A dos meses del fallecimiento de Máximo «Pepe» Escalada, sus padres, hermanos y familia se reunieron en una jornada cargada de los más bellos recuerdos de su corta infancia.
Como forma de apaciguar el dolor de su ausencia y para mantener viva su imagen, la familia, los amigos y el barrio entero colaboró en la realización de carteles pidiendo que no se olviden de Máximo, otro con su nombre en la calle y una estrella de grandes dimensiones en el asfalto.
Luego, con una suelta de globos amarillos cerraron el encuentro en el que se propusieron estar cerca de los padres de Máximo y sus hermanitos.
