Por Leandro Rodríguez||
Si fuera cierta la noticia de que Sergio Massa decidió bajar a Rodrigo Álvarez de su precandidatura a intendente para las próximas elecciones, seguramente el intendente Luis Acuña y sus colaboradores más cercanos habrán festejado, por que eso permitiría estar abocado exclusivamente a competir frente al candidato del Frente para la Victoria, Juan Zabaleta.
Sin embargo, si fuera cierta la noticia de que Sergio Massa decidió bajar a Rodrigo Álvarez de su precandidatura a intendente para las próximas elecciones, seguramente muchos se darán cuenta de las contradicciones de Massa y del poco apego a las promesas del tigrense.
De ser cierta esa noticia queda en la nada esa oposición a la reelección indefinida de los intendentes. En mayo del año pasado, el actual diputado propuso un proyecto de ley a la legislatura bonaerense para ponerle «punto final» a la posibilidad de que los jefes comunales sean reelegidos sin límites. “Creemos que es muy bueno que se terminen las reelecciones indefinidas de intendentes y por eso planteamos la limitación a dos mandatos», había señalado Massa en aquella oportunidad.
Pero Luis Acuña no es el único intendente del massismo que busca continuar al frente de su municipio. El ejemplo más notorio es el de Raúl Othacehé, intendente de Merlo, quien ya confirmó se deseo de pelear por la conducción de de Merlo, lugar que ocupa desde hace 21 años, algo más de los caso 14 años que lleva Acuña como intendente de Hurlingham.
De ser cierta esa noticia, también se destruye la idea original de profundizar la renovación en la política. Sin dar la oportunidad a nuevos dirigentes, cerrando mecanismos de participación, impidiendo que sea la gente la que elija y facilitando que los dirigentes más viejos se impongan en sus distritos.
Resta saber que es lo cierto y que no en cada una de las afirmaciones de Sergio Massa.