Por Rody Rodríguez.
Sergio Souto es uno de los nuevos exponentes del sindicalismo bonaerense. Trabajador desde los 15 años de Ternium Siderar, en la sede que la empresa del grupo Techint tiene en Valentín Gómez. A los 27 años fue elegido delegado y cuatro años después, en el 2008, ocupó la Secretaría Gremial de la Unión Obrera Metalúrgica -UOM- de Morón, en el 2012 pasó a la Secretaría Adjunta quedando a cargo de la Seccional y en el 2016, cuando Gerardo Chiaradía se retiró de la actividad, fue elegido como Secretario General de la seccional. Casi en paralelo, se consolidó dentro del con-junto del movimiento obrero de la región y pasó a ser Secretario General de la Confederación General del Trabajo -CGT- Regional Morón, que abarca también los partidos de Hurlingham, Ituzaingó y Las Heras.
Tras el paro nacional del pasado 25 de junio, Souto hizo un análisis muy crítico de la actualidad económica, de la situación de los trabajadores y del próximo proceso electoral y el futuro del peronismo
Este es el diálogo que Sergio Souto mantuvo con El Ciudadano:
-¿Cómo está la situación de los trabajadores metalúrgicos?
-Es una situación muy compleja. Todas las medidas de este gobierno afectaron la industria nacional. En primer lugar la libre importación que venimos manifestando hace dos años que estaba destruyendo nuestra industria, como segundo factor la destrucción del mercado interno y la pérdida del poder adquisitivo.
Tuvimos en toda la jurisdicción, aproximadamente 600 despidos, estamos hablando de un 8 % de nuestro padrón general y no encontramos que el Estado genere alguna herramienta que nos permita conservar el trabajo o promover el consumo.
-La respuesta a la convocatoria de la CGT al paro del 25 de junio, fue contundente, pero ¿qué se espera y qué sigue?
-En primer lugar un reconocimiento claro a los trabaja-dores por el acompañamiento aún en la difícil situación económica que están atravesando. En segundo lugar yo siempre digo que no me baso en el día de la medida de fuerza, sino dos años manifestándonos contra este gobierno que está destruyendo la industria nacional, que cada vez hay más pibes que van a los comedores barriales, que en los barrios la gente no puede pagar las tarifas, que la pobreza está aumentando, que el poder adquisitivo de los salarios ha disminuido notablemente y eso hace que baje el consumo, que el mercado interno se destruyó , que en Morón, en Hurlingham, en el conurbano hay miles y miles de locales que están cerrando…. Y después de eso… vino el paro, como la legítima herramienta de intentar que el gobierno tome conciencia.
-¿Se tendría que haber hecho antes?
-Yo creo que sí, y nosotros lo veníamos planteando, creo que se intentó pero que justamente falló la unidad del movimiento obrero para llevarla adelante, porque a la medida de fuerza anterior a esta, muchos sectores se sumaron, como la UOM por ejemplo, pero hubo también gremios muy importantes como son los de transporte, -que también colaboran con la efectividad del paro- que no lo hicieron y me parece que fue una etapa que nos sirvió para consolidar y ponernos de acuerdo con respecto a que, está claro, que no había otro camino más que la medida de fuerza. Ahora, la medida de fuerza por sí sola no va a modificar la política de este gobierno, aún con la poca esperanza que tenemos de que el gobierno tome conciencia sobre esto, el movimiento obrero tiene que definir un plan de acción, tiene que seguir ejecutando medidas en virtud de la defensa de los derechos laborales, en virtud de que se modifiquen las políticas de libre importación, en virtud de que se modifiquen las políticas de limitar la negociación colectiva y no solo tiene que ver con el paro. Hoy el movimiento obrero tiene la gran responsabilidad de trabajar desde una militancia de base para reflejar en la sociedad de el por qué tenemos que recuperar el gobierno para el pueblo. El movimiento obrero no puede quedarse con la acción directa nada más, porque nunca lo hizo así en su historia, siempre tuvo injerencia en la vida política institucional del país, siempre murieron compañeros en virtud de la democracia y del regreso del General Perón y la consolidación del peronismo y hoy tiene que tomar esa base y salir a la comunidad y salir a la sociedad a concientizar, a explicar y a ser parte de lo que va a ser el triunfo en el 2019.
-El 22 de agosto la CGT debería realizar el congreso normalizador, con elección de nuevas autoridades. ¿Cuáles son sus expectativas?
-Creo que la responsabilidad es de los gremios históricos, la UOM, la Unión Ferroviaria ,Textiles, Comercio, Gastronómicos y por supuesto Camioneros, son gremios que siempre, de una manera o de otra, han participado activamente en la vida institucional del país, me parece que hay que consolidar un solo Secretario General que pueda confluir de la opinión de todos los compañeros y en base a la responsabilidad que tiene y recordando la Confederación General del Trabajo que representa al Movimiento Obrero que es la columna vertebral del Peronismo un pensamiento claro del General Perón que es el trasvasamiento generacional. La institución está por encima de los hombres y me parece que este es el momento para que muchos compañeros recuerden ese precepto y le van a hacer muy bien a la institución y en ese marco a los trabajadores.
-Recién decía usted que el movimiento obrero siempre tuvo injerencia en la vida política, más allá de las medidas de fuerza. ¿Cuál cree que será el rol de los trabajadores organizados en el próximo proceso electoral?
-El movimiento obrero debe tener una participación activa en la política, porque consideramos que las políticas son las le mejoran las condiciones de vida a los trabajadores. Tenemos que ser partícipes activos, como lo hemos sido en toda la historia en la consolidación de la unidad del peronismo. Porque, por supuesto, nuestra esperanza no está basada en este gobierno porque ya nos ha demostrado que no va a modificar su rumbo y sí está basada en poder consolidar la unidad del peronismo para recuperar el gobierno para el pueblo.
Desde hace tiempo venimos diciendo que debemos priorizar lo colectivo por sobre lo individual y creo que recién parecería ser en esta etapa que tanto el movimiento obrero como la clase política están tomando real conciencia de esta necesidad. Hay que aunar esfuerzos para lograr la unidad aún con los personalismos que todavía existen, pero está claro que tenemos que ganar en el 2019.
Si este gobierno llegara a modificar alguna de sus políticas no va a ser en beneficio de los que menos tienen sino siempre en beneficio de los grandes grupos concentrados de la economía, en ese marco tenemos claro que la solución es recuperar un gobierno peronista, frentista, con todos los sectores y poder volver a poner en marcha a la Argentina y también haciendo la autocrítica necesaria para entender que hay muchas cosas que debemos cambiar y que debemos modificar dentro de nuestra estructura.
-El peronismo tiene varios dirigentes destacados, Cristina Kirchner, Felipe Solá, Sergio Massa, Agustín Rossi, Randazzo, algunos gobernadores… ¿cómo cree que se va a reconstruir el peronismo para volver a ser alternativa?
-Yo creo que la única alternativa de ganar en 2019 es una posición de grandeza de cada uno de esos compañeros, priorizar a la gente y creo que cada uno hoy se mantiene por diferentes cuestiones con una actitud pasiva y me parece que son tiempos como para quienes han tenido la responsabilidad de gobernar, funcionarios y líderes durante la etapa anterior, que deben tener una posición más activa para la consolidación de esta fuerza de unidad, una posición más activa.
Por ejemplo, nadie discute el liderazgo más notorio, que es el que tiene Cristina. Me parece que Cristina es la pieza fundamental para la unificación, su actitud puede consolidar o no la unidad general y yo tengo mucha confianza de que Cristina eso lo entiende y que desde una posición de liderazgo, no necesariamente de protagonista, vamos a lograr la unidad de un frente popular que pueda vencer a este gobierno neoliberal.