El 9 de setiembre de 2016 falleció Diego Soraire a causa de la explosión de un biodigestor en el INTA-Castelar. Soraire de 37 años, casado, 4 hijos, era personal auxiliar del Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias donde comenzó a trabajar en el año 2007. Según lo que testimonian algunos de sus compañeros de trabajo y delegados de ATE: «El biodigestor es de los años 70 y se usaba para pruebas de vacunas para el laboratorio de Biogénesis Bagó. La explosión ocurrió el 3 de setiembre, Soraide falleció casi una semana después.
La Junta Interna de ATE denunció que «hace unos años otro digestor se cobró la vida de un trabajador, motivo por el cual se viene reclamando por las condiciones de seguridad con que se desarrollan determinadas tareas, y exigiéndole al instituto la modernización de maquinaria. Además de los digestores, en esta situación se encuentran gran cantidad de calderas. «El INTA entero es un gran Cromañón en potencia, ya que las tareas que se desarrollan involucran patógenos erradicados y no hay laboratorios de bioseguridad, ni tampoco capacitaciones para tratar con estos peligros» expresó la organización gremial.