Vecinos y ambientalistas no claudican en su lucha contra el aeropuerto de El Palomar


La novela FlyBondi parece no tener fin. En tanto los vecinos organizados y ambientalistas denuncian todo tipo de incumplimientos y perjuicios en el afán de que el aeropuerto funcione para el negocio de las low cost, autoridades de la Asociación de Pilotos aseguraron al mejor estilo García Márquez que FlyBondi es una “crónica de un accidente anunciado”

Lucas Marisi, el abogado que defiende los derechos de los vecinos de Hurlingham, aseguró en los últimos días que presentará un amparo ante la Corte Suprema. “Vamos a plantear que la Corte declare la nulidad de todo lo actuado desde el momento que la jueza ordenó levantar la medida cautelar”. El letrado criticó duramente a los jueces que no estuvieron a la altura de las circunstancias y cedieron ante presiones que recibieron y se refirió con disgusto a la falta de cumplimiento de la Ley de Sitios de la Memoria que debería preservar el espacio, cosa que no ocurrió. En ese sentido fue tajante: “No puede convivir un aeropuerto comercial con un Museo de Memoria”
Estos reclamos se unieron a los realizados por la ONG Isla Verde, que motoriza el abogado Guillermo Irachetade El Palomar, que presentó un amparo para que la Nación cierre el aeropuerto en vistas de que se hagan estudios de impacto ambiental. Descreen de los que se hicieron en tan solo una semana y exigen que se verifique que el funcionamiento del aeropuerto no ponga en riesgo la biodiversidad, a la vez que denuncian que el accionar de Aeropuertos Argentinas 2000 podría provocar inundaciones en la ciudad de Morón.
Para el abogado hay cuestiones relacionadas a la “soberanía” del lugar en cuestión ya que, según él, si bien el aeropuerto depende de Nación está dentro de territorio provincial y está sujeto a las normas provinciales. Desde su punto de vista, es clave el artículo 28 de la Constitución de la provincia de Buenos Aires. “Ese artículo declara que la provincia tiene el dominio ‘eminente’ del medio ambiente en todo su territorio. Es un término jurídico-político que remite a la soberanía”, explicó el letrado. Por lo tanto, el gobierno de María Eugenia Vidal debería velar por las condiciones ambientales de los vecinos.
Si bien reconoce que se hizo un “sospechoso” estudio ambiental en tan solo una semana por parte del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna) lo que le permitió a la jueza federal de San Martín, Martina Forns permitir las operaciones comerciales limitadas, Iracheta argumenta que se le debe pedir permiso a la provincia y la Oficina para el Desarrollo Sustentable (OPDS) debería presentar su propio informe.
Pero además va más allá y pide la intervención de la Autoridad del Agua (ADA), otro ente provincial, en relación a los arroyos que corren dentro del predio. Se tratan de tres cursos de agua: Corvalán, Morón y Céspedes que, según rumores, Aeropuertos Argentinas 2000 tendría intención de tapar por el grado de contaminación que tienen. Para él, la gobernadora debería evitar a través del ADA esta acción que podría traer aparejado inundaciones si no se realizan los drenajes suficientes en las obras, como ha ocurrido ya- ejemplificó el abogado- en Luján por las obras que se hicieron en los countries de Pilar.
La preocupación ambiental se extiende también para el abogado y la ONG que representa a los bosques que rodean el predio y consideró que desde el Conicet se llamó a preservar la flora y fauna de la zona. Por último pidió también que el Comité de Cuenca del Río Reconquista, otro órgano provincial, actúe en este tema y que para que todos estos organismos puedan realizar sus estudios, debería, en principio, suspenderse la operatoria del aeropuerto. Por lo cual sintetizó: “Queremos que haya una clausura a nivel nacional para que la provincia haga los tres estudios y saber en qué condiciones está el lugar”
A la suma de voces judiciales en contra se sumó una más pero del plano profesional aeronáutico. El piloto Rodrigo Borras, secretario de Políticas Aéreas de APA (Asociación de Personal Aeronáutico) se plegó a la polémica asegurando que lo que está sucediendo con la low cost Fly Bondi es una “crónica de un accidente anunciado” mostrando así su preocupación por las cuestiones técnicas y de seguridad de la compañía. Es que es una realidad que no son normales en la actividad aeronáutica las “constantes fallas técnicas” que semana a semana venimos narrando a nuestros lectores.
Aseguró que Flybondi están volando en Argentina “porque tienen prohibido volar en Europa, donde fueron utilizados durante 20 años” y aseguró que las low cost operan con aviones 0km “porque justamente llevan un mantenimiento mínimo”
Para que quede claro concluyó: “No estamos en contra de que lleguen nuevas compañías, pero no de esta manera porque, a la larga, se termina pagando”

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