El intendente de Hurlingham se siente cada vez con menos armas para combatir a los candidatos de la oposición. No sólo pierde en las encuestas, sino que además se le siguen alejando dirigentes y funcionarios municipales, y como si esto fuera poco lo investiga la Justicia por enriquecimiento y lavado de dinero.
Por este motivo en el comienzo de la campaña electoral, Luis Acuña apuesta a mostrarse «caritativo» con sus vecinos con el objetivo de ganar algunos votos. La situación actual lo obligó a reeditar en tiempo electoral el sorteo “Yo estoy al día” que premia el “buen comportamiento tributario” en el que se regalan dos automóviles 0km. En el estadio municipal de la avenida Pedro Díaz, también se ofrecerán una amplia lista de premios entre los que hay electrodomésticos y objetos de tecnología.
Acuña sabe que la tiene muy difícil y el escenario actual está empantanado. Tampoco las proyecciones a futuro son buenas ya que pierde en todos los escenarios electorales.
La presión que tiene Acuña no es poca: sabe que pierde con el candidato del Frente para la Victoria, Juan Zabaleta, en cualquiera de las encuestas que se realizaron hasta ahora. Y lo que es peor: la brecha con el primero se va agrandando mes a mes, lo que coloca en una pelea por un hipotético segundo puesto contra el ascendente candidato del PRO, Lucas Delfino. Un escenario que jamás se le pasó por la cabeza.
Delfino hace tiempo que recorre los barrios de Hurlingham junto a importantes dirigentes macristas como la precandidata a gobernadora, María Eugenia Vidal, o Fernando Niembro (primer candidato a diputados provinciales) y le resta votos a un diluido acuñismo.