Por Cecilia Saenz ||
Por segundo año consecutivo, una multitud volvió a movilizarse en todo el país convocada por una consigna común, tan sencilla como sustanciosa: Ni una menos.
Este grito se levanta de las entrañas de una sociedad que alza la voz, que se organiza y sale a las calles para denunciar y reclamar respuestas a un flagelo alarmante: cada 30 horas la violencia machista se cobra la vida de una nueva mujer en nuestro país.
Esta situación preocupante, que distintas organizaciones de mujeres vienen denunciando desde hace muchos años, hizo que se empezara a reflexionar más profundamente y a dejar de tomar cada caso de violencia de género como un problema individual, un tema que «debía ser resuelto en pareja», en el que nadie externo tenía por qué intervenir, para comenzar a dimensionar cada situación y todas las situaciones en su conjunto como un verdadero problema social. Empezamos a tomar conciencia que vivimos en una sociedad patriarcal en la cual la mujer está sujeta a estándares de comportamientos, mandatos e imágenes que restringen y limitan el desarrollo y la capacidad de tomar decisiones libremente, generando como consecuencia una inevitable situación desigualdad social.
Si bien durante los últimos 12 años tuvimos avances importantes en la ampliación de nuestros derechos, todavía queda mucho por hacer. Es necesario que los tres poderes del Estado actúen en conjunto con más fuerza. Es urgente y necesario que el Poder Judicial sea más democrático y adopte una perspectiva de género que garantice el funcionamiento de las leyes y protejan a las mujeres vulneradas; que no deje impune y libre a los violentos, los violadores y los femicidas. Este compromiso ineludible del Estado se retroalimenta de la demanda de una sociedad que debe estar dispuesta a frenar todas las expresiones de violencia contra las mujeres.
Nos preocupa el retroceso que estamos padeciendo por las medidas que los gobiernos Nacional y Provincial vienen tomando, dejando atrás años de importantes avances en materia de género. No se puede lograr igualdad social con el vaciamiento de programas para erradicar y prevenir la violencia de género, no se puede lograr la igualdad social con despidos y ajustes, no se puede lograr igualdad social sin acceso a una salud pública, gratuita y de calidad, sin promoción ni información sobre los cuidados de la salud sexual y reproductiva de las mujeres; no hay igualdad social si no se brinda asistencia legal y gratuita a las víctimas, no hay igualdad social cuando existe un Estado que persigue políticamente a dirigentes políticas como Milagro Sala.
A contramano de estas medidas que implican un serio retroceso, desde el Municipio de Hurlingham se tomó la decisión de crear el área de Políticas de Género para garantizar la plena aplicación de las leyes vigentes, como la Ley 26.485 de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral y la Ley 25.929 de Parto Humanizado.
En el marco de esta última Ley mencionada, desde el municipio de Hurlingham se creó el Comité de prevención contra la Violencia Obstétrica que busca lograr el pleno derecho de la mujer a recibir información en el momento del embarazo y garantizar el respeto a la madre, al padre y al recién nacido antes, durante y después del parto.
Desde nuestro municipio se apunta a realizar un abordaje integral con perspectiva de género tomando cada caso que se presenta en forma directa, trabajando con las víctimas de violencia de género en grupos de ayuda mutua que promueven el fortalecimiento de las mujeres que sufren distintos tipos de violencias. También, se está trabajando el abordaje de los hombres con prácticas violentas, ya que es un problema social y cultural, y no simples casos aislados.
Para que el abordaje de esta problemática sea mucho más amplio, el área de políticas de género recientemente creada por la gestión del intendente Juan Zabaleta, también articula con diferentes áreas del Municipio e impulsa la capacitación y sensibilización a través de diferentes talleres al personal del Hospital San Bernardino, forma a la Policía Local con en perspectiva de género y lleva a cabo charlas y talleres en los colegios del distrito.
Nuestro compromiso es seguir trabajando todos los días para erradicar la violencia hacia las mujeres, porque no queremos que el Ni una menos se transforme en una simple consigna de moda.