El jefe de mecánica de una concesionaria de autos fue secuestrado y baleado por una banda de falsos policías que lo capturó cuando salía de su trabajo en el partido bonaerense de Hurlingham y lo liberó una hora más tarde y con un tiro en un tobillo, luego de que su mujer pagara en Haedo un rescate de 4.000 dólares, informaron fuentes de la investigación.
El hecho tuvo como particularidad una nueva modalidad que los investigadores denominan “el llamado extorsivo sin corte”, es decir que hasta el momento del pago los secuestradores no le permitieron nunca cortar la comunicación a la concubina del cautivo para que no pudiera avisar a la policía.
La víctima fue identificada por voceros policiales como Federico Thailer (42), quien trabaja como jefe de taller de la concesionaria “Hurlingham Motors” de la firma Renault, ubicada en el cruce de la avenida Gobernador Vergara y Camargo, de la localidad de Villa Tesei.
El secuestro se inició cerca de las 20.30 del lunes cuando Thailer salió de la concesionaria y se disponía a abordar su camioneta Renault Saveiro y fue interceptado por cuatro delincuentes que le dijeron que eran policías y lo obligaron a subir a otra camioneta, una Toyota Hilux modelo SW4, donde se lo llevaron cautivo.
Mientras los captores interrogaban al mecánico sobre su patrimonio, la concubina de Thailer comenzó a llamarlo al celular preocupada porque se había hecho tarde y no había llegado aún a su casa de Haedo.
Uno de los delincuentes atendió el llamado, le avisó a la mujer que su pareja estaba secuestrada, le permitió hablar brevemente con él para que lo verificara y le exigió inicialmente el pago de un rescate de 100.000 dólares.
De acuerdo a lo que pudieron reconstruir luego los investigadores, ese único llamado extorsivo se inició alrededor de las 20.50 y tuvo una duración prolongada, de aproximadamente 20 minutos, porque los secuestradores no le permitieron cortar la comunicación.
“Copiaron este método de los secuestros virtuales. La idea es que la víctima pasiva, es decir el familiar que negocia y va a ir a pagar el rescate, no tenga la posibilidad de avisar a la policía o a algún pariente que haga la denuncia”, explicó a Télam un investigador judicial de secuestros extorsivos.
“Hasta el momento del pago no se corta la llamada. Y amenazan constantemente con asesinar o lastimar al secuestrado si se corta la llamada”, agregó el informante.
Los voceros precisaron que durante la negociación la banda pactó finalmente aceptar un pago de unos 4.000 dólares, es decir unos 60.000 pesos, si se toma el precio del dólar a 15.
La mujer de la víctima, un ama de casa de 40 años, salió a pagar el rescate en su auto, un Renault Clío gris, y el encuentro se realizó a unas ocho cuadras de la casa de la pareja, en la intersección de la calle Suipacha y avenida Don Bosco, de Haedo.
“Los secuestradores le indicaron a la mujer dejar el dinero en el medio de la calle, dentro de un bolsa y le dijeron que diera la vuelta manzana. Cuando regresó al punto donde había dejado los dólares, se encontró con su pareja liberada, pero baleada”, según informó la policía.
Thailer fue liberado luego de una hora de cautiverio y con un balazo con orificio de entrada en el tobillo izquierdo y sin salida.
El mecánico también tenía varios golpes, algunos de ellos culatazos que le aplicaron en el cuero cabelludo.
La mujer llevó al hombre herido al Hospital Italiano de San Justo, donde fue intervenido quirúrgicamente y esta mañana aún permanecía internado, aunque fuera de peligro, según confiaron fuentes de la investigación.
Los secuestradores no sólo cobraron los 4.000 dólares de rescate, sino que también se robaron la camioneta Renault Saverio que manejaba el mecánico secuestrado y que es propiedad de la concesionaria.
La policía recién tuvo su primera intervención cuando desde el hospital avisaron que había ingresado un hombre baleado.
Al tratarse de un secuestro extorsivo, y ser denunciado en San Justo, el caso fue derivado a los detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de La Matanza y a nivel judicial la causa quedó en manos del fiscal federal 2 de Morón, Sebastián Basso.
La investigación sumó como colaboradores a los expertos de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (Ufese), dirigida por el fiscal federal Santiago Marquevich.