Luis Emilio Acuña se sintió obligado a hacer un acuerdo electoral contra natura. Aceptó el liderazgo de Juanchi Zabaleta y se integró al Frente de Todos, como hizo su jefe de entonces, Sergio Tomás Massa, y como ya había hecho su hijo Fabrizio. En ese momento dejó de lado su intención de disputar la intendencia de Hurlingham.
No fue un renunciamiento histórico.
Todas las encuestas lo ubicaban lejos no solo de Zabaleta si no también por detrás del candidato de Juntos por el Cambio, Lucas Delfino.
A cambio de un puñado de votos Acuña acordó la incorporación de Fabrizio en la lista de concejales y logró sumar algún nombre de confianza en el gabinete municipal, pero también debió silenciar (al menos en público) las críticas despiadadas a Cristina Kirchner, a La Cámpora y al propio Zabaleta.
Los límites que impone la pandemia para socializar, no impidieron que Acuña mantuviera contacto fluido con su eterno socio, el ex intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cataldo Cariglino; ellos dos más otros viejos dirigentes del justicialismo bonaerense como el ex funcionario menemista Alberto Lestelle, el ex secretario de seguridad bonaerense Carlos Pombo y el ex intendente de Tres de Febrero Jorge Mangas, armaron una agrupación que rápidamente se incorporó al «Peronismo Republicano» un armado del ex senador Miguel Angel Pichetto, de Joaquín De la Torre y, del que forma parte también Claudia Rucci, la hija de José Ignacio, el histórico líder de la CGT en los ‘70.
Peronismo Republicano nació dentro de la alianza Juntos por el Cambio para «consolidar la coalición opositora». El propio Mauricio Macri elogió el «coraje» de los dirigentes por abandonar un peronismo «secuestrado por el kirchnerismo».
Los organizadores hicieron una reivindicación de la gestión de Carlos Menem como presidente, para beneplácito especialmente del senador Juan Carlos Romero, del ex legislador Eduardo Menem y de los ex referentes menemistas Ramón Puerta, Miguel Ángel Toma, Andrés Cisneros y Hugo Franco.
La voz principal del llamado Peronismo Republicano, es el ex senador y ex candidato a vicepresidente de Macri, Miguel Pichetto que llamó a «derrotar la ideología del pobrismo» aclarando que «ser pobre no da ninguna superioridad moral».
Por su parte el ex ministro de gobierno de María Eugenia Vidal, Joaquín de la Torre, parafraseó a Martínez de Hoz al sostener que «el desafío no es más Estado presente, como dicen todo el tiempo, sino Estado eficiente».
De la Torre es el arquitecto del armado que se propone recrear un espacio peronista que sirva para ganarle al peronismo. El dirigente de San Miguel tiene como ejemplos las experiencias en 2009 de Francisco De Narváez y Felipe Solá; la del 2013 y 2015 con Sergio Massa y la del 2017 del propio Massa y Florencio Randazzo.
Acuña se siente como pez en el agua en ese armado. Está cómodo con los dirigentes que lo componen y se siente representado por el contenido ideológico de ese sector siempre vinculado a la derecha del peronismo. Acuña, como parte de este pichettismo naciente, está dispuesto a disputar espacios de poder dentro de Juntos por el Cambio.