El 13 de noviembre se conocerá el veredicto por el crimen de Juan Gregorio Díaz, el hombre de 42 años, asesinado delante de su hijo el 7 de junio de 2018 en Villa Tesei. El acusado tenía 16 años en el momento del hecho y espera el dictamen de la justicia en libertad, viviendo muy cerca de la familia de la víctima.
En la noche del 7 de junio de 2018, Juan Gregorio Díaz fue a buscar a su hijo, Juan Ignacio, al Colegio Parroquial Santa Marta, ubicado en la calle Salazar al 150, en Villa Tesei. “Como el nene hacía turno vespertino, él lo iba a buscar para que no se vuelva solo porque es peligroso”, contó una compañera de trabajo de la víctima. Cuando volvían a su casa, sobre la calle Kiernan, dos motochorros los interceptaron. Al papá le pegaron un tiro en la espalda, a su hijo Juan Ignacio le dispararon en un brazo. Los delincuentes se llevaron la moto y los dejaron tendidos en el suelo. El hombre fue trasladado al Hospital Posadas, tuvo dos paros cardíacos y murió mientras lo operaban.
Juan estaba casado con Vanesa Asís, con quien además tuvieron una nena de 7 años, y trabajaba en el sector de mantenimiento en la clínica DIM de Ramos Mejía.
Apenas ocurrido el crimen, los fiscales Claudio Oviedo y Patricio Pagani ordenaron secuestrar las grabaciones de las cámaras de seguridad instaladas sobre la calle Kiernan y habilitaron una línea telefónica para recibir informaciones que pudieran aportar testigos del hecho, y fue a través de un llamado que se obtuvieron datos sobre los responsables del asesinato de Díaz. Luego de seguir esta pista, los fiscales llegaron hasta la casa de Ilán Nehuen, un joven de 16 años, ubicada en la calle Santa Mónica al 4500, entre El Cóndor y Juan Bautista Kiernan, a 250 metros del Acceso Oeste, a pocas cuadras de donde se cometió el asesinato. Ilán tiene a su madre con arresto domiciliario por venta de drogas y a su padre en la cárcel por robos.
La justicia luego llamó a Juan Ignacio para saber si podía identificarlo. Lo reconoció rápidamente. Recordó que era alguien del barrio, con quien jugaba a la pelota de chico.
El menor estuvo apenas unos meses detenido en un instituto, procesado por «homicidio criminis causae, robo agravado por arma de fuego y portación ilegal de arma de guerra», pero al tiempo quedó en libertad a la espera del juicio, viviendo al cuidado de un tío, en una casa muy cerca de la familia de su víctima.
En el juicio que terminó el viernes pasado, el fiscal Gabriel Iturri pidió 15 años de prisión para el acusado. Ilan Nehuen estuvo presente en las audiencias, pero prefirió no declarar. El Tribunal de Responsabilidad Penal Juvenil N° 1 de Morón dará su sentencia el 13 de noviembre próximo.
“Mi hijo, con 16 años, se puso al hombro el objetivo de hacer justicia por el crimen de su papá. Creo que una condena ejemplar sería algo justo para él, que siendo tan chico tuvo que pasar por todo esto”, indicó Vanesa, la viuda de Juan Gregorio al portal Primer Plano.
La familia convocará a Tribunales de Morón a una marcha para el día de la sentencia, a la que el acusado llegará en libertad, al cuidado de su tío. Es un pedido hecho por los excompañeros de Juan Gregorio, trabajadores de la Clínica DIM, de Ramos Mejía.
Del cómplice no se sabe nada. Es el que manejaba la moto y en el asalto siempre tuvo el casco puesto, por eso no lo pudieron identificar ni con las cámaras. Igual la causa sigue y está en manos de la fiscalía N° 5. «Yo siempre dije que si tienen a éste, podrían saber dónde está el otro. Pero como es menor lo tienen protegido», le dijo Vanesa al diario Clarín.
Respecto a la posible condena al menor, Vanesa afirmo: «Espero que no lo dejen libre. Yo soy mamá y fue muy difícil exponer a mi hijo de la misma edad porque él dijo ‘lo reconozco porque le vi la cara’. Se prestó a la rueda de reconocimiento y a declarar en el juicio y tuvo al asesino al lado. Espero que sirva para algo porque si no yo no se qué decirle».