La pandemia fue letal para la continuidad del emblemático bar.
No pudieron contra el Coronavirus. Muchos meses de inactividad hacen imposible la continuidad de unos de los más emblemáticos escenarios del rock.
Maximiliano Tello y Laura Malamud son los dueños del mítico bar por que el pasaron una innumerable cantidad de bandas y solistas del rock local y nacional. Preveían que este 2020 se iba a presentar muchísimo más favorable que los años anteriores. «Nadie esperaba que después de remarla en dulce de leche durante la era Macri, llegue una pandemia» expresaron los responsables del clásico bar nacido en 1989, por decisión de Ricardo Márquez, en ese momento propietario de «Tío Richi», una hamburguesería, también sobre la Av. Roca, muy popular en la noche de Hurlingham.
Richi, actor y de la familia de artistas, decidió convertir el galpón lindero en un reducto para escuchar rock. No tardó mucho en convertirse en templo. Sería más rápido de hacer una lista de las figuras del rock que no pisaron el escenario de la Av. Roca 1271, por que pasaron casi todos.
Eso no garantizó el éxito económico. Durante el menemismo El Galpón agonizó, por las penurias económicas de la época y porque era difícil trabajar en la noche con Duhalde gobernador. Pero de todo eso se recuperó y Richi se dio hasta el gusto de abrir otro ámbito para recitales de rock; «Virna Lisi», pero esta vez fue la Alianza la que se llevó puesto el emprendimiento.
Richi era un optimista y un personaje querido en el mundo del rock. Si hijo, Matías, lo recuerda como un tipo que «siempre estaba contento, de buen humor, muy cariñoso con la gente. Siempre trataba de ayudar a las bandas locales para que pudieran telonear a grupos más grandes y que de a poco fueran haciendo su camino, y eso mucha gente lo reconoce».
Matías Márquez se hizo cargo de El Galpón, cuando Richi falleció en 2012. Lo hizo hasta el 2017 cuando lo vendió a Tello y a Malamud.
El 4 de septiembre con una publicación en facebook, se anunció el cierre de El Galpón con este posteo: “Nadie esperaba esto, teníamos expectativas de un gran año de trabajo. Con una agenda cargada de ‘fechones’. Nos empaña la tristeza, amargura y lágrimas tener que cerrar el telón, sin aplausos y sin un bis, ante el canto tradicional de ‘otra, otra…’ No se trata de falta de fuerzas, ni amor por lo que hacemos. Se trata de una maldita mala suerte!!!
Quienes nos conocen saben que el galpón es una familia de laburantes que siempre le puso el pecho. Años de lucha y compromiso. Por acá pasaron infinidad de bandas. Es imposible nombrar a una. En el oeste está el agite y el galpón será recuerdo en la memoria de varias generaciones que aquí vivieron rock.
No discutimos la necesidad del aislamiento, pero para rubros como el nuestro, estás medidas nos destrozaron y no hay subsidio ni préstamo que sostenga está realidad económica en el tiempo…
Las salas de espectáculos nos fundimos con estás medidas…
Nos queda sólo agradecer a los laburantes, a los que siempre se pusieron la camiseta, a las bandas, los músicos, sonidistas, asistentes, fotógrafos, dj, productores, seguridad, espectadores…. TODOS!!!
Y sobretodo a nuestras familias y amigos, siempre dando una mano”.