Alberto Sileoni está a cargo de la cartera educativa bonaerense, fue ministro de Educación de la Nación y es profesor emérito de la Universidad Nacional de Hurlingham. Entrevistado en el programa Mundo Hurlinguero que se emite por Radio UNAHUR, el Director General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, reseñó algunas acciones de su gestión, habló de la relación con los docentes y defendió la educación pública frente a los embates de la derecha en la Argentina.
-Ser ministro de educación de la provincia es una tarea muy compleja, no solo por la complejidad del sistema sino por la dimensión ¿no?
-Es un sistema educativo inmenso, desafiante, interesante también, muy interesante, ya son 5.200.000 estudiantes, es un universo gigante, y con mucha dinámica, por ejemplo, el distrito de Moreno entre el censo 2010 y este censo tiene 110.000 habitantes más, es una cosa escalofriante, y es lógico que el Estado sanitario, el Estado educador llegan un poquito más tarde que las personas, pero bueno, es la complejidad que hay que administrar.
-¿Esa complejidad se acentúa mucho más cuando hablamos del conurbano no? Porque uno ve escuelas en el interior de la provincia de Buenos Aires con una dinámica, una problemática muy diferente a lo que vemos en el conurbano.
-Y si, somos 17 millones, el 70% de los cuales viven en el 5% del territorio, y como vos decís, una materialidad mucho más deteriorada en el conurbano… 100 mil calles de tierra… y eso que en esta gestión del gobernador Axel Kicillof, -que es una gran gestión-, se pavimentaron más de 12mil, pero todos los números son de verdad muy grandes.
Y ese contraste con el interior es correcto. En estos momentos vengo de General Lavalle, de Tordillo y Maipú, y es una realidad que al lado de José C. Paz o La Matanza es otro mundo, no pareciera ser la misma provincia, pero bueno, eso también encierra una enorme riqueza ¿no?
Y sobre eso… estamos distribuyendo una colección de libros para escuelas, que se llama Identidades Bonaerenses, son libros que hablan del Delta de la provincia, de la Costa Atlántica, de las escuelas rurales, de las escuelas urbanas, del interior que hay que trabajar para el arraigo, del conurbano que está rebosante de gente, una realidad muy muy singular, muy heterogénea pero a la vez apasionante.
– Lo singular es que se le habla de identidad bonaerense a chicos que no conocen el mar, no conocen el delta, es decir se le habla de la identidad de una provincia que no alcanzan a conocer, en ese sentido bienvenida la colección de los libros que expresan, que reflejan las distintas miradas de una identidad.
-SI, por supuesto y en ese sentido estamos también haciendo viajes de egresados. Se anotan 150 mil pibes, y muchos pero muchos y muchas no conocían el mar, y es muy impactante porque yo digo, también hay un derecho al mar, no son viajes de un mes a Miami, son 3 días, 4 días a Mar de Ajo, a Santa Teresita, son muy austeros y es ver a una gran cantidad de chicos que se quedan embobados mirando el mar. El mar, el mar es algo que todos tenemos el derecho de conocer.
-Es un derecho al goce.
-Sí y estamos hablando de un goce sencillo, de un goce que, como vos decís, y coincido, tiene que ver con conocer esa pequeña patria que es tu provincia, así que eso también lo estamos haciendo, cuesta pero evidentemente hay cosas que de a poco se van pudiendo hacer.
-Hoy sos Director General de Educación de la provincia, fuiste Ministro de Educación de la Nación, con una vasta trayectoria como docente, ¿qué lectura hacés de este tiempo? en el que se pone en discusión ya no solo la creación de nuevas un universidades, sino hasta la gratuidad universitaria.
-Es impactante como te invitan a discutir una agenda regresiva, ¡estamos discutiendo la educación pública!… en una provincia, nuestra provincia que tuvo una ley que fue de educación pública, obligatoria y gratuita, nueve años antes que la Ley 1420. Nuestro país hizo la Reforma Universitaria que dio vuelta al mundo, la Reforma Universitaria de 1918 fue una cosa estudiada, una reivindicación de estudiantes de otros lugares del mundo, y acá 100 años después te dicen que no debe haber universidades gratuitas.
La universidad de Hurlingham es una de las pruebas que refutan las ideas de la extrema derecha, porque rebosa de alumnos, está dando cada vez más posibilidades de estudio, de investigación, posibilidades para que los jóvenes puedan tener una carrera. Yo creo que esa pelea la tienen perdida, me parece que más allá de todo, hay cosas que la sociedad argentina no las piensa resignar.
-Pero insisten con la idea del voucher educativo…
-Los vouchers son el arancel encubierto, es una manera de llamar lo que va a ser sin duda un arancel. Les digo dos micro-escenas de la semana pasada, inauguramos dos escuelas, una en Daireaux y otra en Hipólito Yrigoyen, escuelas rurales y preguntábamos: “¿acá dónde está el mercado? ¿Dónde va a venir el mercado a inaugurar una escuela rural?”, ahí es puro Estado, y entonces me parece, con mucha nitidez, que tenemos muchos elementos para ganar esa pelea, para dar una discusión con fundamentos. En estos días también se ha producido una muy buena noticia para la provincia de Buenos Aires, se han aprobado las universidades de Pilar, del Delta, se nacionalizó la universidad de Ezeiza y se van a crear las Universidades de Cuenca del Salado y de Saladillo, más allá de la Universidad de Las Madres que no es bonaerense. Cada vez tenemos más universidades en la provincia de Buenos Aires y no es cierto que sobren. La provincia tiene una universidad cada 500 mil habitantes, una cifra que habla de que hay pocas universidades. Tampoco es cierto que los pobres no llegan, no llegan la cantidad que quisiéramos que lleguen pero cada vez hay más pibes que pertenecen al quintil 1 y sobre todo al quintil 2 de la población, cada vez llegan más aquellos que provienen de sectores más carecientes.
-Y así como hay logros en la educación universitaria que son ejemplares, en el resto del sistema educativo hay avances muy significativos, como la obligatoriedad de la educación desde el nivel inicial al secundario. Sin embargo hay quienes añoran el pasado, la vieja escuela que muchos extrañan y dice “antes si la escuela era buena” cuando en realidad era una escuela para pocos…
-Sí, siempre hay una nostalgia de un pasado que se piensa dorado pero era dorado para los que llegaban, que como vos decís, era una muy pequeña minoría, el resto se quedaba con la ñata contra el vidrio, pero siempre se mira al pasado con nostalgia. Es cierto que nosotros tenemos que pagar deudas, la democracia que es algo que siempre es conmovedor haberla obtenido, también tiene deudas. Deudas en término de conocimiento, tenemos que tener todas las escuelas en una condición de dignidad, tienen que aprender más lo chicos… Entonces creo que en la medida que sigamos avanzando, mejorando, esa nostalgia se va a perder, porque a veces la nostalgia y mirar para atrás tiene que ver con presentes muy amarretes, entonces te da ganas de pensar en otro tiempo, aunque no tengas mucha idea de que aquel tiempo era peor, pero el presente es lo que en algún sentido te agobia, en eso tenemos que mejorar y mucho por hacer.
“LA VERDAD ES MUY TRANQUILIZADORA”
-¿Cómo es el vínculo con los docentes? ¿Qué te dicen… qué dicen del gobierno? ¿Qué reclaman?
-Tenemos muchas oportunidades en donde discutimos con los docentes sentados alrededor de una mesa y hay de parte de ellos un reconocimiento de lo que se hace, que es evidente, porque está a la vista, y también la exhibición de que hay deudas que tenemos que seguir pagando y nos lo hacen saber, y nos piden que los apoyemos, que estemos cerca. Hay una sensación sobre la cual nosotros estamos muy atentos, que es la del docente, la docente que siente que está sola dando una pelea, eso no puede ocurrir, el Estado tiene que estar al lado porque la idea de que alguien se piense solo y que lo que hace nos es visto por nadie y no tiene ningún sentido, es una idea muy desalentadora, entonces ahí el Estado tiene que estar, decir “lo tuyo nos interesa”.
-El Estado presente…con respuestas, con soluciones…
-Sí, acompañando y si no podés llegar con la solución, por lo menos decís cuándo va a llegar esa solución. Eso es muy tranquilizador para la comunidad… la verdad… la verdad es muy tranquilizadora.
Hay cosas que podemos hacer y se notan, y hay cosas que no las vamos a poder hacer en el corto plazo, bueno eso también hay que decirlo, pero recogemos en general de los y las docentes mucho beneplácito, me parece que el sistema educativo advierte los avances, y bueno también los docentes, las docentes, son la representación de la clase media bonaerense y argentina, también tienen algún pensamiento con el cual a veces discutimos.
-Entre los muchos avances que hoy están amenazados por la derecha, está la Educación Sexual Integral. Con expresiones como “con mis hijos no te metas” o la ESI es pornografía. ¿Cuál es tu posición respecto a esto?
-Tomamos decisiones, somos, yo creo, que la única provincia… Igual no quiero establecer una competencia pero ustedes entenderán cómo lo digo, somos la única provincia que tiene una Dirección de Educación Sexual Integral, hace dos años apenas asumimos, entendimos que ahí había un problema, que la intersectorialidad y el trabajo de la educación sexual más diseminado en las materias se perdía, así que generamos un espacio absolutamente decidido para trabajar el tema, uno de los temas que trabajamos es ese, el que vos estás haciendo referencia, estamos en poco tiempo antes de que termine el año lanzando una colección de libros de Educación Sexual Integral para todo el sistema educativo, van a ser un millón y medio de libros, y apostamos a eso, a hablar.
El otro día en un taller en el nivel secundario el Director me decía que uno de los pibes dijo algo así como “en la escuela es en el único lugar que me preguntan cómo estoy”, es muy fuerte eso, a veces la casa está distraída por razones múltiples, la escuela tiene la tarea de preguntar, tiene que hacer un laburo contracultural, tiene que pensar el mundo en 140 caracteres, y en un mundo absolutamente vertiginoso la escuela tiene que meter una pausa, preguntar cómo estas, escuchar, escuchar mucho más a los adolescentes y eso no es un añadido a la tarea de educar y esa es una de las tareas que de a poco se van entendiendo en las escuelas.
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