Por 1770 el Virreinato del Río de la Plata nombró al español Domingo Basavilbaso como Administrador de los Correos Terrestres y Marítimos, “para mejor servicio del rey”. Esas originarias oficinas de correos funcionaban en la casa de Basavilbaso, en la actual calle Perú entre Alsina y Moreno en la ciudad de Buenos Aires.
En 1771 Basavilbaso implantó el servicio de carteros (a los que se llamaba correístas) para llevar la correspondencia a los domicilios particulares de los vecinos de Buenos Aires y el 14 de setiembre de ese mismo año, nombró primer cartero a un sevillano, llamado Bruno Ramírez.
Ramírez no cobraba un sueldo, pero recibía medio real por cada carta o cada dos cartas, entregadas a la misma persona. Trabajó poco más de un año y se volvió a España, y se desconocen otros detalles de su vida.
La fecha en la que se lo designó como primer cartero de estas tierras, hizo que quedara en la historia como el Día del Cartero.
Hay calles llamadas Bruno Ramírez en Neuquén, en la ciudad de Resistencia, en Concordia y en Hurlingham todo un barrio recuerda su nombre.
En diciembre de 1971, al cumplirse dos siglos de la designación del primer cartero de Buenos Aires, la Cooperativa de Obreros y Empleados de Correos y Telecomunicaciones Ltda puso en marcha la construcción de un barrio, con financiamiento del Banco Hipotecario Nacional (a través del Plan VEA). La obra estuvo a cargo de la empresa SITRA S.A.
Se trataba de un complejo de 388 viviendas de 81 metros cuadrados cada una divididos en dos plantas, con una arquitectura que constituía una de las más modernas técnicas de construcción de la década del ’70. Una obra que se llevó adelante en predios que habían sido zona de quintas hasta mediados del siglo pasado, en una zona delimitada por las calles, Bustamante, Santa Ana, Dante y Asamblea.
El sindicato de empleados de correos bautizó al barrio con el nombre de “Barrio Cartero Bruno Ramírez”. Fue el primer barrio de Hurlingham en contar con todos los servicios esenciales: electricidad, gas natural, pavimentos en todas sus calles internas, y lo que significó todo un privilegio para la época, cloacas y agua corriente. En paralelo se construyó una escuela primaria (que llevó el N° 101 –actual N° 28) y una galería comercial, y se preservaron espacios para una plaza y dos plazoletas.
El Barrio Cartero Ramírez se inauguró el sábado 17 de febrero de 1973, con la entrega de las llaves a los primeros 92 propietarios, la construcción de las viviendas restantes culminó poco más de un año después y entre los beneficiarios también se contaron afiliados del sindicato metalúrgico (UOM) y del gremio textil (SETIA). Fue considerado un barrio obrero modelo en la provincia de Buenos Aires.
No es tan así. Mi familia fue la primera en ocupar la vivienda número 83. Mi papá era Oficial de la Prefectura Naval Argentina y muchos de los habitantes de ese barrio eran de esa prestigiosa Institución.