Un día como hoy hace 28 años se fue uno de los músicos más prolíficos del rock argentino, y un adelantado a su época. Luca Prodan marcó un rumbo distinto ampliando y llevando el rock hasta sus márgenes, rompiendo con etiquetas, costumbres y modismos de aquellos años post dictadura.
De origen italiano, Luca Prodan llegó a la Argentina en los años 80, y poco tiempo después de meterse en el under de la movida del rock local, sería el gestor y principal animador de la ya legendaria agrupación Sumo, emblema de la efervescencia juvenil posterior a la dictadura y uno de los grupos más influyentes del rock argentino.
Hijo de madre escocesa y padre italiano establecidos en Shanghái y Pekín (China) antes de la Segunda Guerra Mundial, Luca nació finalmente en Roma, Italia, pero vivió gran parte de su vida en Londres. Proveniente de una familia aristocrática, atravesó una vida agitada desde chico, habiendo pasado por un colegio de los más tradicionales el Gordonstoun de Escocia, al que asistía el Príncipe Carlos de Inglaterra.
En la década del 70 durante su adolescencia vivió de primera mano el cambio más importante que tuvo el rock desde los Beatles: fue espectador del auge del rock sinfónico y del surgimiento del movimiento punk en pleno Londres, punto neurálgico de la historia del rock.
Las diversas influencias que van desde Pink Floyd o Van der Graaf Generator, sumado a las letras de Bob Dylan, Morrison, John Martin, David Bowie, Leonard Cohen o Lou Reed, generaron una gran influencia en sus composiciones posteriores en Argentina.
Estando en Londres formó su primera banda: The New Clear Heads, contemporánea a la estética de bandas punk como XTC, The Fall, Wire o Joy Division. La irrupción de los Sex Pistols y la furia del punk británico generó una influencia marcada.
Luego de perseguir una foto que le había mandado un amigo, cayó a nuestro país donde conoció y se hizo amigo Germán Daffunchio y Alejandro Sokol que vivían en Hurlingham. Juntos empezaron a realizar las composiciones que luego serían los primeros temas de Sumo.
Sumo fue un hito destacado de la nueva escena del rock, pero además formó parte del clima post dictadura que generó una transformación definitiva de la cultura juvenil de la década de los años 80. Los jóvenes empezaron a participar en la política partidaria, a colaborar en las asociaciones barriales, a desarrollar una producción cultural creativa en el under de Buenos Aires que renovó la música, el teatro, las artes plásticas, la literatura y el diseño para siempre.
Anécdotas:
Hacia Argentina:
En algunas entrevistas, Luca contó que viajó a Argentina siguiendo una imagen bucólica de las sierras de Córdoba. La foto que lo atrapó fue enviada en una carta de un amigo argentino de origen escocés, Timmy McKern (amigo del colegio Gordonstoun en Escocia).
Cantante de Los Redondos por una noche:
En La Plata, Luca reemplazó al Indio Solari en un show que se realizaron Los Redondos en el club Gimnasia y Esgrima. El periodista platense Oscar Jalil reveló en una biografía de Luca que incluso habían ensayado antes del show en la casa de Rocambole. En el recital Prodan cantó «Nene nena», «Criminal mambo» y «Mejor no hablar de ciertas cosas», que finalmente terminaría grabando con Sumo y canción que los Redondos no volvieron a tocar más.
La última:
El último show de Luca fue el el 20 de diciembre de 1987 en el club Los Andes 7, un recital al que no había asistido más de 500 personas. Según contó Pil Trafa, cantante de «Los Violadores»: «Luca estaba muy flaco y pálido». Esa noche, omentos antes de interpretar una poderosa versión de «Fuck you», Luca dijo: «ahí va la última». Dos días después, lo encontraron muerto en su casa por una cirrosis hepática. Tenía 34 años. Sus restos descansan en el Cementerio de Avellaneda, en el sur del Gran Buenos Aires.