Augusto batalla en la mira: el pibe de Hurlingham que ataja en River: Hasta al gran Amadeo Carrizo lo discutían y le buscaban suplentes

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«El puesto más ingrato» dicen algunos, «nunca sos titular» afirman otros. Augusto Batalla, el joven arquero de River Plate, oriundo de Hurlingham, pasa horas difíciles pero debe saber que hasta para el gran Amadeo, le fue complicado. Al mítico arquero le trajeron una enorme cantidad de suplentes para pelearle el puesto.

 

Por JOSÉ LUIS PONSICO.

Columnista de Agencia Telam, La Señal Medios y Libre Expresión.

Horas difíciles para Augusto Martín Batalla Barga. El «mundo River» vive en debate sobre los errores del joven arquero en los partidos decisivos. Sin embargo, el legendario Amadeo Carrizo reconoció que recién se afirmó en el arco de River («el más grande», se dice) cuando tenía 22 años. «Recién en el 48 fui titular», comentó Carrizo. Augusto Batalla cumplió 21 en abril.

En 1943 Amadeo llegó a River con recomendación desde su Rufino natal. River ya reconocía «el antes» y «el después» tras el ciclo del extraordinario Bernabé Ferreyra, inmortalizado «Mortero de Rufino». El recordado Carlos Peucelle hizo fichar enseguida. Amadeo tenía 17 años. «Debuté con 18 por ausencia del peruano José Eusebio Soriano, capitán de «La Máquina» evocó Carrizo.

Por entonces, River había tenido al uruguayo Julio Barrios, además de Soriano. Pero en el ‘47 firmó Héctor Grisetti, ex «1» de Banfield, luego en Racing, reconocido por su valentía como «arquero suicida». Amadeo debía esperar.

En el medio integró una Tercera invencible donde jugaron también Alfredo Di Stefano, Néstor Rossi, Antonio Báez y José Curti. Carrizo ya era la gran promesa en el arco de River en el torneo de 1947 cuando el millonario ganó con seis puntos de ventaja sobre Boca y 90 goles a favor. Alfredo Di Stéfano, 27.

River más tarde incorporó a Mario Mussi, suplente de Amadeo entre 1950 y 51 como Angel Rocha que en Atlanta alcanzó el ansiado ascenso a Primera en el ‘56. Y se convirtió en uno de los arqueros con más trayectoria en el club «bohemio» con más de 400 partidos.

Gabriel Ogando, recordado arquero de Estudiantes de La Plata en los años 40, tuvo fugaz paso por River, 1955. No llegó a jugar en Primera, «tapado» por Amadeo, arquero de la selección nacional en la gira por Europa de 1954. Ogando suplente de Miguel Rugilo, en Wembley 1951.

Pasaron luego el cordobés Augusto Fumero, el jujeño Manuel Estanislao Ovejero reemplazante de Amadeo en el «bajón» tras la debacle del Mundial de Suecia en 1958.

Carrizo no tuvo buen año en el ‘59. En 1961 River adquirió a Carlos Medrano, ex Tigre, luego con fugaz paso por Barcelona de España. Tres temporadas, suplente.

En 1962 llegó otro notable, Rogelio Domínguez, brillante guardameta de Racing Club, la selección en el Sudamericano de Lima en 1957, inolvidable; luego en el Real Madrid multicampeón. Domínguez alternó con Carrizo en los años 1962 y 1963. No lució. Finalmente, aceptó ir a Vélez Sarsfield, en canje por Jorge Solari. Corría 1964

Ese año llegó Hugo Orlando Gatti, con 20 años. También vivió la chance de ser el sucesor del mítico Amadeo, pero este tuvo uno de sus mejores años en ese 1964, incluso volvió a la selección nacional para jugar la «Copa de Las Naciones» y regresó de Brasil, invicto. Encima atajó seis penales entre oficiales y amistosos.

Gatti recién en 1966 y 1967 tuvo más oportunidades. En el ‘68 Alfredo Gironacci jugó la última parte del Nacional. Antes, Amadeo alcanzó el récord con 42 años: estuvo ocho partidos el arco invicto. Mantuvo el 0 en su arco 770 minutos, hasta que en el «Viejo Fortín» un juvenil delantero de Velez, de 19 años, llamado Carlos Bianchi lo derrotó con un gol de «atropellada». El partido terminó uno a uno. Amadeo siempre recuerda como la tarde que las dos tribunas lo hicieron lagrimear a los 22 minutos del primer tiempo, cuando se cumplió el récord.

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